Sánchez combatirá el asedio de sus socios en defensa con «pedagogía»

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Sánchez combatirá el asedio de sus socios en defensa con «pedagogía»

Pedro Sánchez se subirá este miércoles a las nueve de la mañana a la tribuna del Congreso de los Diputados para afrontar un pleno intenso, de los que terminan con una sesión de control al Gobierno después de que el presidente discuta con los líderes de todas las formaciones del arco parlamentario. Es el formato habitual posterior a la reunión del Consejo Europeo , como el que tuvo lugar la semana pasada en Bruselas. Pero en esta ocasión el debate tiene mayor alcance, con el aumento del gasto en defensa en el centro del mismo. En el Gobierno admiten que será un discurso «militarista», o más bien «pedagógico-militarista». Una manera de sintetizar con palabras crudas y claras, que se suavizan en público, el brete que enfrenta el jefe del Ejecutivo, el de combatir el asedio de sus socios de la izquierda. Tanto el de coalición, Sumar , como los parlamentarios, caso de ERC, Bildu o los siempre correosos cuatro diputados de Podemos, comandados por la exministra Ione Belarra. Las mismas formaciones que la semana pasada votaron tanto en contra de ese aumento en el gasto militar como de la propia OTAN. Sánchez no cree que pese a las apariencias se vaya a quedar solo en el debate. « Todos estamos contra la guerra en Ucrania , es un momento muy difícil que requiere de altura de miras», explican desde Moncloa ante el pleno. Y más en concreto, en cuanto a los de la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, aseguran que «Sumar y nosotros [el PSOE] entendemos la trascendencia del momento, y ellos saben que el aumento en defensa no va a suponer que se recorte el gasto social». «Estamos bastante alineados con el PSOE», trasladan desde el Grupo Plurinacional en el Congreso. Cualquiera lo diría, sobre todo después de que la semana pasada el Gobierno se rompiese en dos mitades al votar Sumar en contra de subir el gasto en defensa y a favor de salir de la OTAN en una moción del BNG a la que se unió la coalición de la también ministra de Trabajo; o de que la propia Díaz respondiese a Sánchez que el rearme que planea la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen no es un mero tema léxico. «No se trata de cambiar una palabra, sino cambiar todo un proyecto europeo», dijo la vicepresidenta segunda en un comunicado después de que el líder socialista pidiera « no hablar de rearme ». sino de una «mayor inversión en seguridad». Noticia Relacionada estandar Si Los socialistas renunciar a la enmienda a favor de los okupas en la ley antifranquista Juan Casillas BayoEn cualquier caso, Sumar quiere dejar claro que su intención no es la de poner este miércoles en un aprieto al presidente del Gobierno. Su portavoz parlamentaria, Verónica M. Barbero, será la encargada de interpelar a Sánchez por parte del Grupo Plurinacional. Al igual que su líder, Barbero tiene claro que «no estamos ante un debate terminológico» y por ello acudirá al pleno de este miércoles con una batería de preguntas dirigidas al presidente con las que aspira a que este responda «en abierto» para que la ciudadanía sea «consciente» del problema más allá de las conversaciones a nivel privado que puedan darse en el seno de la coalición, explicó este martes. No quiso revelar, sin embargo, si en esa lista de cuestiones figura o no la de reclamar al líder del Ejecutivo que lleve al Congreso cualquier incremento del presupuesto en defensa para someterlo al debate y votación de todas las fuerzas políticas. Formaciones como Compromís, Chunta o Comunes, integrados en Sumar, exigen asimismo que el PSOE no les tome por «ingenuos, dado que, a su juicio, es evidente que se quiere implantar en el imaginario colectivo de españoles y europeos una sensación de inseguridad que justifique el plan de rearme de la Unión Europea (UE).A las reticencias de su socio de coalición, su suma el rechazo frontal de socios del resto de socios de izquierda como el BNG, Bildu -que, «en absoluto», apoyará el gasto en la «aceleración militar», zanjan fuentes del partido de Otegi- o Podemos. La teoría de la formación morada es que la intención del jefe del Ejecutivo es renunciar a presentar las cuentas públicas de este año no por falta de apoyos, sino para «hacer trampa» y aumentar el gasto militar «de tapadillo», acometiendo recortes en partidas de gasto social «sin que los diputados puedan votarlos, ni los españoles notarlos». Por ello, considera que el debate del incremento del gasto en defensa «debería darse en el marco de los presupuestos generales, no despacharse así», opinó este martes su portavoz en el Congreso, Javier Sánchez Serna .Sumar, que dice sentirse alineado con el PSOE, recuerda que no se trata de un «debate terminológico» sino de cambiar el modeloPor no hablar de los partidos de la oposición, que acuden este miércoles al hemiciclo con la intención exponer la que creen evidente debilidad del Ejecutivo de coalición por más que sus dos patas, tanto PSOE como Sumar, insistan en que goza de muy buena salud. También de empujar al presidente a ofrecer algún detalle sobre su plan de rearme y seguridad nacional que todavía no ha ofrecido, en caso de que tenga uno, y de forzarle a celebrar una votación en las Cortes sobre el mismo. Es el caso del Partido Popular (PP), cuyo líder, Alberto Núñez Feijóo preguntará a Sánchez, entre otras cuestiones, cómo va a comprometerse con la OTAN si una parte de su Gobierno quiere abandonarla y aprovechará para reclamarle en persona la celebración de un debate de estado de la nación, que el presidente no convoca desde hace ya tres años. En cuanto a Vox, los de Santiago Abascal no esperan «absolutamente nada» de la comparecencia. «Mentiras, eufemismos y más intentos de vendernos la moto», dijo la portavoz parlamentaria de la formación derechista, Pepa Millán. Y en todo caso, apostilló, que el socialista traslade a la Cámara Baja «lo que le ha ordenado Von der Leyen, fingiendo que le importa algo la defensa de España».Menos aliados que nuncaPor lo demás, no es ningún secreto que Sánchez afronta este asunto del gasto en defensa con menos aliados que nunca en la UE, allí donde pronto perderá al principal gobernante socialdemócrata, el canciller Olaf Scholz, que cederá el testigo en Alemania al cristiano demócrata Friedrich Merz. De ahí que en la cumbre de la semana pasada el presidente formase una alianza ideológicamente contra natura con la primera ministra italiana, la derechista Giorgia Meloni. Lo que la política no une puede hacerlo la geografía, y en el caso de los dos grandes países mediterráneos de la UE la amenaza por la contienda bélica iniciada hace tres años por Rusia no se siente tan cercana como en los países del este que hacen frontera con Ucrania, caso por ejemplo de Polonia. España e Italia, en cambio, prefieren hablar de seguridad antes que de rearme, y que los gastos en control de fronteras o incluso en protección civil, así como en ciberseguridad, computen en la estadística como dinero invertido en defensa. «Allí quieren armas, claro, defenderse», admite un importante miembro del Ejecutivo, que subraya que pese a todo a Sánchez se le escucha mucho en Bruselas, por su condición de dirigente ya muy veterano en el Consejo Europeo.Podemos cree que la intención del socialista es no presentar presupuestos para incrementar el gasto militar de «tapadillo» El problema para Sánchez es que sus socios ya se oponían al aumento del 2 por ciento en gasto militar al que ya se comprometió en la cumbre de la OTAN de 2022 en Madrid, justo después de la invasión de Putin. Y mucho más lo harán al 3 por ciento del que ya habla la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y a los porcentajes superiores que exige el estadounidense Donald Trump, y que podrían tener alguna traducción concreta en la cumbre atlántica de junio próximo en La Haya.

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