Grafiteros condenados a limpiar sus pintadas: «Es un alivio poder conmutar la multa»

Home People Grafiteros condenados a limpiar sus pintadas: «Es un alivio poder conmutar la multa»
Grafiteros condenados a limpiar sus pintadas: «Es un alivio poder conmutar la multa»

«Saluden, como los pingüinos de Madagascar», bromea uno de los grafiteros que ha decidido conmutar la multa por pintar los muros de la ciudad con el único trabajo sustitutorio que les permite, desde que cambió la normativa municipal el pasado diciembre, redimirse de la sanción económica: limpiar las paredes grafiteadas. Este equipo de seis infractores, ataviados con un mono de trabajo, un chaleco municipal, una gorra y una mascarilla que les hace casi irreconocibles, no tuvieron ayer la mejor de las suertes, pues les tocó repintar uno de los laterales de la Plaza de Juan Muñoz delante del delegado de Urbanismo Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, quien acudió a supervisar los trabajos, y de más de una decena de fotógrafos y cámaras de medios de comunicación. En cierto modo, un doble castigo que no ha evitado que estos jóvenes, bajo la condición de mantener el anonimato, expusieran al concejal sus reivindicaciones. La pena, pedía uno de los miembros de esta patrulla de limpieza, «debe ser proporcional a la pintada, no es lo mismo un muro entero que una firma». «Además, habría que buscar herramientas para que el grafiti no se vea como algo vandálico. No somos ladrones», reivindicaba este joven, que solicitó además espacios disponibles donde desarrollar su pasión. «Una cosa es el arte urbano y otra ensuciar. Gastamos doce millones de euros al año en limpiar grafitis. Hay lugares donde se puede hacer de manera autorizada y la obra se respeta e incluso se puede mantener», le contestó Carabante. Desde el consistorio apuntan que hay programas de fomento de este arte de forma ordenada, como ‘Compartiendo muros’, y que los distritos gestionan también otros espacios. «Disculpe, pero debo decir que en Madrid no hay muros de ese tipo o no están disponibles. A veces cuando pintamos en un sitio legal la gente también nos insulta o nos intenta denigrar. Nosotros también tenemos derecho a expresar nuestro arte», aseguraban antes de cubrir de gris lo que antes era un muro de firmas multicolor. Noticia Relacionada estandar Si El grafiti madrileño se domestica: más arte, menos callejero Jesús Nieto Jurado La progresiva conversión del arte urbano en un elemento que deja el espacio público y la clandestinidad para entrar en galerías genera divergencias entre creadores, profesionales e historiadores del movimientoDesde el inicio de este programa sustitutorio, 33 grafiteros han conmutado ya su pena por estas tareas de limpieza. En total, han realizado ya 1.228 horas de trabajo, lo que les ha permitido librarse de 64.100 euros de multas. El 76% de los participantes son hombres, y la mayoría de ellos (61%) tienen entre 18 y 29 años. Un 15 % son menores de edad, por lo que tienen que hacer estas tareas de limpieza acompañados de sus tutores legales. El 33 % de los participantes cuenta con estudios universitarios y todos, excepto uno, residen en Madrid. La mayoría fueron sancionados en Moncloa-Aravaca (diez), Latina (seis), Carabanchel (cinco), Centro (tres), Fuencarral-El Pardo (dos), Barajas (dos), Arganzuela (uno), Hortaleza (uno), Moratalaz (uno), San Blas-Canillejas (uno) y Vicálvaro (uno). Hasta 60 horasEl número de horas de trabajo a rodillo va en función de la sanción recibida. En estos primeros casos, ha oscilado entre las 14 horas realizadas por una persona que fue sancionada con 400 euros hasta las 60 horas que dedicaron ocho personas multadas con 3.000 euros . Estos debutantes han eliminado un total de 2.625 metros cuadrados de grafitis en Fuencarral-El Pardo, Villa de Vallecas, Arganzuela, Hortaleza, Carabanchel, San Blas-Canillejas y Ciudad Lineal. «Es una labor importante porque no solo repara el daño ejecutado, sino que convierte a los infractores en prescriptores de limpieza», destacó el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, que subrayó también que reciben formación para hacer estas tareas en condiciones de seguridad y charlas cívicas. Para el consistorio, el impacto de esta medida es muy satisfactorio: el 91% de los sancionados valora positivamente esta iniciativa y el 61% considera que ha mejorado su nivel de conocimiento de la normativa. «Es un alivio poder conmutar una multa de esta cuantía, en mi caso 3.000 euros, por horas de trabajo, teniendo en cuenta que un chaval de nuestra edad no tiene esa capacidad de generar ingresos, y menos tal y como está la vivienda y todo hoy en día», cuenta uno de los infractores, un profesor de 26 años al que cazaron pintando con unos amigos en un parque. Lleva ya tres jornadas redimiéndose de su pena. «Faltan sitios en los que poder pintar legalmente, ahora mismo los lugares cedidos son mínimos o nulos. O no se ponen en conocimiento de la comunidad», subraya el joven. Una comunidad que, por cierto, es más variada de lo que pensamos: «Se cree que el grafitero promedio es un chaval de 15 años sin preocupaciones que se dedica a molestar. Y es todo lo contrario, hay gente desde 10 hasta 50 años, con familia e hijos, que hace esto desde hace tiempo por pasión y gusto. El grafiti es inherente a las multas. Es, por decirlo así, cuestión de amor al arte». De hecho, él se atreve a dar su propia predicción sobre cuándo volverá a estar garabateado el muro que cubrieron ayer de pintura gris en apenas media hora: «No le doy más de uno o dos días».

Leave a Reply

Your email address will not be published.