El culebrón de la opa de BBVA sobre Banco Sabadell da un paso de gigante. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) , en una reunión agónica de su sala de competencia que ha durado hasta pasadas las 19:15 horas, ha dado su visto bueno a la entidad vasca en su intento de comprar la catalana. Una decisión que se esperaba para este pasado lunes pero que el apagón energético masivo ha retrasado dos días. Todo queda ahora en el terreno de Gobierno.Competencia da luz verde a que BBVA tome el control del Sabadell y lo hace con compromisos pactados con BBVA, como era de esperar, después de haber estado negociándolos durante meses con los vascos, liderados por el presidente Carlos Torres y el consejero delegado Onur Genç. Entre esos compromisos no está la obligación de vender parte del negocio de pymes de la opada, como reclamaban los catalanes para preservar la competencia. Se tratan, en principio, de exigencias asumibles para la entidad vasca con lo que la operación iría para adelante.El organismo ha extendido la reunión de la sala de competencia durante todo el día para tratar de buscar la unanimidad en la resolución. Aunque algunos medios han informado a la hora de comer y antes del cierre del mercado de que ya habían adoptado la decisión, lo cierto es que no ha sido hasta última hora de la tarde cuando el encuentro ha terminado y han podido dar luz verde. Una reunión muy esperada en que, según fuentes financieras, ha habido tensión y discusión entre algunos miembros. La sala la integran la presidenta de la CNMC, Cani Fernández, y otros cuatro miembros entre los que hay cuota vasca y cuota catalana. Noticia Relacionada estandar Si Terminar la opa en agosto, el nuevo gran riesgo para el BBVA Daniel CaballeroDecenas de organizaciones entre sindicatos, patronales, accionistas, consumidores y el propio Sabadell llevaban meses alertando de que esta operación generaría problemas de excesiva concentración bancaria en unos pocos actores, y ponían el foco en el segmento de la financiación a pequeñas y medianas empresas. Era una manera de presionar a la CNMC para que fuera dura en su veredicto sobre competencia y diera al traste con la opa, porque el BBVA ha repetido en varias ocasiones que si las condiciones eran inasumibles, desistiría de la operación.El banco catalán intentó por todos los medios convencer a Competencia de la necesidad de ser más duros en sus condiciones, pero ese escenario ya lo descartaron hace alrededor de dos meses cuando se filtró a los medios que no habría exigencias insalvables. La CNMC también realizó dos test de mercado para preguntar a otros bancos, neobancos, patronales y asociaciones sobre su opinión acerca de la operación; la banca tradicional apoyó al BBVA con que todavía habría suficiente competencia en España aunque desaparezca el banco catalán, mientras que el resto se posicionaron en el sentido opuesto que defiende el Sabadell. Por la CNMC, finalmente, la opa no va a descarrilar después de haber realizado un análisis durante casi un año. Pero tras haber culminado la fase dos del análisis de Competencia, ahora llegará la fase tres, todavía más crucial y sujeta a criterios políticos ya que el Gobierno puede intervenir para modificar los compromisos negociados con BBVA.La fase tres del GobiernoCompetencia notificará más adelante de manera oficial, todavía se desconoce la fecha exacta, la resolución en fase dos a las partes y al Gobierno. En ese momento comenzará a correr el plazo de 15 días que tiene el ministro de Economía, Carlos Cuerpo , para decidir si eleva el caso al Consejo de Ministros para que lo evalúe y se pronuncie. Si Cuerpo decide elevar el caso, como se espera, el Consejo de Ministros tiene 30 días para pronunciarse. Las opciones que tiene aquí el Ejecutivo son mantener la decisión, endurecer o suavizar los compromisos pactados con la CNMC. Aunque el Gobierno nunca ha llegado a dar pistas sobre cómo procederá, se espera que su intervención pueda torpedear la opa pero existen dudas sobre hasta qué punto estirará la cuerda Pedro Sánchez. El margen que tiene el Gobierno no es ilimitado y deberá justificar la decisión que adopte. La ley establece que puede intervenir en base a criterios de interés general distintos de la competencia y cita varios de ellos: defensa y seguridad nacional, protección de la seguridad o salud públicas, libre circulación de bienes y servicios en España, protección del medio ambiente, promoción de la investigación y desarrollo tecnológicos y garantía de un adecuado mantenimiento de los objetivos de la regulación sectorial.El Gobierno deberá utilizar criterios de interés general que vienen en la ley para justificar su intervenciónEl Ejecutivo podrá utilizar cualquiera de esos criterios pero las fuentes consultadas señalan que hay dudas de que puedan encajar en la concepción que tiene el Gobierno en la cabeza, que pasa más por una decisión política que argumentada. El ministro Cuerpo ha advertido en algunas ocasiones sobre los problemas de competencia de la operación , pero ese es un criterio que no podrá utilizar; el presidente Sánchez sí que ha aludido a elementos como cohesión territorial. La decisión que adopte el Consejo de Ministros será clave tanto por lo que haga con los compromisos de BBVA como por lo que los bancos le han reclamado que dé más visibilidad. Más allá de este momento, el Gobierno tendrá también que intervenir en la fusión posterior de entidades si BBVA triunfa en la opa. Ahí el Ejecutivo puede directamente vetar la fusión y obligar a los vascos a mantener dos entidades separadas. Lo que esperan las entidades, especialmente el Sabadell , es que el Gobierno aclare ahora ya lo que decidiría en la fusión posterior para que los accionistas de la catalana tomen la decisión de acudir o no a la opa con toda la información disponible. Pero no existe ninguna certeza de que el Ejecutivo vaya a avanzar nada sobre sus planes futuros respecto a la hipotética fusión.Periodo de aceptaciónDespués del Gobierno, si BBVA es capaz de seguir adelante, la opa entraría en su fase final. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tendría que dar su visto bueno al folleto de la opa, lo cual no se espera que dé problemas ya que llevan meses trabajando en ello. Y justo después se abriría el periodo de aceptación, el momento de decidir para los accionistas. Ese periodo de aceptación puede durar entre 15 y 70 días, según estipule el BBVA. En este caso, como publicó ABC , un riesgo para el banco vasco está en que ese momento caiga en julio y agosto, en periodo vacacional y la participación sea baja, ya que si los accionistas del Sabadell no se pronuncian equivale a un ‘no’. Asimismo, las fuentes consultadas señalan que el momento clave del periodo de aceptación será la última semana, que es cuando suelen decidir los accionistas institucionales. También estará pendiente el mercado de la recomendación que tendrá que emitir el consejo del Sabadell en los primeros días del plazo de aceptación, que será contraria a la opa.

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