Montoro se divierte a cuenta de la operación Cataluña: «Me gustaría saber por qué me llaman»

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Montoro se divierte a cuenta de la operación Cataluña: «Me gustaría saber por qué me llaman»

«Lo de hoy… esto es una acusación sin nada, porque pasaba por ahí». Indemne y risueño, con un amago de carcajada tras más de tres horas de comparecencia, el popular Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda entre 2011 y 2018 a las órdenes de Mariano Rajoy , ha abandonado este lunes la sala Prim del Congreso de los Diputados igual que ha entrado por su puerta pasadas las dos de la tarde. Sin saber muy bien por qué se le había citado en la comisión de investigación sobre la operación Cataluña; una de las que sirvió como pago al independentismo a cambio de que la socialista Francina Armengol se convirtiese en presidenta de la Cámara Baja y que, en este caso, indaga la vertiente andorrana en la que, presuntamente, la llamada policía patriótica consiguió información de las cuentas de políticos separatistas en la Banca Privada de Andorra.En Lunes Santo, en una semana sin más actividad parlamentaria, la comisión de investigación sobre la operación Cataluña es la única que ha mantenido su agenda, aunque a medio gas. Estaban citados tanto Montoro como la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, pero el órgano ha aceptado aplazar la comparecencia de esta última porque alegó que tenía un viaje pagado a Islandia por las vacaciones de Semana Santa. Amén. El extitular de Hacienda, que en su intervención inicial ha asegurado que la única «operación Cataluña» que conoce es el «rescate» de la comunidad autónoma a través de su control financiero durante la aplicación del artículo 155 de la Constitución para intervenir su autonomía y evitar que descarrilase durante el ‘procés’, ha negado cualquier filtración de información de independentistas desde su departamento y ha exasperado sobre manera, con permiso del PSOE y Podemos, al separatismo catalán, visiblemente molesto con el exministro.Antes de su intervención, la Mesa de la comisión se ha reunido y ha dado de plazo hasta el 22 de abril a los grupos para presentar nuevas propuestas de comparecencias y peticiones de documentación, con la posibilidad en el aire de que se vuelva a citar a Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal, Jorge Fernández Díaz y Alicia Sánchez Camacho, así como el estudio de si se elevan a la Fiscalía algunos de sus testimonios, al entender parte de sus señorías que pudieron incurrir en el delito de faltar a la verdad en comisión de investigación. Según fuentes parlamentarias, la falta de ‘quorum’, con el PNV receloso de seguir alargando un «circo», ha evitado que se tomasen ya decisiones este lunes.Noticia Relacionada estandar No Vox se querella contra Begoña Gómez por «intervenir» en el rescate público a Air Europa Inés Ruiz-Jiménez Fuster asegura que los mensajes recabados por la UCO «demuestran» que hubo discrecionalidad al llevar a cabo esa operación«Estoy muy interesado por saber por qué me llaman a mí por una operación en la que no tengo más explicación», ha concluido Montoro en su alegato inicial, tras haber aseverado que «hay políticos catalanes que no tienen por qué preocuparse porque tienen millones en un país vecino, en Andorra, sin declarar para no pagar impuestos en España». Esa semilla ha generado después la discordia, con Josep Pagès (Junts) y Pilar Vallugera (ERC) protagonizando interrogatorios cargados de tensión. El presidente de la comisión, Arnau Ramírez (PSC), se ha visto obligado a intervenir para reclamar a sus señorías «sentido común» para el desarrollo normal de una conversación en la que los diputados preguntan y el compareciente responde.Pero todo había empezado enrarecido con la intervención de la diputada de Podemos Martina Velarde, quien, lejos del objeto de la comparecencia, se ha ensañado con las recetas contra la crisis del exministro de Hacienda. Por un momento, el 15-M ha regresado a la mente de todos los presentes y la operación Cataluña ha quedado en un segundo plano. Pero si la parlamentaria izquierdista esquivaba la cuestión, Montoro respondía yéndose a su vez por sus propios fueros: que si cumplir la ley no es «negociar con un prófugo de la Justicia», en una alusión a Carles Puigdemont que ha reiterado en numerosas ocasiones, y que si Podemos, cuando estuvo en el Gobierno, no hizo «nada» por revertir el presunto origen de todos los males, la reforma del artículo 135 de la Constitución para incluir en ella la estabilidad presupuestaria, y se centró solo en «leyes de igualdad y relaciones sexuales».Con un hilo de voz estridente y algún gallo provocado por su propio pasmo, Montoro decía no dar crédito de la actual situación política. De la risa pasaba al enfado con una habilidad de malabarista, para desesperación de la mayoría de sus señorías. Jon Iñarritu, de Bildu, sí le ha preguntado expresamente por la operación Cataluña y ahí ha sido el exministro quien se ha salido del guion para responder con la ley de partidos políticos y «la vida» como punta de lanza de cualquier normativa jurídica. Quería Montoro provocar a Iñarritu con la ilegalización de Batasuna, antepasado político de Sortu, matriz de la coalición de la izquierda aberzale, pero este, sin mejores resultados, se ha ceñido a la cuestión. La democracia, «limpiándose» de VillarejosMontoro, como el resto de comparecientes que han desfilado en la comisión, ha negado tener conocimiento de una operación Cataluña y ha dejado claro que nunca se filtró información desde su departamento para perjudicar a ningún político separatista. Del excomisario José Manuel Villarejo, autor de innumerables filtraciones, ha dicho que ni sabía quién era e incluso se ha mostrado partidario de que la democracia siga «limpiándose» de personas como él.Pagès ha iniciado su interrogatorio al exministro preguntándole, estaba cantado, por aquella ocasión en la que Montoro presumió de que no se había destinado «ni un euro» de dinero público a financiar el referéndum ilegal del 1-O. El Tribunal Supremo terminó enmendando tal afirmación al condenar por malversación a los cabecillas del ‘procés’ —también por sedición, delito borrado después por Pedro Sánchez del Código Penal— y el exministro no ha tenido inconveniente en retractarse de sus palabras. «La malversación existió porque está sentenciada y está fundamentada en una investigación policial», ha dicho el que era responsable de Hacienda durante el intento de secesión.«¿Tiene constancia?», le ha repreguntado Pagès en catalán y Montoro, con los auriculares bien colocados, no ha dudado: «Claro que tengo constancia, he leído la sentencia del Tribunal Supremo». Desde ese momento, el diputado independentista ha intentado acorralar al exministro con preguntas breves y cortando sus propias respuestas, pero este se ha quejado por las constantes interrupciones y ha reclamado por primera vez «respeto». Pagès quería saber si algún miembro del Gobierno autonómico de Puigdemont utilizó fondos estatales durante el ‘procés’ —para poner en duda la malversación— y Montoro ha contrariado definitivamente al independentismo con su respuesta. El presupuesto catalán… es español«El presupuesto de Cataluña es parte del presupuesto del Estado español, somos lo mismo. El presupuesto de la Generalitat se financia principalmente con una transferencia del Estado cada mes, cuando yo estaba, ascendía a más de 2.000 millones de euros. Lo peligroso de lo que se está planteando ahora es darle la caja a unos independentistas que lo que quieren es hacerse con el control de la caja», ha dicho, contestando a la vez a Junts y alertando contra el acuerdo firmado entre el PSC y ERC para establecer una «financiación singular» en Cataluña que no viene a ser sino un concierto económico propio donde la Generalitat gestione directamente sus ingresos.En las seis reuniones que mantuvo Montoro en Andorra, según ha explicado por más que Pagès haya dicho que eran cuestiones demasiado «técnicas» para un ministro de Hacienda, solo se habló del cambio en el sistema tributario andorrano, que empezaba a basarse, por primera vez, en impuestos sobre la renta y de sociedades. Acto seguido ha tomado la palabra la diputada de ERC Pilar Vallugera, quien ha empezado criticando que el exministro se estaba dedicando a «tomar el pelo» a todos los diputados de la comisión. —Señora —ha empezado Montoro.—No, señora no. O señoría o diputada. No me llame señora —ha contestado ella en un perfecto español, tras decir sus primeras palabras en catalán.—Vaya, yo soy señor Montoro. —Yo no le he llamado nunca señor.—¿Es ofensivo?—Con su tono sí.«Mala suerte podemos tener todos», le ha dicho la diputada de ERC a Montoro, tras afirmar este que los abuelos de Rufián, como él, son de JaénTras el rifirrafe, Vallugera le ha echado en cara que generalizase al decir que políticos independentistas tenían cuentas en Andorra, ante lo que Montoro ha acotado su afirmación a la familia Pujol. El ‘expresident’ Artur Mas, ha puntualizado en otro momento, la tenía en Liechtenstein antes de pedir regularizar su situación con el fisco. Montoro ha dicho que no conocía a la diputada Vallugera y se ha acordado de Gabriel Rufián, cuyos abuelos, como él, son de Jaén. «Mala suerte podemos tener todos en la vida», ha dicho Vallugera, en una exhibición de nacionalismo, matizada después tras la queja de Montoro: «Nacer es un hecho».Todavía le quedaba un último callo a Montoro con el diputado socialista Manuel Arribas, en un careo con fuertes altibajos. «Aquí no se persiguieron delitos, se construyeron culpables», ha comenzado el miembro del PSOE, ante lo que Montoro le ha exigido que presente pruebas. El socialista le ha preguntado si él o alguien de su equipo se reunieron con el exsecretario de Estado Francisco Martínez para hablar sobre la operación Cataluña. «No», ha respondido, con una contundencia que le ha servido a Arribas para advertirle de supuestas grabaciones de Villarejo que demostrarían lo contrario. Montoro le pedía nombres, él no decía ninguno y aireaba un dosier de doce páginas. «Abaníquese», le ha espetado el exministro. Una última risotada«Me parece fascinante. ¿Para eso me llaman? (…). Cite un nombre. ¡Es buenísimo, esto es definitivo! ¡Qué seriedad! ¿Y usted me pide seriedad?», ha apelado Montoro, tras amenazar con no responder más preguntas si Arribas no se retractaba por haberle dicho que estaba usando un tono «chulesco y bravucón». «Pone la excusa del tiempo, señor presidente, pónganle más tiempo», ha pedido Montoro a Ramírez, insistente en que el socialista detallase nombres y pruebas de sus insinuaciones.«No tener presupuestos es una anomalía democrática» El exministro de Hacienda Cristóbal Montoro ha afirmado este lunes, tras comparecer en la comisión de investigación del Congreso sobre la operación Cataluña, que no tener presupuestos generales del Estado es «una anomalía democrática». Preguntado por ello, el popular añadido: «Esto de frivolizar sobre la no existencia de presupuestos, insisto, es una anomalía (…). No puede este Gobierno decir que no pasa nada si no presenta los presupuestos».Antes y después, Montoro ha hallado una tregua en las intervenciones de Ignacio Gil Lázaro (Vox), que casi parecía invitarle a unirse a su partido, y Rafael Hernando (PP), quien ha aprovechado su tiempo para arremeter contra el caso Koldo. «Cuando un presidente del Gobierno presume de negociar con un prófugo de la Justicia. Yo no sé en qué momento vivimos. El señor Sánchez dijo que lo iba a traer… ja, ja, ja. El señor Puigdemont viene a Barcelona, se sube a un escenario y no lo detiene», ha dicho Montoro, entre risas, antes de concluir con un recado al socialismo: «Todavía tienen el aquel de llamarnos y decir que nos veremos en los tribunales cuando están reuniéndose con un prófugo de la Justicia cada día, cuando tienen al hermano del presidente investigado, la mujer del presidente investigada… Me siento vejado, he recibido aquí acusaciones falsas por parte de quien debería haber sido mucho más cauteloso a la hora de hacerlas».

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