El clima está cambiando en Europa. A la vez que aumenta la temperatura media del planeta, los efectos en los que se traduce el cambio climático en el continente se multiplican. En 2024 se documentaron precipitaciones récord, inundaciones catastróficas , olas de calor abrasador con temperaturas superiores a 50 grados e incendios forestales devastadores . «Estamos presenciando el colapso climático en tiempo real. Este camino está abocado a la ruina y hemos de abandonarlo lo antes posible», alertó a finales de año António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas.Ahora, el informe anual sobre el estado del clima en Europa, publicado este martes por el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), cerciora las palabras de Guterres: el pasado año fue el más cálido en la región , con temperaturas récord en casi la mitad del continente. También destaca 2024 como uno de los diez años más lluviosos desde 1950 y calcula que las borrascas e inundaciones afectaron a 413.000 personas en Europa y que al menos 335 personas perdieron la vida. Entre ellas, las 228 que murieron en la riada que sacudió Valencia el 29 de octubre, una tragedia que se coló entre las diez más graves y costosas del año en el mundo, con más de 4.000 millones de euros en costes financieros , y sin tener en cuenta bienes no asegurados. «Europa no había sufrido inundaciones tan generalizadas desde 2013. Casi un tercio de la red fluvial sufrió inundaciones que superaron, al menos, el umbral de inundación ‘alta’ y mientras que el 12% superó el umbral de inundación ‘grave’», cita el informe, que también menciona a la borrasca Boris , que en septiembre provocó inundaciones con víctimas mortales en zonas de Alemania, Polonia, Austria, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Rumanía e Italia.Noticias relacionadas estandar No Crece un 30% la mortalidad por el calor en Europa en solo 20 años Isabel Miranda estandar Si La mayoría de españoles no se fía del Gobierno central ni del autonómico en caso de catástrofe Isabel MirandaContrastes climáticos: dos caras de una misma monedaSin embargo, y pese a que Europa es el continente que más rápido se calienta —y de ahí las altas temperaturas predominantes durante todo el año— las catástrofes no fueron las mismas para todos los europeos. A lo largo de 2024, las condiciones climáticas contrastaron notablemente entre el este y el oeste. Mientras que España, Italia, Alemania o Austria sufrían abundantes precipitaciones e inundaciones «anómalas», los países del sureste enfrentaban condiciones «extremas» de calor y de sequía. En julio, esta zona europea experimentó la ola de calor más prolongada que se ha registrado, con una duración de 13 días que afectó al 55% de la región. A su vez la superficie de suelo europeo que experimentó menos de tres meses (90 días) de días con heladas fue la mayor registrada (alrededor del 69%, situándose la media en el 50%). También se registró un mínimo récord de días con al menos «fuerte estrés por frío». «El año 2024 fue el más cálido registrado en Europa, pero también fue un año de marcados contrastes climáticos entre Europa oriental y occidental », menciona en el informe Carlo Buontempo, director del C3S.Este contraste entre el este y el oeste se puso de manifiesto en muchas variables climáticas, como la temperatura, las precipitaciones, la humedad del suelo, la nubosidad, la duración de la insolación o la radiación solar. En consecuencia, el contraste también se reflejó en la red fluvial europea, con caudales superiores en Europa occidental e inferiores en Europa oriental.Los días de estrés térmico y las noches tropicales también fueron en aumento en Europa: en 2024 se registró el segundo mayor número de días con estrés térmico y noches tropicales desde que Copernicus los computa. De media en Europa, esto supuso casi un mes con «estrés térmico fuerte» y unas 12 noches tropicales, y de nuevo con cifras récord de ambos en el sureste de Europa en particular, de ahí el impacto en la sequía de la zona. Superado el umbral climático de 1,5 gradosA su vez, Copernicus confirmó en enero que 2024 se ha convertido en el primero en superar en promedio el umbral de 1,5 grados de calentamiento sobre la época preindustrial. La agencia calcula que las temperaturas de 2024 han estado 1,6 °C por encima de los registros preindustriales. Esto supone que el pasado año fue el más cálido registrado de una serie de datos que comienza en 1940, y también que se rompe por primera vez la barrera psicológica del grado y medio de calentamiento sobre los niveles de hace un siglo y medio, cuando el ser humano aceleró la quema de combustibles fósiles.Detrás de este evento está la concentración de gases de efecto invernadero, en los niveles más elevados jamás registrado en la atmósfera, al que se han sumado otros factores que han empujado las temperaturas hasta estos niveles inéditos. Entre ellos está El Niño, un fenómeno natural que se dio hasta mediados de año y que eleva las temperaturas del océano en el Pacífico tropical central y oriental, influyendo en el clima de todo el planeta.Más ciudades ‘seguras’ frente al clima adversoAnte los desastres que no paran de golpear al viejo continente, el informe destaca que el 51% de las ciudades europeas han adoptado «planes específicos de adaptación al clima», lo que es una mejoría del 26% con respecto a 2018. Esto se traduce en ciudades más ‘seguras’ ya no solo ante las altas temperaturas, sino a la posible propagación de enfermedades de vectores que llegan de países tropicales; y también a futuras riadas o a la subida del nivel mar y la pérdida de terreno costero. Según Copernicus, se calcula que entre 2011 y 2021, el 26,9% de las zonas urbanas experimentaron un aumento significativo de la población que vive dentro de lugares con peligro de inundación. En concreto, durante 2024 se notificaron unas 19.000 medidas de adaptación que abordaban principalmente mejoras en los sectores del agua (17%), los edificios (14%), el medio ambiente (12%), el suelo (11%), la agricultura (9%) y la salud (8%).

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