Doña Vicenta, la madre de Federico García Lorca, seguramente conocía la historia de un monje capuchino que, en el siglo XVIII, descubrió un manantial curativo en la Alpujarra granadina . O no, porque no se ha podido corroborar si no se trata más que de una leyenda. Lo cierto es que a doña Vicenta aquellas aguas le sentaban muy bien. Por eso, durante una docena de veranos, a partir de 1924, la familia, Federico incluido, se instalaba quince días en Lanjarón. En el hotel en el que se alojaban, el España, hoy Hotel España Balcón de Lorca, solían quedarse en las habitaciones 207 y 207 B.La prensa de la época también reflejó cómo pasaron por el balneario de Lanjarón la escritora británica Virginia Woolf, con amigos en la zona. También el filósofo, matemático y premio Nobel Bertrand Russell, y el músico Manuel de Falla.MÁS ‘AL PRINCIPIO’ noticia Si El Festival de Teatro de Almagro: así siguen Lope y Calderón reventando la taquilla cuatro siglos después noticia Si Cinco Jotas, la apuesta jamonera que idolatran los chinos y se sirve en los Óscar noticia Si Carros Rolser, de cestería de mimbre familiar a conquistar las aceras de Nueva YorkSí, el nombre de Lanjarón se había elevado por encima de sus montañas y fronteras. Hacía ya más de un siglo –en 1818– que uno de sus manantiales, el llamado Manantial Salud , había sido declarado mineromedicinal, confirmando así la leyenda del monje capuchino.Desde Lanjarón, Nicolás Pellegrino, director de la unidad de negocio de aguas de Danone Iberia –firma a la que pertenece Lanjarón– ni la confirma ni la desmiente. «Es cierto que existe esta historia. Además, está recogida en el Museo del Agua en Lanjarón. La historia cuenta que un monje capuchino con problemas de salud descubrió un manantial en la región y, después de beber su agua, su salud mejoró. Tras aquello, se dice que el monje decidió instalar una casa de madera y bautizar el manantial como Capuchina». Aunque muchos siglos antes, se calcula que sobre el X, los árabes ya habían bautizado la zona. Lanjarón, del árabe, proviene de un término que significa «tierra de manantiales». Hoy, Lanjarón cuenta con seis fuentes declaradas mineromedicinales, incluida la de Capuchina.A partir de ahí, el agua de Lanjarón se convirtió en maná. Con la declaración de 1818, Lanjarón vio nacer el balneario . «En aquel momento, los usuarios acudían a él para que el doctor les diese agua mineromedicinal, para ayudar en afecciones como problemas digestivos, reumáticos y respiratorios, gracias a los minerales presentes en el agua. Más tarde, ya en el año 1878, llegaría el reconocimiento definitivo e internacional cuando el manantial recibió la medalla de plata en la Exposición Universal de París», recuerda Pellegrino. —¿Por qué se empieza a embotellar? ¿De quién es la idea?—El envasado de agua comienza en 1830, cuando la gente que acude al balneario quiere seguir beneficiándose del agua mineral y sus propiedades en sus casas. Muchos usuarios acudían a Lanjarón desde otros pueblos y ciudades españolas, y pedían poder llevarse el agua. Fue entonces cuando se comenzó a envasar, mediante un proceso manual y en botellas de cristal.El agua embotellada empezó a comercializarse en 1830. En la imagen, un camión de 1950 CedidaHablamos de aquella época en la que, en España, la gente acudía con sus cántaros y otros recipientes a recoger agua a las fuentes. Imaginen si además, se trataba de un agua que podía sanarte. Aún así, poco imaginarían entonces que un día las aguas de Lanjarón llegarían a millones de hogares españoles.Preguntamos por los datos de agua embotellada a día de hoy. La firma ofrece las cifras de forma general, junto a los números de Font Vella: ambas marcas pertenecen a Danone. En total, Aguas Danone está presente en 4,6 millones de casas y en casi 100.000 puntos de venta, entre comercios tradicionales y hoteles, restaurantes y cafeterías.CrecimientoEl envasado tal y como lo conocemos hoy se inicia en el año 1950, cuando la compañía empieza a cobrar forma con la inauguración de la primera planta moderna. El paso definitivo llegaría en 1990, con la creación de la planta actual, situada en Fuenteaporta, a la entrada del pueblo de Lanjarón. La mayoría de los empleados de la planta son locales . El pueblo cuenta actualmente con unos 3.500 habitantes. Tres años después de la inauguración de aquella planta de envasado, en 1993, Lanjarón se unió al grupo Danone.La marca se bebe en más de cuatro millones de hogares españolesSi aquellos primeras décadas de reconocimiento y crecimiento de balneario y del negocio del agua embotellada fueron de los mejores para la firma, desde Lanjarón aseguran estar ahora, también, viviendo una buena etapa. Entre las peores, como tantas empresas, una respuesta corta y todavía muy cercana : la pandemia de Covid.Quizá para olvidarse de esos malos momentos, porque no hace tanto, en Lanjarón han querido revestirse de alegría. Lo han hecho con un vestido. De flamenca . Lo han llamado Origen. Está diseñado por la granadina Beatriz Peñalver que busca, aseguran desde la firma, rendir un homenaje a la tradición andaluza y sobre todo, a sus mujeres. Quizá porque solían ser ellas las que iban a las fuentes.FolcloreIgual que se ha homenajeado el traje de flamenca, en Lanjarón se ha homenajeado también a uno de sus grandes nombres. En 2023, coincidiendo con el 125 aniversario de la muerte de Federico García Lorca, la firma lanzó una campaña para ponerle voz al poema ‘Agua, ¿dónde vas?’. Para ello, se mezclaron voces de los andaluces con la colaboración de las DJ’s Mëstiza. El resultado fue una canción que fusiona el flamenco, la música electrónica y el folklore español.—Volvamos a ese folklore: ¿Sigue yendo gente a por agua a los manantiales de Lanjarón? ¿Son públicos?—La región de Lanjarón genera un gran interés turístico. Las zonas termales del balneario son muy populares como espacio lúdico termal en Andalucía por sus aguas y por las rutas de senderismo de sus alrededores, que permiten descubrir los majestuosos paisajes naturales donde nacen estas aguas. De hecho, una de las peculiaridades del agua de Lanjarón es que nace en una zona protegida, al pertenecer al Espacio Natural de Sierra Nevada y ser considerado también Parque Nacional y Natural. Se trata de una de las muy pocas aguas que se pueden encontrar a nivel nacional con esta doble protección, lo que garantiza que éstas mantienen su composición natural totalmente aislada del impacto de la actividad humana.Origen, el traje de flamenca con el que homenajean a las mujeres CEDIDA—Lanjarón, ¿sigue siendo el pueblo con mayor esperanza de vida de España? ¿Me dirá que es por el agua?—El pueblo de Lanjarón es extraordinario, igual que el agua mineral natural que brota de su manantial. Esta agua nace en las cumbres de Sierra Nevada. Al derretirse la nieve y filtrarse a través de la tierra, en un proceso que dura varios años, adquiere una composición mineral única. —¿Cómo explica un directivo de Lanjarón que alguien diga ‘esta agua me gusta más, o esta agua no me gusta’? ¿No habíamos quedado que el agua era insabora, o dicho de forma más correcta, insípida?—Aunque puede parecer que el agua no tiene sabor, los diferentes valores de mineralización otorgan un sabor distintivo a cada una de ellas. Pero, más allá del gusto, hay otros aspectos que tienen peso en el proceso de compra de los consumidores, tales como el diseño de un buen formato de envase, adaptado a las necesidades y momentos de consumo, o la apuesta por la sostenibilidad y la innovación de la marca. Elementos que, a nuestro entender, pueden suponer un importante valor añadido en la decisión de compra.—En España, y voy a ser «cero original», ¿bebemos mucha o poca agua?—El agua es la bebida más consumida en España, siendo además la opción de hidratación más saludable.

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