Arumbados, usados como aparcamiento, okupados, infrautilizados, obligados a cerrar por graves problemas de deterioro… Buena parte del patrimonio arqueológico, artístico e histórico de Sevilla se encontraba antes de la pandemia que paró al mundo en un estado crítico, en la UVI, pero sin las atenciones necesarias para su recuperación. En los últimos años, gracias a las apuestas de los sucesivos gobiernos locales y del ‘desbloqueamiento’ de la administración andaluza, así como de la liberalización del crédito, la llegada de fondos europeos y la inversión privada, la Sevilla enferma se encuentra en planta, a punto de recibir el alta. Con recetas aún por cumplir, pero con un tono aceptable. Se están poniendo remedios. Un estudio elaborado por este periódico arroja que más de una treintena de importantes monumentos y espacios de la ciudad contemplan proyectos para su puesta a punto, con obras ya en marcha, planeadas o, incluso, entregadas. Estas actuaciones alcanzan los 454 millones de euros, calculados en su gran mayoría en el último lustro. Aunque en materia de patrimonio no se pueden tener posiciones cortoplacistas, lo cierto es que en estos casos al menos –valga el símil– se han colocado las primeras piedras. Algunos de ellos forman parte del Plan Director que aprobó hace un trienio el Ayuntamiento de Sevilla y que había elaborado de la mano de la Universidad con el fin de la «gestión inteligente y sostenible de 130 edificios y bienes» de la ciudad. Otros no son de titularidad municipal, pero se han visto igualmente insuflados por el espíritu de la preservación y puesta en valor de estas joyas. Tal es el caso de las Atarazanas , que si no fallan las últimas previsiones, deberá abrir este mismo año como el gran contenedor cultural de la ciudad (la definición concreta de su uso es la última gran incógnita que le rodea). Las obras se retomaron en febrero de 2022, después de que a finales de diciembre de 2017, la Junta como titular del monumento, la Fundación La Caixa como concesionaria de su explotación y Adepa firmasen un acuerdo destinado a resolver la paralización del proyecto por la impugnación de la Asociación de Defensa del Patrimonio de Andalucía al diseño inicial de la actuación, obra del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra. Sea como fuere, la rehabilitación ya está acabada, aunque la Junta tuvo que aportar 1,5 millón extra habida cuenta de que los 20 millones presupuestados inicialmente fueron insuficiente debido al «sobrecoste producido de forma extraordinaria e imprevisible durante su ejecución». Hace justo dos años el Ministerio de Cultura que entonces encabezaba el socialista Miquel Iceta dio luz verde a las obras de reforma y rehabilitación del Museo Arqueológico licitadas por un montante de 26,6 millones de euros. A esa cantidad se le suma la inversión (más de 3 millones) que la Junta de Andalucía ha invertido desde 2019 en el traslado de piezas y adecuación de las 700.000 piezas del museo en el Centro Logístico del Patrimonio Cultural ubicado en La Rinconada. El horizonte del centenario de la Exposición Iberoamericana de 1929 ha impulsado igualmente el frenesí de reformas. En este mismo entorno se acaba de licitar por fin las obras del museo de Aníbal González en el Pabellón Real por un importe de 3,3 millones, al que se le suma el más de millón de euros que se invirtió entre los años 2017 y 2018 para restaurar las cerámicas de las fachadas y a la mejora de las condiciones de los muros exteriores. El patrimonio industrial tiene además de los astilleros del Arenal un destacado exponente recuperado para la ciudad. Se trata de la Fábrica de Artillería , otro BIC inaugurado el pasado octubre que ha costado más de 22 millones de euros y superado más de un parón y reestructuración de los planes iniciales. De largo tiempo en el olvido o envueltos en procelosos proyectos sabe el Mercado de la Carne , para el que el Ayuntamiento de Sevilla (5,5) y la Cámara de Comercio (1,5) invertirán siete millones de euros para que abra en 2027 (tras más de 25 años en desuso) como centro de interpretación industrial centrado en el sector del metal. La Fábrica de Vidrio entre la Avenida de Miraflores y la Carretera de Carmona, lleva más o menos el mismo tiempo de abandono y la vista puesta en el año de las elecciones municipales. Cuando culminen las obras a finales de ese 2027 se habrán destinados 13,2 millones de euros en la restauración de las naves fabriles y la reurbanización del espacio. Cerca de allí también se ultiman los trabajos de la Muralla de la Macarena , un proyecto que cuenta con la ayuda del Programa 1,5 de Fomento y Patrimonio Cultural y para el que se superarán los 3,5 millones de inversión. Tras estos trabajos se podrá pasar por la liza y subir a la Torre Blanca.Santa Clara es una de las prioridades del actual equipo de Gobierno de José Luis Sanz, que va a invertir 14,4 millones en un proyecto de restauración integral del convento, cuyo Espacio se ha erigido en punto de referencia del arte contemporáneo en la capital hispalense. Las aportaciones a este edificio adquirido por la administración local a principios de siglo ha permitido además la restauración de la Torre de Don Fadrique y la iglesia de Santa Clara. El Alcázar, la Catedral y la Universidad, en continua renovación Si bien estos son algunos de los casos más señalados de recuperación del patrimonio en Sevilla, hay otros muchos que son ejemplo de una continua labor de conservación y mejora de sus instalaciones. Tal es el caso del Real Alcázar, donde por fin se ha adjudicado el proyecto para la restauración del Cenador de Carlos V. Unos trabajos que cuenta con un presupuesto cercano a los 1,2 millones de euros y que deberá estar culminado en 2026, coincidiendo con el quinto aniversario de la boda del monarca. Más complicada solución tiene la puesta en valor de la cripta del palacio real en uso más antiguo de Europa y donde hace ya quince años concluyeron unas prospecciones que dieron con las estructuras arqueológicas más antiguas de Sevilla. Para poder hacer accesible y visitable al completo debiera comprarse la casa número 11 del Patio de Banderas a su propietario, después de que el Estado se la vendiese en una maniobra administrativa cuestionable hace ya algunos años. La Catedral constituye el mejor paradigma de su renovación continua. Otras obras recientes que demuestran ese afán de lucimiento de los tesoros arquitectónicos de la ciudad se encuentra en el propio Ayuntamiento. La Universidad es otra institución consciente de su patrimonio. Hace apenas dos semanas se licitó el proyecto de intervención para la restauración de la fachada, la torre-campanario y la portada principal de la iglesia de la Anunciación, de su propiedad. Además, está inmersa en el diseño de un museo propio.El patrimonio religioso también se ha visto recuperado en los dos últimos trienios. Los Terceros , la iglesia de Santiago, la de Madre de Dios o el Monasterio de San Jerónimo forman parte del paquete de iglesias que han llevado a cabo reformas, aunque el caso más paradigmático de la recuperación de este tipo de edificios es el de Santa Catalina , monumento nacional que abrió a finales de 2018 después de 14 años cerrado, una restauración trabada y, por supuesto, un jugoso presupuesto: tres millones de euros. Cosa parecida ocurrió con la capilla barroca de San José, que ha pasado de formar parte de la deshonrosa Lista Roja de Hispania Nostra a su Lista Verde hace apenas un mes, 10 años después, y tras culminar un proceso de rehabilitación del espacio y la recuperación de sus hermosas pinturas murales. La última incorporación a esta Lista Roja es la Capilla de San Lázaro , otro BIC sevillano y el único que, pese a su mal estado, especialmente la parte exterior, no cuenta con un plan especial para su mantenimiento.Debe estar a punto de salir de ese listado de la organización que saca las vergüenzas del patrimonio español el Palacio del Pumarejo , propiedad del Ayuntamiento desde hace 14 años pero que hasta este enero no ha iniciado sus obras de rehabilitación, presupuestadas en ocho millones de euros.Además, se van a realizar inversiones mastodónticas en otros proyectos enquistados, como las que permitirán la recuperación para los sevillanos del Convento de San Agustín –donde se ubicará un hotel de lujo– o el proyecto Vera Sevilla que hará lo propio con Altadis. El museo que servirá para interpretar el recinto amurallado de la ciudad acaba de licitarse por 2.200.000 euros financiados por la Junta de Andalucía.Más edificios enredados a los que por fin parece que se les ve la punta del hilo son Santa Inés , San Hermenegildo, donde irá el Centro cultural Focus después de su cierre en 2006 o la Gavidia. La antigua comisaría también se convertirá en un hotel exclusivo, más de 20 años después de su declaración en ruinas que motivó la salida de la Policía. Otro de los proyectos estrella del gobierno popular de Sanz es la rehabilitación y musealización de la Casa Luis Cernuda, cuyas obras deberán estar terminadas a final de este 2025, tras aportar casi un millón de euros. Las Naves de Renfe (más de 4 millones) también están a punto de abrir como incubadora de la Agencia Europea Espacial, San Laureano (1,7) un gran centro de usos múltiples y la Cárcel de la Ranilla (3 millones) un centro de la memoria democrática.

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