Como si mayo no estuviera cargado de simbolismos en Argentina, fue justamente un día antes de terminarlo que al país del tango le ha tocado despedir a una de las mujeres que ha llevado este mes como emblema a lo largo de toda su vida. Nora Morales de Cortiñas , cofundadora de Madres de Plaza de Mayo , ha fallecido en la tarde de este jueves a sus 94 años. «Nora estuvo acompañada por el amor de su familia», ha asegurado su entorno más cercano a través de un comunicado.Nacida en 1930, apenas meses antes del primer Golpe de Estado llevado a cabo por los militares, Cortiñas dedicó su vida entera a intentar saber qué había sido de su hijo mayor , Carlos Gustavo, secuestrado durante la última dictadura argentina . Sin embargo, falleció sin lograr tener respuesta a esa pregunta que la mantuvo viva y en pie durante tantos años. La totalidad de la prensa argentina la despide y agradece su compromiso con la democracia.La salud de NoraA mitad del mes que dio nombre a la plaza que tantas veces recorrió Nora –o ‘Norita’, como se la conoce en Argentina-, la salud de Cortiñas comenzó a deteriorarse. El pasado 17 de mayo fue ingresada al Hospital de Morón para que se le realizara una intervención debido a una hernia. No obstante, una vez allí su salud comenzó a desmejorar . Noticia Relacionada Crece la tensión estandar No Masiva manifestación en Buenos Aires por la memoria y contra Milei Guadalupe Piñeiro | Corresponsal en ARGENTINA Un vídeo del Gobierno, cuestionando las cifras de los desaparecidos, caldea elEste jueves por la mañana un parte médico que circuló en la prensa local aseguraba que su salud se encontraba estable, aunque con «pronóstico reservado». A partir de allí, algunos usuarios de redes sociales se hicieron eco de la versión de su fallecimiento. Sin embargo, algunas horas más tarde Cortiñas falleció. El funeral tendrá lugar este viernes en el municipio bonaerense de Morón. Apenas dada a conocer la noticia de su muerte, que se hizo pública sobre la noche del jueves, decenas de argentinos se congregaron en la mítica Plaza de Mayo para recordarla. También figuras de peso tanto de la política como del mundo del arte le dedicaron unas palabras a una de las fundadoras del movimiento surgido en dictadura.La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner se refirió a Cortiñas en sus redes sociales como a una « eterna luchadora por los derechos humanos y por la democracia en nuestro país«, mientras que el exmandatario Alberto Fernández también la despidió públicamente en sus redes sociales, donde sostuvo que »su legado y valentía nos seguirán inspirando«.Una búsqueda incesanteLa vida de Nora podría haber sido la de cualquier mujer de su época, pero un sorpresivo suceso cambiaría radicalmente su destino: el secuestro de su hijo mayor , Gustavo, quien se transformó en uno de los miles de desaparecidos durante la última dictadura militar. Corría el año 1977, los militares habían instalado una dictadura hacía apenas un año y Nora tenía en ese momento 47 años. Lejos estaba en su juventud de imaginarse que su vida doméstica daría un giro de 180 grados.Su hijo Gustavo fue secuestrado en la estación de trenes de Castelar y, a partir de allí, pasó a integrar la infinita lista de desaparecidos . Estaba casado y tenía un hijo. Era estudiante de Ciencias Económicas y militante en la Juventud Peronista en la Villa 31. Desde ese momento, Nora comenzó junto a otras madres las icónicas vueltas alrededor de la Plaza de Mayo como forma de protesta silenciosa y de reclamo ante la incertidumbre sobre el paradero de su hijo. Las vueltas se repetían todos los jueves de manera sistemática. Y quiso el destino que Nora falleciera también un jueves, ese día de la semana que durante tantos años ella esperaba con ansias para pedir respuestas sobre la vida de su hijo.Durante la última dictadura militar, Cortiñas se atrevió a llevar al Vaticano la problemática de los desaparecidos y su desesperada búsqueda por saber de su hijo. Incluso llegó a tener una conversación con el papa Juan Pablo II.Una de sus frases más recordadas reza: «Perder un hijo es siempre una tragedia, pero hay que elaborarlo para no quedar prendida en ese laberinto y ayudar a quienes están en la misma situación. La soledad nunca es buena receta si se quiere saber la verdad».

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