ESO: Una etapa clave donde se prioriza el desarrollo humano y el académico

Home People ESO: Una etapa clave donde se prioriza el desarrollo humano y el académico
ESO: Una etapa clave donde se prioriza el desarrollo humano y el académico

La etapa de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) comprende cuatro cursos que realizan alumnos de entre doce y dieciséis años. La finalidad de esta etapa, según indica el Ministerio de Educación, pasa por adquirir elementos básicos de la cultura; desarrollar y consolidar los hábitos de estudio y de trabajo, así como hábitos de vida saludables; conseguir la preparación adecuada para su incorporación a estudios posteriores o para su inserción laboral y su formación para el ejercicio de sus derechos y obligaciones de la vida como ciudadanos. Los alumnos llegan a la etapa de Secundaria en un momento de sus vidas de grandes cambios y son años en los que irán descubriendo lo que quieren ser. Tienen nuevas inquietudes, establecen otras amistades y se cuestionan muchas cosas. «Es una etapa de tránsito por las edades que abarca (12-16), donde los cambios en el cuerpo humano son bestiales. Es una etapa clave y fundamental en el desarrollo final de la persona hacia su edad adulta», resalta Roi Álvarez, director del colegio Guzmán el Bueno . La educación Secundaria tiene como objetivo formar a los jóvenes tanto en el ámbito académico como en el personal, proporcionándoles una base sólida de conocimientos en distintas áreas, desde las humanidades hasta la ciencia y la tecnología. «Además, es importante desarrollar hábitos de trabajo y pensamiento crítico, esenciales para su futuro. Al finalizar esta etapa, los estudiantes deberían estar preparados para continuar su formación, ya sea en la universidad o en la Formación Profesional, y para integrarse en la sociedad como ciudadanos responsables y con capacidad de adaptación a un mundo global y en constante cambio», afirma Ana Belén Frías, coordinadora del Programa de los Años Intermedios del Bachillerato Internacional en SEK International Schools.Tal y como recuerda Yeray Guerra, director de Secundaria d e Alameda International School, la LOMLOE determina tanto en la ESO como en Bachillerato unas competencias clave que son trabajadas desde todas las asignaturas que conforman el currículo y que recorren desde la competencia de comunicación lingüística, la comunicación plurilingüe o la competencia emprendedora, entre otras. A su vez, cada una de las asignaturas que se cursan en los diferentes cursos, son evaluadas a partir de las denominadas competencias específicas que se ajustan al ámbito de conocimiento. «Tienen unos criterios de evaluación que ayudan tanto al profesorado como al alumnado a recoger evidencias de aprendizaje a través del desarrollo de instrumentos pedagógicos múltiples y elaborados a criterio del docente titular que imparte la asignatura», resalta el responsable. Y como gran novedad de esta etapa señala el hecho de que el docente «adapta todo el proceso a situaciones de aprendizaje de índole local o global que despierten la curiosidad del alumno y que, por tanto, potencie su espíritu crítico e indagador». Ana Belén Frías, por su parte, habla de la mayor importancia que han adquirido las llamadas habilidades blandas, como el pensamiento crítico, la creatividad, la comunicación y la capacidad de trabajar en equipo. «Esto responde a la necesidad de formar a jóvenes que no solo dominen contenidos académicos, sino que también sean capaces de adaptarse a un mundo en constante cambio, donde la flexibilidad y el aprendizaje continuo son esenciales», puntualiza. Noticias relacionadas estandar No La mejor profesora de FP: «Hay varias formas de devolver la ilusión por el aprendizaje a los jóvenes» Laura Peraita estandar No Especial colegios Según el mejor profesor de Secundaria y Bachillerato, así es una clase perfecta hoy Laura PeraitaPrecisamente, Yeray Guerra recuerda que las líneas principales de esta etapa de aprendizaje son el desarrollo humano y académico. «El fin más importante es darles herramientas para que sean individuos competentes a nivel social en diversos entornos con capacidad de adaptación y un claro conocimiento de la ética, como sujetos políticos con derechos y deberes», afirma. Por otra parte, la línea de aprendizaje vela por estar relacionada en el contexto contemporáneo en la que se inscribe la vida del adolescente y la de sus familias. «Por ello es fundamental comprender los procesos de cambios, los desafíos a los que se enfrenta la sociedad actual y, por último, la conciencia de liderazgo para contribuir a que el mundo sea un lugar mejor», puntualiza. El director del colegio Guzmán el Bueno cree que, en líneas generales, en España se sigue caracterizando por una etapa excesivamente teórica y reiterativa, que poco a poco va subiendo el nivel basándose cada vez más en rankings y notas medias. «Se sigue apostando por asignaturas históricamente importantes (matemáticas, lengua, inglés, historia,…) pero está carente de educación emocional, financiera o de desarrollo personal y de autonomía, aspectos claves en la sociedad joven actual».Cuestionado sobre una mayor exigencia en esta etapa educativa, Roi Álvarez señala que se han dado alternativas para aquellos estudiantes que no llegan a esas exigencias, «como la diversificación o la FP Básica, modelos teóricamente muy interesantes, que derivan normalmente a la FP de grado medio». A pesar de todo, la gran exigencia que hay en Bachillerato y la continua cultura de la nota media «hace subir indirectamente el nivel en esa etapa, como preparación del siguiente nivel», matiza. Pero, a pesar de todo, los estudiantes de la ESO «no salen preparados si deciden entrar en el mercado laboral». Se debe a la falta de «actividades prácticas, desarrollo personal, financiero, de autonomía…». familia_2022En esta etapa de aprendizaje las familias juegan un papel clave. «Más que imponer, se trata de acompañar con paciencia, cariño y firmeza. La clave está en encontrar el equilibrio entre el apoyo y la exigencia, recordando que, aunque pidan más independencia, siguen necesitando saber que estamos ahí para ellos», comienza por destacar coordinadora del Programa de los Años Intermedios del Bachillerato Internacional en SEK International Schools. Además de esos cambios que experimenta el alumno, las familias se preocupan más por su rendimiento académico, «lo que puede generar tensiones», añade. En estos centros educativos cuentan con un programa de formación emocional basado en el Método RULER, una metodología desarrollada por la Universidad de Yale, «que ayuda a los alumnos a reconocer, comprender y gestionar sus emociones de forma adecuada», subraya Frías.MÁS INFORMACIÓN noticia No Bilingüismo: el desafío de dominar una segunda lengua noticia No El primer paso hacia el conocimiento y el desarrollo personal noticia No Tipos de colegios: tres modelos que garantizan la pluralidad de la oferta formativaEl director del colegio Guzmán el Bueno, por su parte, recuerda que cada familia tiene sus peculiaridades, y «haciendo retrospectiva, la sociedad no es la misma que hace unos años, y el país está en una situación, consideramos, de reencuentro: ambos progenitores trabajan, dificultades de vivienda, de formar familia, índice de natalidad… », contextualiza. Es decir, todo ello indirectamente lleva a una complejidad en el exquisito cuidado que merecen los niños. «Además, los índices de depresión y ansiedad infanto-juvenil están disparados, así como en la profesión docente (como marca el I estudio sobre salud mental del profesorado realizado por UDIMA y éxito educativo), lo que lleva a situaciones complejas y desconocidas por los padres», reconoce Roi Álvarez. En este colegio apuestan por un trato cercado con las familias y aseguran que la coordinación y comunicación es altísima, «lo que provoca los buenos resultados que obtenemos»..

Leave a Reply

Your email address will not be published.