La unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil realizará este martes la inspección en el tercer piso de la mina de Cerredo (Degaña, Asturias) en el que el lunes de la semana pasada se produjo una explosión que acabó con la vida de cinco mineros e hirió a otros cuatro, dos de ellos de gravedad. Así lo confirmó el lunes la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, quien señaló que el equipo de la Benemérita estará acompañado por la unidad especializada en incendios y explosiones, la Brigada de Salvamento Minero y los técnicos de minas, que «entrarán en la mina para inspeccionarla».La Guardia Civil realizó una primera inspección el mismo día del accidente, el pasado 31 de marzo, justo al finalizar las labores de rescate, pero desde ese día la bocamina ha permanecido cerrada y precintada. « Queremos saber exactamente qué ha ocurrido , por qué ha ocurrido y quiénes son los responsables», explicaba ayer Lastra en una intervención en el congreso de CC.OO. de Asturias. Según todos los indicios, que ahora debe corroborar la investigación, el accidente se produjo por una explosión de grisú , por lo que las dudas se encuentran en conocer si los mineros contaban con los detectores adecuados y si el lugar estaba suficientemente ventilado para evitar la acumulación del gas.Noticias relacionadas reportaje Si «Nadie quiere irse, se agarran a un clavo ardiendo y la mina es ese clavo» José Ramón Navarro-Pareja estandar No Denuncian que las autorizaciones para investigación en las minas «encubren labores de explotación» José Ramón Navarro-ParejaEl accidente se produjo en el tercer piso de la mina de Cerredo, en la bocamina denominada El Mangueiro, que da acceso a varias capas de antracita, como las denominadas ‘Anita’ y ‘Z’. « La Z es una de las vetas que más grisú produce y de forma muy rápida, tuve mareos muchas veces, prefería no picar en aquella zona», narraba a ABC un minero que estuvo trabajando en Cerredo en la anterior etapa, antes del cierre de 2018.Una circunstancia corroborada por otro minero, que también prefiere mantener el anonimato, que trabajó en la explotación de 2008 a 2018. «Cuando trabajábamos en el tercero [el piso del accidente] teníamos que ir bien tapados y con bragas en el cuello, porque la ventilación estaba funcionando todo el tiempo y con mucha potencia», explicaba ayer a ABC.Precisamente, una deficiente ventilación es una de las hipótesis que se maneja como posible causa del accidente. El grisú no se encuentra en bolsas, sino embebido en el carbón y, al contacto con la atmósfera, se va desorbiendo o liberando, y se acumula en la parte superior de la galería, ya que es menos pesado que el aire. Estas acumulaciones tienen un doble peligro . En concentraciones entre el 5 y el 14 % son altamente explosivas: basta una simple chispa para la detonación . Por otro lado, al estar compuesto sobre todo de metano, que desplaza el oxígeno y es inodoro, produce hipoxia y causa mareos y desmayos que pueden llegar a ser mortales.«Dado que el accidente se ha producido a primera hora del lunes, cuando comenzaban los trabajos, es muy posible que durante el fin de semana, en el que no hubo ventilación , se hubiera acumulado grisú en la clave de los túneles», explicaba la semana pasada a ABC como posible hipótesis del accidente el geólogo José Antonio Sáenz de Santa María, que fue presidente del Colegio de Geólogos de Asturias. Conjeturas que ahora la Policía Judicial debe resolver.

Leave a Reply