Tras muchas noches de insomnio y ansiedad, el Barça , al menos hoy, podrá dormir a pierna suelta. Los azulgranas, lastrados por las lesiones, la mala praxis y los bandazos de su dirección deportiva, vencieron en la última jornada a la Virtus italiana (91-87) y confirmaron su presencia en los cuartos de final de la Euroliga, donde se las verán con el Mónaco . No fue un triunfo holgado ni mucho menos, pues los pupilos de Peñarroya, tras una muy buena primera parte, sucumbieron a sus pecados habituales y permitieron a sus rivales llegar al tramo final del encuentro por delante en el electrónico. Sin embargo, presa de su bipolaridad para lo bueno y para lo malo, consiguieron, de la mano de Brizuela y Parra, héroes habituales en la últimas jornadas, ejecutar un zarpazo gigante. Además, la felicidad en el Palau fue plena después de conocerse que, gracias a la victoria de los suyos y a la del Efes ante el Zalgiris lituano, el Real Madrid , el eterno rival, se salía de las plazas de playoffs y caía en la temida repesca, donde coincidirá con el París. Los catalanes no han conseguido ganarle ni un encuentro a los blancos este curso pero, gracias a su empuje ante la Virtus, una pequeña venganza fue cobrada. Ambos bandos regalaron un festival de puntos en los primeros minutos, baloncesto de quilates contra el que poco podían hacer las defensas. El Barça era un ente coral en el que destacaba Anderson , siete puntos para el estadounidense en los primeros cinco minutos. Mientras, la Virtus se aupaba en el siempre fiable tiro de tres de Clyburn para seguir la estela de los azulgranas. Pasaban las posesiones y, poco a poco, los locales protegían con mayor éxito su aro, esfuerzos que se traducían en pérdidas de los italianos y, por ende, canastas fáciles que les llevaron a rematar el primer cuarto con una considerable ventaja (23-16). El Barça era una selva de manos y, con la ayuda de Punter , que sumó nueve tantos casi de forma consecutiva, aumentó su distancia hasta los dobles dígitos. Hubo reacción visitante, muy acertado Holiday desde la línea de tres, pero la irrupción de Parra y de Vesely, que llevaba casi 20 partidos ausente por lesión, permitió a los chicos de Peñarroya mantenerse en cabeza. Aun así, el cansancio hizo mella en ellos, su defensa regaló rebotes y espacios y, a la llegada del descanso, mandaban por siete (45-38). La Virtus volvió con ganas del intermedio, cargas que provocaron la reacción de Anderson, muy implicado en ataque pese a ser un especialista defensivo. Aguantaba el Barça con solidez el chaparrón y Punter, con un tres más uno, convirtió los nervios en euforia. Poco importaba que Clyburn tuviese una noche excelsa o que Zizic se impusiese en la zona a Hernangómez. El Barça, de la mano del escolta, siempre contraatacaba, no cedía terreno. A la resistencia azulgrana se unió Vesely , un seguro en cuanto a profesionalidad y talento. Los aciertos del checo y su instinto defensivo hicieron que los suyos cerrasen el tercer cuarto con esperanza (71-65). Noticia Relacionada Baloncesto estandar No Las lágrimas y la furia de Luka Doncic en su primer regreso a Dallas M. Z.Una vez más, los italianos firmaron un gran parcial, esta vez de 2-7 para colocarse a un solo punto, crisis aumentada después de que un reverso de Shengelia les diese la primera ventaja de la noche. Se hundía el Barça en el peor momento, fallón Parker a la hora de ser el héroe y con la Virtus mostrando un gran gen competitivo. El toma y daca se prolongó hasta las últimas posesiones, nadie abría brecha. A falta de 40 segundos, Parra puso dos arriba al Barça y los visitantes, tras tanto remar, cometieron pasos cuando les tocaba golpear de nuevo. Con el viento a favor, Parker no falló desde la línea de personal y el Palau celebró a lo grande que su equipo estaba en los cuartos de final.

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