Había una tremenda incertidumbre en el universo seriéfilo sobre la salud de la antología tecno futurista ‘ Black Mirror ‘ tras su decepcionante sexta temporada en 2023. La traición a la esencia central de la franquicia y la deriva creativa de la que hasta hoy sigue siendo la temporada peor puntuada de su historia nos hacía temer lo peor. Netflix, consciente de la situación, ha centrado sus esfuerzos de promoción de la temporada siete en apaciguar los ánimos de los fans a base de nostalgia . Principalmente mediante el anuncio de un episodio continuación de ‘ USS Callister ‘, uno de los mejores valorados de la cuarta temporada y de la antología completa si exceptuamos la clásica y reverenciada primera entrega. Noticia Relacionada estandar Si El amor en los tiempos del cólera y del hardware Javier Villuendas El cine, las series y la literatura han abordado las relaciones amatorias entre humanos y androides, hologramas, robots y chats que simulan sentimientos anticipando nuevos conflictos y dilemas (algunos ya presentes)¿Ha conseguido Netflix volver a la esencia inicial de ‘Black Mirror’ con los seis episodios de esta séptima temporada? ¿Volverá a enamorar a las audiencias hambrientas de angustia distópica, premisas creativas, giros de terror y pavor ante los exponenciales progresos tecnológicos de nuestra civilización? Sí y no. En esta nueva entrega, ‘Black Mirror ‘ adolece de un grave caso de doble personalidad. Por un lado ‘Gente Corriente’, el episodio inicial, y ‘Eulogy’ y ‘USS Callister: Infinity’, los dos que cierran este volumen, juegan en la primera división en cuanto a idea, nivel de producción e interpretaciones y rivalizan sin duda con los capítulos más queridos de la serie. Sin embargo, ‘ Bête Noire ‘, ‘Hotel Reverie’ y ‘Juguetes’, los otros tres integrantes de la temporada son anodinos, forzados, nada memorables y mediocres en el mejor de los casos. La causa principal de esta disparidad en calidad y capacidad de cautivar al espectador reside en el reparto. Paul Giamatti, Rashida Jones, Chris O’Dowd y Jesse Plemons elevan con su sola presencia y magnetistmo los ya de por sí excelentes guiones que el creador, Charlie Brooker, les puso respectivamente delante. Pesos pesados que aportan credibilidad, matices, profundidad y profesionalidad a la producción. Por el contra el elenco de esos tres decepcionantes capítulos que antes mencionábamos falla catastróficamente en su intento de transmitir credibilidad y veracidad. A ello se une que el efecto sorpresa de las tramas de ‘ Black Mirror ‘ va decayendo con cada temporada. Todos sabemos lo que nos espera cuando nos sentamos a verla hoy en día mientras que en su primera y segunda temporadas cada capítulo era un nuevo y creativo desafío a nuestra imaginación. Mantener el nivel inicial tras siete temporadas -y una película interactiva- no es sencillo y a ‘Black Mirror’ se le empiezan a ver las costuras. Allá por 2011 quizá todavía éramos inocentes y vivíamos esperanzados por el futuro y las nuevas tecnologías y por ello ‘Black Mirror’ nos aterrorizaba con sus oscuras predicciones. En 2025 quien más quien menos ya ha experimentado en primera persona los efectos alienantes y nocivos de esas tecnologías. Noticia Relacionada estandar Si El Papa solicita un tratado internacional vinculante que regule la inteligencia artificial Javier Martínez-Brocal Avisa de los peligros derivados de la IA, como algoritmos que deciden objetivos militares, la fiabilidad de quien solicita un trabajo o el derecho a asistencia socialPuede que ‘Black Mirror’ haya perdido su gancho porque ya no es sorprendente y arriesgada ficción futurista, sino la aterradora realidad de un presente que nos hace temer que todo va a ir a peor. Sea como sea, ‘Black Mirror’ retoma su forma original y vuelve a entretener entre bache y bache creativo, que no es poco.

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