Lo que parecía un trayecto rutinario entre Sevilla y Marchena acabó convirtiéndose en una escena de película y en una muestra real de sangre fría, valentía y acción ciudadana . El pasado lunes, el conductor de un autobús de la empresa Mombus sufrió una indisposición grave mientras circulaba por la autovía A-92, a la altura del cruce con la carretera de Carmona a Utrera . Gracias a la rápida intervención de dos pasajeros, José Antonio López y Manuel Ramírez García , se evitó lo que podría haber sido una tragedia.«Cogí el autobús de pura casualidad. Fui a llevar el coche de mi mujer a Utrera, y tuve que ir en autocar de Utrera a Sevilla y de Sevilla a Marchena» , cuenta José Antonio López, de 56 años , natural de Marchena y profesor de informática en un instituto de Fuentes de Andalucía. Lo que parecía un simple viaje en transporte público se torció de un momento a otro. «Igual no tiene nada que ver, pero vi al chófer raro desde que dejó a los pasajeros en Sevilla, porque se subió al autobús inmediatamente. Pensé: este hombre no descansa».Poco después, el autobús comenzó a dar señales preocupantes: «Se fue hacia el centro de la mediana, volvió a su carril… y otra vez hacia la mediana. Ahí supe que pasaba algo. Empecé a llamarlo porque pensé que estabad dormido, le di tortazos en los brazos, pero no reaccionaba », recuerda. «Intenté levantarle el pie del acelerador, pero el bus seguía moviéndose hacia la izquierda, así que cogí el volante y lo encaucé.«José Antonio López, uno de los pasajeros que actuó para evitar el accidente josé antonio lópezEn ese momento, Manuel Ramírez García, de 32 años , camarero en la cafetería El Galeón, en Arahal , se encontraba sentado al fondo del vehículo. «Estaba de descanso, venía de ver a mi hermana y de comprar unas camisetas en Los Arcos. De repente escuché un ruido, como cuando te pasas la línea del arcén. Miré hacia delante y vi que algo no iba bien», explica.Manuel Ramírez, natural de Arahal, fue uno de los héroes que evitó el acccidente manuel ramírez«El conductor no respondía, estaban intentando reanimarlo . Yo pensaba: o nos comemos la carretera o hacemos algo», añade Manuel, que también participó en la reanimación y en poner a salvo el autobús. «Fue en la salida 27. Llamamos al 112 y en minutos llegaron de mantenimiento, la Guardia Civil y los sanitarios.«Ambos pasajeros coinciden en una cosa: actuaron por instinto. Ninguno de los dos se había visto antes en una situación tan extrema como esta , pero no lo dudaron: «No sabes cómo vas a reaccionar ante una situación así. Me tocó, y ya está. Hice lo que había que hacer» , relata José Antonio.«Me siento agradecido. Me han dado la enhorabuena un par de personas, pero es la primera vez que me pasa algo así, y hay que actuar, no puedes quedarte quieto », añade Manuel, reflexionando sobre lo vivido.El conductor, fuera de peligroEl autobús fue detenido sin que se produjeran daños personales ni materiales. Hasta el lugar del incidente se desplazaron el alcalde de Arahal, Paco Brenes , el concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Rafael Morancho , y agentes de la Policía Local.Los servicios sanitarios atendieron de inmediato al conductor, cuya situación clínica no ha trascendido aún. Las causas exactas de la indisposición están siendo evaluadas, según los testigos, el hombre se encuentra en el hospital y le están haciendo pruebas , algunos apuntan a que podría tratarse de un infarto, pero todavía no hay nada claro. Por su parte, desde el Ayuntamiento de Arahal no descartan que pueda estar relacionada con las condiciones laborales del personal de Mombus.El propio ayuntamiento, visiblemente preocupado por lo sucedido, ha vuelto a cargar contra la gestión de la empresa concesionaria del servicio, manifestando que desde el Ayuntamiento de Arahal se van a seguir haciendo todas las gestiones que sean necesarias ante la Junta de Andalucía, por el pésimo servicio que Mombus ofrece a la ciudadanía, con c ontinuos retrasos, averías y cargas laborales de los trabajadores.Asimismo, el alcalde y el primer teniente del alcalde, Alberto Sanromán han felicitado telefónicamente a estos dos pasajeros, que ayer con su rápida intervención, impidieron este posible accidente. Al final, lo que iba a ser un lunes cualquiera terminó por demostrar que la valentía y el buen hacer todavía viajan entre nosotros cada día.

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