Uno de los reductos de la Marbella del lujo más ‘slow’ y auténtico, el gran secreto para quienes buscan una experiencia de descanso y disfrute relajado aunque ubicado en plena Milla de Oro, ocupa lo que fue un complejo vacacional para funcionarios suecos. Allí funciona Boho Club , que conserva aquellas cabañas de los años 60 aunque reconvertidas en exquisitas suites de estilo nórdico que, junto con su fuerte apuesta por la gastronomía y el bienestar, hacen de este hotel un referente en la zona.Verde y apacible, la finca de 40.000 metros cuadrados donde funcionó el Centro Forestal Sueco es, desde poco antes de la pandemia, un establecimiento de cinco estrellas que combina 20 habitaciones en un edificio principal con 19 amplios bungalows repartidos por el extenso jardín de flores, palmeras y cactus. A ello se añaden dos piscinas, un gimnasio al aire libre y un área ‘wellness’ en la que se apuesta por tratamientos corporales y faciales de última tecnología -es el único resorte de España donde se ofrece el ‘Collagen Wave Skin Tightening’, que esculpe y reafirma la piel con radiofrecuencia-, masajes y clases de yoga. Este espacio holístico, bautizado Ashiana, ‘refugio seguro’ en sánscrito, cuenta también con unas originales cabinas con diversos programas de meditación y visualización a través de unas camas de ‘biohaking’.Una de las habitaciones, el jardín y la piscina y una sala del spa de Boho Club Hotel, en MarbellaLa gastronomía de Boho ClubLa otra gran baza de Boho Club es su gastronomía . Aquí, los propietarios del hotel, la promotora sueca Quartiers Properties, han apostado por el talento español y la reputación del chef Diego del Río (que consiguiera una estrella Michelin para El Lago, donde la mantuvo ocho años), quien orquesta una propuesta de autor, con el producto y el sabor en el centro y que se adapta a todos los espacios y momentos del hotel.Incluído su desayuno (abierto a visitantes externos, a 35 euros), que ha conseguido el premio al mejor en el último Madrid Fusión por su variedad, la calidad de los alimentos de cercanía y de pequeños productores que incluye y el excelente servicio en sala. Es el mismo que vertebra las comidas y las cenas, e incluso las copas y los cócteles o el picoteo en su bar, Bohis, habitualmente animado con música y gran ambiente, y en su terraza.El restaurante de Boho Club, a cargo del chef Diego del Río; la entrada a su spa y una imagen de su bar en la terraza, Bohis.En la carta diseñada por el cocinero malagueño reina la comida mediterránea con base en la andaluza pero con visión y conocimiento internacional. Hay especial presencia de vegetales, mariscos, pescados y carnes, así como platos ya emblemáticos como sus croquetas de carabineros o su sopa de maíz asado.Boho Club, con habitaciones a partir de 600 euros la noche y bungalows desde 800, es miembro de la cadena Preferred Hotels & Resorts y cuenta, además, con una boutique dentro de sus instalaciones y con una destacada colección de arte que recorre la decoración bohemia y distinguida de sus espacios.

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