La historia del alicantino Sergio Aracil es el espejo del sufrimiento anónimo de entrenadores de equipos no profesionales que cada temporada son despedidos, o, como en su caso, abandonan ‘voluntariamente’ el cargo forzados por impagos y falsas promesas de «vuelva usted mañana». En su primera experiencia en Castilla-La Mancha tras dirigir en la Región de Murcia al Lorca Deportiva y al UCAM Murcia B, el técnico de San Vicente del Raspeig, que llegaba el pasado curso y vivía su segundo curso en CP Villarrobledo , no pudo aguantar más y a finales de enero puso fin a su estancia en el Barranco del Lobo, uno de los campos míticos del fútbol de barro. Los incumplimientos económicos de la entidad terminaron por superarle. Dos meses después de abandonar la entidad albaceteña sigue sin cobrar lo que se le adeudaba y su situación cada vez es más complicada. «A día de hoy no he percibido ni un solo euro desde que finalizó mi relación contractual con el club, pese a que el CP Villarrobledo sí ha podido firmar e inscribir a su nuevo entrenador desde hace ya seis jornadas», denunciaba este martes a través de un comunicado en sus redes sociales. Noticia Relacionada estandar No «He derramado más de una lágrima, los niños no pueden ver desaparecer al equipo» Jorge Abizanda La mascota que alegra los partidos del equipo albaceteño relata a ABC la angustiosa situación del clubTras meses de impagos de los salarios a la plantilla y el cuerpo técnico, el entrenador, como la mayoría de los jugadores, decidió en enero cerrar su etapa en el Villarrobledo, conjunto del Grupo XVIII de Tercera Federación . Aracil tiene interpuestas dos denuncias ante la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha: una desde diciembre de 2024 por los dos meses que se le adeudan de la temporada pasada, y otra desde enero de 2025 por los impagos de la actual campaña. Sin poder entrenar en España, ha tenido que hacer las maletas y buscar una oportunidad en el extranjero. El mismo camino que siguen o han seguido muchos preparadores modestos que se han visto en su misma situación en otros equipos. Sergio Aracil, entrenador de la UE Santa Coloma ABC«Pido, por favor, que alguien se ponga en mi situación: llevo sin percibir un solo euro desde octubre, las semanas pasan y todo lo que se me dice se incumple, me cuesta contactar con las personas que llevan el caso, hay un dinero depositado que no puedo disponer de él, y por si fuera poco, no puedo trabajar en España», denunciaba en su comunicado. «Soy entrenador, pero también tengo familia, una hija, una hipoteca que pagar, y he tenido que salir al extranjero a seguir ejerciendo mi profesión. Sólo exijo cobrar lo que dignamente he trabajado en el CP Villarrobledo», añadía el ahora técnico de la UE Santa Coloma, club de la primera división andorrana.Llamamiento a los compañeros«Hago un llamamiento a todos los compañeros de profesión. No nos merecemos pasar por esto. Estamos desprotegidos y, lamentablemente, a todos nos va a acabar tocando vivir esta situación alguna vez. Tal y como nos aconsejan, tengo mi contrato federativo firmado perfectamente y, de momento, no me ha servido de nada. O nos unimos de verdad, o habrán más casos como el mío», reclama el alicantino, que recuerda a ABC que varios compañeros de su cuerpo técnico de la actual temporada están viviendo su misma situación . «He preferido hacer un escrito individual para no tener que exponer públicamente a nadie», explica.En enero de 2025, cuando finalizó su relación contractual con el Villarrobledo, desde la Federación de Castilla-La Mancha, a través del Juez Único de Competición y del Comité de Entrenadores, se le aseguró que sus denuncias bloqueaban la inscripción del nuevo entrenador del equipo albaceteño, y que a partir de la tercera semana sin entrenador, al club se le multaría cada jornada que no lo presentase entrenador. «Esta es la única fuerza que tenemos los entrenadores que sufrimos impagos o que somos cesados», reconoce Aracil.Cuando se cumplió la tercera semana, sin embargo, el CP Villarrobledo sí pudo inscribir a su nuevo entrenador, «simplemente depositando una cantidad económica, decidida por el juez, en la cuenta del Comité de Entrenadores», detalla. «Cuando llamé al Comité de Entrenadores de la FFCM, para pedir explicaciones, me reclamaron mi número de cuenta, asegurándome que me iban a ingresar la cantidad depositada por el club, que aunque no completaba la totalidad de la denuncia, ese dinero me correspondía», añade.La sorpresa tardó solo 3 horas en llegar porque, según recuerda, le volvieron a llamar para decirle que no podían ingresarle nada porque ese dinero estaba retenido hasta que el Juez Único resolviese el caso. «Lo acepté y lo entendí, sobre todo porque el Juez Único me aseguró que a finales de febrero estaría el caso resuelto», asegura el técnico, ahora decepcionado a través de que en Andorra ha recobrado la ilusión por el fútbol gracias a la oportunidad que le ha dado la UE Santa Coloma.En marzo, y aún sin respuesta de ningún tipo, Sergio Aracil volvía a preguntar. Desde el Comité de Entrenadores se le comunicó que el viernes 8 terminaba el plazo de alegaciones del club, y se le pidió que esperase al lunes 11, cuando por fin habría resolución a su caso. Llegada la esa fecha, otra vez la decepción.«Ya desesperado, el lunes 17 de marzo por la tarde conseguí contactar vía telefónica con el Juez, quien me aseguró que ‘esa misma tarde o al día siguiente’ iba a enviarme la resolución por email. Hasta hoy, no tengo noticias ni por email ni por llamada telefónica, ni tampoco el Comité de Entrenadores sabe darme una respuesta», lamenta a ABC el técnico, que confía en que, tras su denuncia en las redes, «a quien corresponda de la Federación de Fútbol de Castilla La Mancha, se ponga en contacto conmigo y pueda darme una explicación real y convincente de lo sucedido, y que esto se resuelva lo antes posible. Es la historia de Sergio Aracil, la que sufren o han sufrido en silencio otros muchos preparadores del fútbol de las categorías inferiores.

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