El 14 de marzo, cuando había alrededor de 6.000 casos y 200 muertes en España, el Gobierno español declaró el estado de alarma en todo el país con el fin de frenar la emergencia sanitaria causada por la pandemia de COVID-19. A mediados de mayo, España era el quinto país en cuanto a casos confirmados (232.037 positivos), por detrás de Estados Unidos, Rusia, Brasil y el Reino Unido, y también el quinto país en cuanto al número de muertes, por detrás de Estados Unidos, el Reino Unido, Italia y Francia. Se estima que la pandemia ha causado más de 70.000 muertes en España, de las cuales más de 50.000 han sido confirmadas mediante prueba PCR. La gran mayoría de los fallecidos eran personas mayores de 65 años. Según un estudio de seroprevalencia, hasta junio, el 5% de la población española había sido infectada por el virus.Un equipo médico de la unidad de emergencias médicas de Madrid (SUMMA), vestido con su EPI, atiende a un paciente sospechoso de tener Covid en su domicilio. El 14 de marzo, cuando había alrededor de 6.000 casos y 200 muertes en España, el gobierno español declaró el estado de alarma en todo el país con el fin de frenar la emergencia sanitaria causada por la pandemia de COVID-19. A mediados de mayo, España era el quinto país en cuanto a casos confirmados (232.037 positivos), por detrás de Estados Unidos, Rusia, Brasil y el Reino Unido, y también el quinto país en cuanto al número de muertes, por detrás de Estados Unidos, el Reino Unido, Italia y Francia. Se estima que la pandemia ha causado más de 70.000 muertes en España, de las cuales más de 50.000 han sido confirmadas mediante prueba PCR. La gran mayoría de los fallecidos eran personas mayores de 65 años. Según un estudio de seroprevalencia, hasta junio, el 5% de la población española había sido infectada por el virus. Álvaro Ybarra Zavala Imagen general del interior del pabellón 5 del hospital de campaña de IFEMA para pacientes con COVID. Ante la presión sobre los centros médicos de la Comunidad de Madrid, el gobierno regional buscó aliviar la saturación hospitalaria instalando un hospital de campaña para tratar a pacientes de COVID-19 en uno de los mayores espacios vacíos de la capital de España. En 48 horas, el recinto ferial de IFEMA en Madrid se convirtió en el mayor hospital de campaña temporal para COVID en España. Álvaro Ybarra Zavala Una enfermera espera su turno para vestirse con su traje de seguridad (EPI) antes de entrar en la zona sucia del pabellón 5 del hospital de campaña de IFEMA para pacientes con COVID. Ante la presión sobre los centros médicos de la Comunidad de Madrid, el gobierno regional buscó descongestionar las hospitalizaciones instalando un hospital de campaña para tratar a pacientes con COVID-19 en uno de los mayores recintos vacíos de la capital de España. En 48 horas, la Feria de IFEMA en Madrid se convirtió en el mayor hospital de campaña temporal para COVID en España. Se estima que la pandemia ha causado más de 70.000 muertes en España, de las cuales más de 50.000 han sido confirmadas mediante pruebas PCR. Según un estudio de seroprevalencia, hasta junio, el 5% de la población española había sido infectada por el virus. Álvaro Ybarra Zavala Un equipo de la unidad de emergencias médicas de Madrid (SUMMA) realiza un traslado de un paciente con COVID-19 entre UCIs. El 14 de marzo, cuando había alrededor de 6.000 casos y 200 muertes en España, el gobierno español declaró el estado de alarma en todo el país con el fin de frenar la emergencia sanitaria causada por la pandemia de COVID-19. A mediados de mayo, España era el quinto país en cuanto a casos confirmados (232.037 positivos), por detrás de Estados Unidos, Rusia, Brasil y el Reino Unido, y también el quinto país en cuanto al número de muertes, por detrás de Estados Unidos, el Reino Unido, Italia y Francia. Se estima que la pandemia ha causado más de 70.000 muertes en España, de las cuales más de 50.000 han sido confirmadas mediante prueba PCR. La gran mayoría de los fallecidos eran personas mayores de 65 años. Según un estudio de seroprevalencia, hasta junio, el 5% de la población española había sido infectada por el virus. Álvaro Ybarra Zavala La doctora Inés Lipperheide y la enfermera Gema Martín intentan convencer a una paciente con COVID en la UCI del hospital Puerta de Hierro de que siga luchando por su vida. Tienen poca esperanza de poder salvarla. La amenaza de una tercera ola de la pandemia con la llegada de la Navidad y la aparición de una nueva cepa del virus de la COVID-19 en el Reino Unido mantiene en vilo a la comunidad médica. Se estima que la pandemia ha causado más de 70.000 muertes en España, de las cuales más de 50.000 han sido confirmadas mediante prueba PCR. Según un estudio de seroprevalencia, hasta junio, el 5% de la población española había sido infectada por el virus. Álvaro Ybarra Zavala Un auxiliar de enfermería desinfecta todo el equipo de protección personal utilizado por los médicos y enfermeros que trabajan en la zona sucia del pabellón 5 del hospital de campaña de IFEMA.Ante la presión asistencial en los centros médicos de la Comunidad de Madrid, el gobierno regional buscó descongestionar las hospitalizaciones instalando un hospital de campaña para tratar a pacientes con COVID-19 en una de las mayores áreas vacías de la capital española. En 48 horas, el recinto ferial de IFEMA en Madrid se convirtió en el mayor hospital de campaña temporal para COVID en España. Álvaro Ybarra Zavala Un equipo de trabajadores de una funeraria en Ciudad Real traslada el cuerpo de una víctima de COVID-19. Se estima que la pandemia ha causado más de 70.000 muertes en España, de las cuales más de 50.000 han sido confirmadas mediante prueba PCR. La gran mayoría de los fallecidos eran personas mayores de 65 años. Según un estudio de seroprevalencia, hasta junio, el 5% de la población española había sido infectada por el virus. Álvaro Ybarra Zavala Un trabajador de una empresa funeraria en Valencia traslada a un paciente fallecido por COVID-19 desde la morgue de un hospital en Valencia hasta la funeraria de su empresa. La Comunidad Valenciana es uno de los epicentros de la tercera ola de la pandemia de COVID-19 en España. Enero fue el peor mes de la pandemia en cuanto a contagios de COVID-19 y, junto con febrero, acumuló cifras récord de muertes, con un exceso de mortalidad acumulado del 18%, según el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), elaborado por el Instituto de Salud Carlos III. Álvaro Ybarra Zavala Un equipo de operarios de una funeraria en Ciudad Real introduce el cuerpo de una víctima de COVID-19 para ser incinerado. El colapso de los servicios funerarios en la Comunidad de Madrid, epicentro de la pandemia de COVID-19 en España, obligó a las autoridades a trasladar a miles de fallecidos a otras comunidades de España para ser incinerados.Se estima que la pandemia ha causado más de 70.000 muertes en España, de las cuales más de 50.000 han sido confirmadas mediante pruebas PCR. La gran mayoría de los fallecidos eran personas mayores de 65 años. Según un estudio de seroprevalencia, hasta junio, el 5% de la población española había sido infectada por el virus. Álvaro Ybarra Zavala Los ataúdes que serán utilizados por los servicios funerarios y tanatorios en España durante los próximos tres días de la pandemia esperan en la línea de producción de la fábrica del Grupo Unicoffin-Arcae, uno de los principales fabricantes de ataúdes en España. odos estos ataúdes fueron fotografiados el 5 de febrero y, para el 9 de febrero, ya habían sido incinerados o enterrados.Enero fue el peor mes de la pandemia en cuanto a contagios de COVID-19 y, junto con febrero, ha acumulado cifras récord de muertes, con un exceso de mortalidad acumulado del 18%, según el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), elaborado por el Instituto de Salud Carlos III. Álvaro Ybarra Zavala Una familia asiste al entierro de su familiar, víctima de COVID-19, en un cementerio de la provincia de Ciudad Real.Las estrictas medidas de seguridad decretadas por el gobierno de España para prevenir la propagación del virus impiden que las familias se despidan de sus seres queridos como desearían. Solo tres miembros de la familia por fallecido pueden estar presentes en el funeral.Se estima que la pandemia ha causado más de 70.000 muertes en España, de las cuales más de 50.000 han sido confirmadas mediante pruebas PCR. Según un estudio de seroprevalencia, el 5% de la población española había sido infectada por el virus hasta junio. Álvaro Ybarra Zavala El sacristán de la basílica de Begoña desinfecta la iglesia de COVID-19 después de la celebración de la Misa. La diócesis de Bilbao adoptó todas las medidas de seguridad posibles frente al COVID-19 para afrontar la nueva normalidad a la que el virus nos obliga.El 14 de marzo, cuando había alrededor de 6.000 casos y 200 muertes en España, el gobierno español declaró el estado de alarma en todo el país con el fin de frenar la emergencia sanitaria causada por la pandemia de COVID-19. A mediados de mayo, España era el quinto país en cuanto a casos confirmados (232.037 positivos), por detrás de Estados Unidos, Rusia, Brasil y el Reino Unido, y también el quinto país en cuanto al número de muertes, por detrás de Estados Unidos, el Reino Unido, Italia y Francia. Se estima que la pandemia ha causado más de 70.000 muertes en España, de las cuales más de 50.000 han sido confirmadas mediante prueba PCR. La gran mayoría de los fallecidos eran personas mayores de 65 años. Según un estudio de seroprevalencia, hasta junio, el 5% de la población española había sido infectada por el virus. Álvaro Ybarra Zavala Lucía juega con su abuelo Antonio separado por un cristal por miedo al contagio de COVID-19.El 14 de marzo, cuando había alrededor de 6.000 casos y 200 muertes en España, el gobierno español declaró el estado de alarma en todo el país con el fin de frenar la emergencia sanitaria causada por la pandemia de COVID-19. A mediados de mayo, España era el quinto país en cuanto a casos confirmados (232.037 positivos), por detrás de Estados Unidos, Rusia, Brasil y el Reino Unido, y también el quinto país en cuanto al número de muertes, por detrás de Estados Unidos, el Reino Unido, Italia y Francia. Se estima que la pandemia ha causado más de 70.000 muertes en España, de las cuales más de 50.000 han sido confirmadas mediante prueba PCR. La gran mayoría de los fallecidos eran personas mayores de 65 años. Según un estudio de seroprevalencia, hasta junio, el 5% de la población española había sido infectada por el virus. Álvaro Ybarra Zavala Un grupo de ciudadanos visita el Museo del Prado después de su reapertura. Con la llegada de la nueva normalidad, el Museo del Prado estableció estrictas medidas de seguridad para que los ciudadanos pudieran volver a visitar las obras del museo con la máxima seguridad posible contra el virus COVID-19. Álvaro Ybarra Zavala Un concierto de Operación Triunfo en el WiZink Center de Madrid. El WiZink Center de Madrid abrió sus puertas con todas las medidas de seguridad posibles frente al COVID-19 apostando por la recuperación de un espacio para la cultura y la música. Álvaro Ybarra Zavala Un grupo de surfistas de élite se toma la temperatura antes de entrar al mar para competir en el campeonato profesional de surf Pantín Classic en Galicia. Este año, el campeonato profesional de surf Pantín Classic, que forma parte del circuito internacional de surf, se celebró después del estado de emergencia decretado por el gobierno español debido a la pandemia de COVID-19. Aunque el estado de alarma ya no estaba activo, el virus seguía siendo una amenaza muy real para los atletas que competían en el evento, los organizadores y el público. Por lo tanto, la organización tomó todas las medidas de seguridad posibles para hacer del campeonato un entorno seguro frente al COVID-19. Se estima que la pandemia ha causado más de 70.000 muertes en España, de las cuales más de 50.000 han sido confirmadas mediante prueba PCR. La gran mayoría de los fallecidos eran personas mayores de 65 años. Según un estudio de seroprevalencia, hasta junio, el 5% de la población española había sido infectada por el virus. Álvaro Ybarra Zavala 1 de junio de 2020: El padre Juan José Blanco se protege con una mascarilla mientras imparte el sacramento de la confesión.El 14 de marzo, cuando había alrededor de 6.000 casos y 200 muertes en España, el gobierno español declaró el estado de alarma en todo el país con el fin de frenar la emergencia sanitaria causada por la pandemia de COVID-19. A mediados de mayo, España era el quinto país en cuanto a casos confirmados (232.037 positivos), por detrás de Estados Unidos, Rusia, Brasil y el Reino Unido, y también el quinto país en cuanto al número de muertes, por detrás de Estados Unidos, el Reino Unido, Italia y Francia. Se estima que la pandemia ha causado más de 70.000 muertes en España, de las cuales más de 50.000 han sido confirmadas mediante prueba PCR. La gran mayoría de los fallecidos eran personas mayores de 65 años. Según un estudio de seroprevalencia, hasta junio, el 5% de la población española había sido infectada por el virus. Álvaro Ybarra Zavala El primer ministro Pedro Sánchez entrega un mensaje a la nación durante el primer estado de alarma que España experimentó como resultado de la primera ola de la pandemia de COVID-19.Durante los dos estados de alarma que España ha experimentado desde el comienzo de la pandemia, la libertad de prensa y el acceso directo a nuestros líderes durante las ruedas de prensa se ha limitado bajo la protección de la seguridad sanitaria y las limitaciones impuestas por el COVID-19. Esta fotografía representa el acceso a través de plataformas estilo Zoom que la prensa tuvo durante los primeros meses de la pandemia para hacer preguntas a nuestros políticos, siempre previamente filtradas por sus directores de prensa y de gabinete. Todos los partidos políticos en España han aprovechado esta circunstancia para evitar el control ejercido sobre ellos por la prensa en cualquier democracia. El trabajo de los periodistas y los medios de comunicación en España durante el período de la pandemia de COVID-19 ha estado sometido a un estricto control de censura encubierta y apagón bajo la protección de las medidas de seguridad sanitaria y el estado de alarma. Álvaro Ybarra Zavala Miembros de una mesa electoral se preparan para comenzar a contar los votos de su mesa durante las elecciones autonómicas en Cataluña. Las elecciones se celebraron bajo estrictas medidas de seguridad debido a la pandemia de COVID-19. A causa del virus, la participación de los votantes en estas elecciones alcanzó un récord histórico bajo, con solo el 54% de la población participando. Álvaro Ybarra Zavala
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