Masters 1.000 de Roma Tercera ronda Djere 6 2 Alcaraz 7 6«¿Dónde vas tan temprano?», le preguntó Zverev a Alcaraz cuando le vio aparecer en el campo de entrenamiento del torneo de Roma nueve horas antes de la hora aproximada en la que el español tenía que enfrentarse al serbio Laslo Djere. «El Madrid–Barça es a las 16.15. Entreno ahora y luego veo fútbol en paz», le respondió el español.Como bien se titula el documental sobre el tenista murciano recientemente estrenado, este vive y juega «a su manera», algo que no acaba de hacerle gracia a su entrenador, Juan Carlos Ferrero, cuyo rostro refleja a menudo cierta incomprensión hacia la filosofía , en la pista y fuera de ella, de su pupilo.Ante Djere, Alcaraz (22 años) volvió a ser ese gran tenista que solo convence a ratos, sin la continuidad que se supone cuando hay una teórica gran diferencia entre los dos jugadores. El serbio (29 años) aguantó el tipo durante un notable primer set. Puso en apuros a Alcaraz, le empujó hasta el tie-break, e incluso amenazó con amargarle el desempate cuando se colocó por delante (1-2). Pero no pudo más. A partir de ahí, el murciano fue imparable y acabó ganando 6-2. Vistos los buenos juegos anteriores firmados por Djere, ese bajón sorprendió. La extrañeza se disipó cuando Laslo, sentado en su banquillo, se quitó la camiseta y tuvo que ser atendido por un fisioterapeuta. Visiblemente dolorido en el antebrazo derecho, tras unos minutos de inspección y breves masajes, volvió a la pista para afrontar el segundo capítulo.Todo pundonor, el número 64 del mundo hizo lo que su calidad y su tocado brazo le permitieron ante el tercer mejor tenista del ránking. Lo intentó, pero cometió muchos errores que le acabaron de descentrar y le llevaron a un estado a caballo entre la impotencia y la rabia. Perdiendo 3-0 estrelló la raqueta contra el suelo y contra su bolsa. Eso sí, todavía tuvo los arrestos suficientes como para sumar un par de juegos. Carlos parecía dispuesto a no dejar pasar la ocasión, a hurgar en la debilidad del contrario y a finiquitar el partido por la vía rápida. Lo hizo, pero a su manera. Poniéndole un poco de emoción, sembrando breves dudas que quedaron resueltas tras el segundo juego ganado por Djere. Entonces, el español aceleró y remató la faena. A su manera.El martes, en octavos de final le espera Khachanov. Si gana al ruso, Alcaraz ascendería un puesto en la ATP y llegaría a Roland Garros como número 2 del mundo.

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