La falta de apoyos del PSOE en el Congreso de los Diputados es bien conocida por la oposición y por los socios de Gobierno, que han sabido aprovechar esta debilidad para influir en las votaciones durante los plenos. Esta dinámica de fragmentación parlamentaria está condicionando toda la legislatura, lo que ha llevado a que, desde que Pedro Sánchez fue investido presidente del Gobierno en noviembre de 2023, los socialistas han perdido ya más de cien votaciones en la Cámara Baja. Los datos, recogidos por Europa Press, reflejan la fragilidad del Ejecutivo, que necesita aglutinar apoyos en cada votación para sacar adelante sus propuestas o impedir que prosperen las de la oposición debido a que, a pesar de gobernar, no son la fuerza con mayor número de escaños . Esa aritmética parlamentaria convierte cada sesión plenaria en una batalla negociadora en la que los socialistas deben pactar cada enmienda o proposición.El pasado 26 de marzo, el Congreso votó cuatro puntos de una moción del PP para aumentar el gasto en seguridad y defensa. Una vez más, el PSOE fue derrotado, superando así el centenar de votaciones perdidas desde el inicio del tercer mandato de Sánchez. Los populares, sabedores de la fragilidad de los socialistas en el hemiciclo, proponen votar sus mociones punto por punto, provocando que el Ejecutivo tenga la necesidad de buscar apoyos para cada una de las medidas que se presenten, desgastando al Gobierno con cada votación.Noticia Relacionada estandar No El PSOE alcanza las 85 derrotas en el Pleno del Congreso al perder cuatro nuevas votacionesEn este caso, Sumar rechazó la iniciativa junto al PSOE, pero la abstención del PNV y de Junts -que suman doce escaños clave- favoreció a la oposición. No solo son los populares los que someten sus iniciativas a votación por separado, PNV y ERC también adoptan esta estrategia, multiplicando las opciones de provocar derrotas parlamentarias a los socialistas.La primera derrota del PSOE de esta legislatura sucedió el 10 de enero de 2024, cuando Podemos, gracias a la abstención de Junts, tumbó el real decreto ley redactado por el ministerio de Yolanda Díaz que incluía una reforma del subsidio por desempleo. Ese primer tropiezo vino de la mano de los de Ione Belarra , que apoyaron la investidura de Sánchez. La ruptura de Podemos y Sumar abrió otro frente en el Gobierno, teniendo que negociar por los cuatro escaños de la formación morada, ahora en el Grupo Mixto.La importancia de las medidas presentadas también refleja los pobres datos de Sánchez en el Congreso . No es lo mismo perder una votación acerca de una proposición no de ley (PNL), que no tiene carácter vinculante, que fracasar, por ejemplo, con la convalidación de un decreto.Más de veinte en un díaEn total, desde el inicio de la legislatura, los socialistas han sido derrotados en votaciones de tres decretos, la senda de estabilidad, cuatro proposiciones de ley auspiciadas por el propio Grupo Parlamentario Socialista, sobre lucha contra la prostitución, la reforma de la ley de extranjería, el testamento vital y una del suelo pactada con PNV. Esa última, además, recuperaba un proyecto de ley retirado previamente por el Gobierno ante la falta de apoyos parlamentarios.El 19 de diciembre de 2024 los socialistas sufrieron su mayor golpe en el Congreso al perder 23 votaciones en el mismo día. Una quincena de estas fueron provocadas por las enmiendas a la ley contra el desperdicio alimentario y otras cuatro se registraron durante la votación de la ley del impuesto europeo a las multinacionales en la que el Gobierno incluyó parte de su reforma fiscal. Durante esa jornada, el PSOE vio también cómo se aprobaban tres puntos propuestos por el PNV sobre suministros para la industria en procesos de descarbonización y cómo PP y Vox, gracias a la abstención de PNV y Junts, lograron tumbar una iniciativa de Bildu para aumentar la indemnización por despido.Entre los decretos que le han tumbado al Gobierno, uno de ellos recuperaba el impuesto a las empresas del sector energético -una promesa a sus socios de izquierdas-, pero fue rechazado con los votos de PP, Vox, Junts, PNV y UPN; el otro, el conocido como decreto ómnibus, que incluía la subida de las pensiones, la prórroga de las ayudas al transporte público y la prohibición de cortar suministros básicos, además de medidas para los afectados por la dana , fue tumbado por el los populares, Vox y Junts. La caída de este decreto marcó un punto de inflexión, mostrando que ni las propuestas más populares del Gobierno logran garantizar respaldo parlamentario. Por si fuera poco, el PSOE no ha podido evitar dos reprobaciones a ministros en el Congreso -en el Senado, con mayoría absoluta del PP, van más-.La primera, aprobada el 2 de febrero de 2024 al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska , por su «gestión al frente del ministerio, especialmente por el asesinato de dos guardias civiles en su misión de lucha contra el narcotráfico». Los síes a esta iniciativa de PP, Vox y UPN, añadiendo las abstenciones de Junts, Podemos y Coalición Canaria, provocaron la reprobación del ministro. La segunda, en octubre de 2024, a Óscar Puente, ministro de Transportes, por su «incapacidad» en la gestión del sistema ferroviario, apoyada por PP, Vox, ERC, Junts y Podemos.El Ejecutivo se encuentra en una situación límite. Sin presupuestos y con la presión de derrotas continuas, tanto de la oposición como de sus socios, el Gobierno de Pedro Sánchez enfrenta una minoría en el Senado e investigaciones sobre sus ministros. Por ahora, eso sí, el presidente mantiene que agotará la legislatura.

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