Cómo no va a respetar José Tomás a Roca Rey, la bestia que traspasa la pantalla

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Cómo no va a respetar José Tomás a Roca Rey, la bestia que traspasa la pantalla

Cómo no lo va a respetar José Tomás, el torero más íntegro y de verdad de nuestra época, «el más tío» -como dice Martín Arranz-, alejado de poses, sin vender jamás el dolor y la pena, pese a estar herrado por la cornada (casi) mortal de Navegante. El Monstruo de Galapagar admira el compromiso de la otra Bestia nacida al otro lado del Atlántico, esa honestidad ante el toro que se ha reforzado aún más en la gran pantalla. Los 125 minutos de ‘Tardes de soledad’, que pasarán a la historia del cine y del toreo, podrían haberse amplificado este sábado en Valencia. En la Feria de Fallas prendió la mecha de su décima temporada, que no fue mecha sino incendio, capaz de calmar en la víspera la ingobernable lluvia. Hasta que llegó Roca Rey… Porque cesó cuando pisó la capital del Turia, como si los dioses antiguos, rendidos ante su majestad, hubieran detenido el diluvio para que Andrés de Lima librara una nueva batalla contra el destino. Venía el as de oros, el más codiciado en la taquilla, y salió el sol, aunque su heroica figura se acercase a la sombra del percance. Flaco como un junco y con la furia en su rostro, se la jugó con el bueno y con el malo, con esa capacidad para llenar el escenario, para palpar el peligro como en nadie, como nos contaba Serra. Hasta desnudar ese valor sobrenatural para reafirmar su reinado en Valencia, el tendido donde sonaron voces contra Pedro Sánchez. Y no para gritarle «¡torero, torero!» -como coreaban al limeño en su faena de puerta grande-, sino para mentarle a la madre. Hubo una que lloró sin poder esconder su miedo y su emoción. La de Alejandro Chicharro, que brindó el toro de la alternativa a sus padres y ofreció una estupenda dimensión, merecedora de oportunidades. Armónicas las hechuras del victoriano de la ceremonia, un Alabardero de lujo que se vino arriba en la lidia de Iván García. Muy bien anduvo la cuadrilla, que se desmonteró en banderillas. Y con ambición, sin perder nunca la serenidad, estuvo el toricantano desde el pase pendular de hinojos a las templadísimas series con un animal de rítmica nobleza que no quería tirones. Conectó el de Miraflores con las gradas, que contuvieron el «ay» en las ceñidas bernadinas finales. Se ganó una oreja y perdió otra del buen sexto con el acero, pero su resolutiva imagen ahí quedó, al igual que su guiño a Almeida. Chicharro se quedó sin la foto de la salida a hombros con Roca Rey, que es otra película, esa que traspasa pantallas. Pisó el filo de la navaja cuando su primero lo arrolló en un descarnado quite y el propio torero se hizo el ‘autoquite’ tirando el capote al toro. Enmorrillado y algo cuesta arriba era, pero con ese fondo bravo que tan bien le viene a Andrés. Noticia Relacionada FERIA DE FALLAS estandar Si Historia de la suspensión de la primera corrida de Fallas o cómo cabrear al aficionado a los toros Rosario Pérez Una hora después, tras el desfile del tractor, las tres espuertas de arena y una carretilla de mano, se canceló un festejo imposible de dar por el pésimo estado del ruedoFue el capítulo más emocionante, con Chacón desmonterado, el solo de trompeta del Soro y, al turrón, la obra de Roca. De locura desde los tres pases cambiados de rodillas, con una conexión brutal con los tendidos. En pie desde primera hora. Sonaba la ‘Concha flamenca’ mientras Frenoso sacaba su carbón y la Bestia imponía su autoridad con la mano baja, el temple, invertidos inverosímiles y esa forma de enroscarse al victoriano en un palmo de terreno. Lanzaron entonces un sombrero cordobés y, al natural, se creció su raza sideral, con un cambio de mano en el que se desprendió de la ayuda. «Ponte a torear», le increpó uno entre el mosqueo de otros. Si eso no era torear… Rotó con la derecha luego, intentó la arrucina y ligó un pase de pecho que desafiaba a todos. Fue una faena tan soberbia e intensa, de figurón, que algunos pidieron el indulto, fuera de lugar. De un sopapo lo mató, paseó dos orejas de ley y la bravura de Frenoso recibió los honores de la vuelta al ruedo. Feria de Fallas Plaza de toros de Valencia. Sábado, 15 de marzo de 2025. Segunda corrida de la feria. Cartel de ‘No hay billetes’. Toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés (4º), malamente enlotados, de vuelta al ruedo la bravura del 3º, muy bueno el lote de Chicharro, una mansa prenda el 5º; feotes y deslucidos los de Talavante. Alejandro Talavante, de canela y oro: pinchazo y estocada (silencio); media atravesada y descabello (silencio). Andrés Roca Rey, de azul cobalto y oro: estocada (dos orejas); estocada caída y atravesada y descabello (aviso, petición de oreja y saludos). Alejandro Chicharro, de de blanco y plata: pinchazo hondo y descabello (oreja tras aviso); pinchazo atravesado, otro pinchazo y descabello (aviso y vuelta).A punto estuvo de acabar en el hule cuando recibió al hondo quinto, que apretaba y le pegó un seco pitonazo en la rodilla. Se notaba que le había hecho daño, pero allá siguió con aquel Marginado que no regaló nada. Toda su mansedumbre (a cuestas) y un poder (a la defensiva) frente a los que no se arrugó nunca el peruano, que pisó terrenos de fuego con la gloria ya conquistada. Poco conquistó Talavante con un lote feote ‘desaborío’ en el que dieron el cante alabándole un arte ausente.

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