A China no se le escapa ningún detalle, tienen ojos y oídos en todas partes. No en vano, lideran el negocio mundial del reconocimiento facial y de voz. Y tienen 600 millones de cámaras de seguridad, que es casi una cámara por cada dos habitantes. A esto se une el sistema de crédito social aplicado a personas y empresas, una especie de carnet por puntos con recompensas y castigos que van variando en relación a su comportamiento social, económico y político. «Desde hacer una reserva de hotel y no usarla, no separar la basura correctamente o dar pocos ‘likes’ a través de las apps del partido comunista pueden restarte puntos», detallaba a ABC David Doncel, director del máster de estudios orientales de la Universidad de Salamanca. El castigo es la retirada de los servicios básicos. Y en esa hipervigilancia los funcionarios no son una excepción . Ahora, tienen que evitar que recaiga sobre ellos el dudoso honor de recibir el Premio Caracol. La vergüenza como coacción: el trabajador ‘acostado’Es una fórmula que están adoptando las localidades chinas para avergonzar a aquellos empleados estatales que demuestran tener un bajo rendimiento por su vagancia. Y lo que muestran las imágenes de estas ceremonias de entrega de premios que son televisados en algunos puntos del país asiático son hombres impasibles y compuestos que reciben su certificado frente a todos sus compañeros y la audiencia.«A través de este ‘estímulo’ sarcástico, los premiados pueden sonrojarse, sudar y aclarar sus mentes» , destacaban los seguidores del Partido Comunista que indicaba que este tipo de trabajador daña la credibilidad del partido y del Gobierno. Especialmente cuando la economía está en desaceleración. Las ciudades que lo otorgan, como es el caso de Kunming, provincia de Yunnan, apuntan que los candidatos a recibirlos reúnen ciertas características como no atreverse a asumir responsabilidades, la tendencia a postergar, tener bajos estándares de trabajo y pasar la pelota a otros . Noticias relacionadas Un adolescente de 13 años es condenado a cadena perpetua en China en un crimen que ha encendido las redes con más de mil millones de visitas en un día Alexia Columba Jerez La imparable telaraña digital china que todo lo ve y que exporta su modelo al resto del mundoLa Comisión Central de Inspección Disciplinaria (CCDI), el órgano interno del partido contra la corrupción, también habla en su web de otros rasgos como fingir trabajar, aceptando tareas fáciles y evitando las pesadas. Son los que observan «desde la barrera y toman un desvío cuando encuentran dificultades. Creyendo que es mejor hacer menos que más o que es mejor no hacer nada que hacer poco«, detallan. Son de los que se esconden cuando enfrentan una crisis. Estos rasgos suman puntos para terminar señalado como un trabajador ‘acostado’ (una expresión china que significa gandul). Lo cierto es que esta medida pone nerviosos a más de un funcionario chinos y no es por las razones obvias. Y es que la línea dura del líder Xi Jinping no deja títere con cabeza cuando se trata de velar por cada aspecto de la vida cotidiana. Y los funcionarios públicos en este país están sobrecargados de trabajo, al tiempo que tienen que vigilar a residentes y empresas y pueden ver que a final de mes no reciben su sueldo o lo reciben con retraso. Y «si bien antes los funcionarios competían por adjudicarse proyectos llamativos, más recientemente se los ha castigado por recaudar fondos o impulsar proyectos de construcción sin autorización. Al final, la ruta más segura, al parecer, es no hacer nada », explica ‘The New York Times’.¿Funciona castigar a los vagos para alentar el talento?Sin embargo, hay otras medidas aún más duras. Desde despedir a reasignar empleados o crear una base de datos para rastrear a los funcionarios más holgazanes como la que se ha diseñado en el distrito de la provincia de Guangdong. La CCDI razona que adoptar medidas duras para lidiar con este tipo de trabajadores permite proteger el entusiasmo y la iniciativa de quienes están haciendo cosas o creando negocios. Y señala que, en 2024, se investigaron un total de 93.833 problemas en términos de irresponsabilidad, inacción, acción arbitraria y acción falsa en el desempeño de deberes. Y 138.000 funcionarios fueron sancionados, una cifra que doblaba la del año anterior. Dongshu Liu , profesor de política china en la City University de Hong Kong, comentó a NYT que incluso si Beijing está alentando a los funcionarios a ser proactivos ahora, el espacio para hacerlo es limitado. «Quieren que trabajes duro, pero quieren que trabajes duro para seguir las órdenes centrales», indica Dongshu. Y el temor es dar un paso en falso que puede atraer la atención no deseada de un superior. Por tanto, el trabajador más proactivo puede pensar que mostrar iniciativa no compensa. El CCDI cada vez más está presionado por el Gobierno, y señalan en su web que «los organismos de control y supervisión disciplinaria de todos los niveles deben seguir fortaleciendo la supervisión y utilizar una «combinación» de educación y recordatorios, notificación y exposición, inspecciones abiertas y secretas , investigaciones estrictas y castigos rápidos» para una reforma integral.No en vano, Xi Jinping enfatizó en la cuarta Sesión Plenaria de la CCDI que fenómenos ocultos y mutados crecen secretamente, los problemas de corrupción están estrechamente entrelazados y la tarea de prevenir un repunte sigue siendo ardua. «Los órganos de control y supervisión disciplinarios de todos los niveles deben luchar resueltamente contra todo tipo de percepciones erróneas y tendencias malsanas con una postura clara, y no deben vacilar ni mostrarse tímidos «.MÁS INFORMACIÓN Un ex agente del FBI revela cuál es la profesión número uno de los asesinos en serie El megaproyecto chino en Europa por el que pasan los cables de uno de los centros financieros más importantes del planeta China provoca inquietud con el mayor trabajo de ingeniería del mundo Guerra total por el control de los chips 2.0, Estados Unidos y China sufren un cambio en las reglas de juego China encuentra el mayor yacimiento de oro del mundo Investigadores chinos explican cómo se usan submarinos con armas láser para destruir satélites como los Starlink de Elon MuskHacer lo suficiente es la apuesta más segura cuando la recompensa puede terminar siendo un castigo. Y en ese control férreo el líder chino recalcaba que la clave es «mantener una situación de alta presión sin relajarse porque las raíces siguen ahí y pueden resurgir».

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