Aún con el recuerdo en la retina de lo vivido en la pasada Semana Santa, Sevilla entera se prepara para embriagarse de la otra gran fiesta por excelencia de la ciudad. En abril no hay penas en esta comarca. Sobre todo, para los diez caseteros que este año han sido agraciados con la fortuna de recibir la noticia que tanto ansiaban de parte de Fiestas Mayores. Un año histórico, pues, aunque es cierto que cada año hay algunos despistados a los que se les olvida renovar la solicitud o pagar a tiempo, quedándose sin su caseta en el Real, estas situaciones no suelen superar la media decena .A pesar de que este año la Feria se celebra en mayo los nuevos caseteros han tenido que correr a ciegas para poder montar su tan ansiosa caseta en la Feria de Sevilla. Así, tras el sorteo tradicional realizado a mediados de febreros, han conseguido caseta ‘D’Aquí venimos… Triana’, que llevaba 31 años de solicitud, ‘La Placita’ tras 30 años; y ‘El Carromato’, que también llevaba tres décadas de espera como ‘Las niñas’. Todas estas son de carácter familiar. Por otro lado, hay dos entidades que se han visto beneficiadas en este sorteo, ‘El manillar’ (31 años de espera) y ‘Abu Al-Qasim’. Además, ‘Gran Albero’ ha recuperado la que perdió hace años y le ha sido adjudicado Curro Romero, 35.Por otro lado, la familia Muñoz Noguera (familia política de la presentadora Ana Rosa Quintana) ha recuperado los módulos que había perdido en 2022, tras la conclusión del lío judicial en el que tanto el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) como el Tribunal Supremo les han dado la razón a los hermanos Muñoz Noguera. Uno en la codiciada Juan Belmonte, 173 y otro en Ricardo Torres Bombita, 49. Esta situación ha provocado además una reasignación en cascada de las casetas que durante este tiempo han ocupado los módulos 173, 175 y 177 de Juan Belmonte en el que se dividió la caseta perdida.Sin duda, este año ha sido un periodo de vislumbramiento para los esperantes que guardan con fervor la ilusión de ser, algún día, los agraciados con una caseta en el Real , valorada por muchos como un auténtico «piso en Campana».El casticismo sevillano, presente en esta fiesta de profunda solera, es un goce atávico que, esta temporada, brotará con aún más jolgorio —si cabe— en las calles del Real, donde este año se alzan las siete nuevas caseta y las otras tres reasignadas.PacienciaAsí, el vocal de la junta directiva de la estrenada caseta de la Asociación Abu Al-Qasim , José Luis Arias transmitía a este periódico la ilusión que este año inunda a esta comunidad, aunque lamenta que llegue tan tarde , pues la espera ha sido de más de treinta años. La mayoría son profesionales de la medicina que, aunque ya se encuentran jubilados —y aún falte una semana para que se encienda el alumbrado del Real—, ya tienen el botiquín más surtido del recinto… por si a alguien se le sube el rebujito antes de tiempo.Socios de la nueva caseta ‘Los Amigos de A.A.Q’ Manuel olmedoUn periodo largo en el que los miembros nunca han perdido la esperanza. Sin embargo, la sociedad lamenta que por un despiste una familia se queda sin algo tan apreciado para los sevillanos , pues todas guardan historias ancestrales transmitidas en generaciones familiares. La caseta ‘Amigos de A. A.Q’ son antes que cincuenta socios, cincuenta amigos que se reúnen casi todos los fines de semana y que ya con las ganas irresistibles de estar todos juntos en el ‘pescaito’ atisban una feria que perdurará para siempre en la memoria de todos.De otro lado, en el número 65 de la calle Pepe Luis Vázquez, unos trianeros celebrarán esta feria con la mayor de las ilusiones. José Manuel Acuña, Carlos Ruiz y Artemio Martín son tres de los catorce socios de la nueva caseta ‘D’Aquí venimos…’, que, con su espíritu renovado, promete ser uno de los puntos más animados del Real.Esta caseta está conformada por amigos de siempre , quienes iniciaron su andadura en el colegio y en las calles del barrio que los une. También les mueve una devoción que late con fuerza durante los días del camino, pues estos amigos son peregrinos que cada año marchan con su hermandad hasta los pies de la Virgen del Rocío .No se pierden una, y a pesar de que llevan treinta y un años en esta larga espera, no han dejado de cosechar historias que contar. El ‘pescaito’ siempre ha sido un ritual en este grupo, que lo venía celebrando en un restaurante próximo a la Feria. Este año será especial, pues todos brindarán en su ya caseta en el Real.José Manuel Acuña, Carlos Ruiz y Artemio Martín, socios de la caseta ‘D’Aquí venimos…’ MANUEL OLMEDOLa caseta ‘Las Niñas’ también es una de las afortunadas. Sus socias fundadoras, Charo Barrera, Carmen Barragán y Marga Blanco, este año tuvieron un presentimiento. Sin conocer aún la noticia, decidieron encargar la pañoleta de su caseta , que las ilustra de espaldas, vestidas con sus trajes de flamenca.La peculiaridad de esta caseta no sorprende, teniendo en cuenta el nombre que la engalana: todas sus socias son mujeres . Dieciséis familias que este año abordan la feria con la ilusión de ser titulares de una caseta. La noticia fue celebrada por todo lo alto, y así lo recuerda Charo Barrera, quien asegura que nunca olvidará el día en que recibió la llamada . «Cuando descolgué el teléfono y me dijeron que me llamaban desde Fiestas Mayores, les dije que esperaran, que me tenía que sentar . Después de tanto tiempo de espera, no podía creer lo que me iban a contar. Sabía perfectamente que este año teníamos caseta en el Real, pero fueron tantos años de espera que muchas veces parecía que nunca llegaría. Llamé a mis amigas corriendo, les dije que cogieran un boli y apuntaran: Pepe Luis Vázquez, 63 », apostilla Barrera.Igualmente, Charo confiesa a este periódico la carrera que supone montar una caseta con tan poco tiempo de antelación . Estas tres amigas, que se apuntaron por primera vez en la lista cuando apenas tenían diecisiete años gracias a la insistencia del padre de Charo, nunca perdieron la fe. Este año, por fin, bailarán cada sevillana con la mayor de las sonrisas, disfrutando de su apreciada caseta.Finalmente, la caseta ‘El Carromato’ también ha sido una de las diez agraciadas de este año. Un grupo de amigos comenzó la solicitud en 1994, cuando tenían entre veinticinco y treinta años. Fueron previsores y, con la picardía propia de las ganas que tenían, sabían que, dado el puesto que ocupaban en la lista de espera por su antigüedad, ya tenían más o menos apalabrado con los montadores el montaje de la caseta para este año .Mientras llega el día del alumbrado y de bailes de sevillanas a doquier por el albero del Real, que pronto se vestirá de mil colores, estos nuevos caseteros, tras largos tiempos de espera y sueños, ya se reúnen con ilusión para disfrutar de la Feria de Abril de 2025, el año en que finalmente lograron su caseta en la Feria de Sevilla.

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