El peligroso intercambio de golpes entre la India y Pakistán no hace más que intensificarse y coloca a ambos países al filo de una guerra abierta. Al menos 13 civiles han muerto en la Cachemira paquistaní en las últimas 12 horas hasta el mediodía de este sábado, según ha afirmado la autoridad regional de desastres. Pakistán ha denunciado que en la madrugada de este sábado, alrededor de las 3:15 (hora local), India ha bombardeado con misiles tres bases aéreas militares en Chakwal, Shorkot y Rawalpindi, esta última a apenas 10 kilómetros de la capital, Islamabad. India no se ha manifestado al respecto. La réplica pakistaní ya estaría en marcha, una operación bautizada como ‘Operación Bunyan al-Marsus’, «muro impenetrable» en árabe. Esta, según sus fuerzas armadas, habría golpeado las tres bases desde donde India habría disparado y habría destruido los sistemas de defensa S-400, y estaría acompañada también de un ciberataque que habría desactivado el 70% del suministro eléctrico y las principales páginas del país, afirmaciones propagandísticas de dudosa credibilidad.En paralelo, el primer ministro Shehbaz Sharif ha convocado una reunión de la Autoridad de Comando Nacional, organismo responsable de las armas nucleares de Pakistán, evidencia del riesgo de escalada.Noticias relacionadas estandar No La India y Pakistán, la historia de dos potencias nucleares enfrentadas desde 1947 por Cachemira Lorena Gamarra estandar Si Pakistán, militarizado por China, y la India reduciendo su dependencia de Rusia: el juego de alianzas en Cachemira Manuel TrilloLas autoridades indias, por su parte, han celebrado esta tarde una rueda de prensa en la que han compartido su versión de los hechos. «Esta mañana, fuimos testigos una vez más de este patrón de escalada y provocación», ha afirmado el secretario de Exteriores de India, Vikram Misri. «Son las acciones de Pakistán las que han constituido provocaciones y escalaciones. En respuesta, la India se ha defendido y ha reaccionado de manera responsable y mesurada».Las portavoces del Ejército han ofrecido detalles sobre la ofensiva pakistaní en marcha. La coronel Sofiya Qureshi ha acusado a Pakistán de utilizar misiles de alta velocidad para atacar bases aéreas indias, mientras que la comandante Vyomika Singh ha incidido en que el país vecino habría empleado una «gran variedad de recursos», incluidos drones y armas de largo alcance, para «atacar zonas civiles e infraestructura militar».Ambas han desmentido también los supuestos éxitos de los que Pakistán ha hecho gala. «Pakistán también ha intentado llevar a cabo una campaña maliciosa de desinformación, con afirmaciones sobre la destrucción del sistema S-400 indio en Adampur, la destrucción de aeródromos en Surat y Sirsa, el depósito de BrahMos en Nagrota, posiciones de artillería en Derangyari y el depósito de municiones de Chandigarh, junto con la propagación de informes de graves daños a otras estaciones militares en las redes sociales. […] India rechaza inequívocamente estas afirmaciones falsas que está difundiendo Pakistán», ha sentenciado Singh.Estas ofensivas representan la respuesta de Pakistán a la «Operación Sindoor», que llevó a India a bombardear en la madrugada del miércoles nueve «enclaves terroristas» en suelo pakistaní en respuesta a un atentado terrorista perpetrado dos semanas atrás en un valle cercano a Pahalgam, el cual dejó 26 muertos. Este lugar se encuentra en Cachemira, región que ambos reclaman en su totalidad pero que solo controlan en parte, y por la que ya han ido a la guerra en 1947 y 1965.La comunidad internacional, mientras tanto, trata de aplacar los ánimos. El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio , ha mantenido sendas conversaciones telefónicas con el jefe del Ejército paquistaní, Asim Munir , y el ministro de Asuntos Exteriores de la India, Subrahmanyam Jaishankar . Rubio ha instado a ambos a encontrar el modo de desescalar la situación y ha ofrecido la ayuda de EE.UU. para iniciar «conversaciones constructivas con el fin de evitar futuros conflictos».

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