Feijóo retrasa hasta el verano la remodelación de la cúpula del PP

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Feijóo retrasa hasta el verano la remodelación de la cúpula del PP

El runrún sobre el refuerzo de equipos dentro del PP y, sobre todo, los cambios que tiene en la cabeza Alberto Núñez Feijóo lleva recorriendo el partido varios meses. Hay una coincidencia clara: el dirigente gallego buscará un revulsivo para la fase final de la legislatura. Muchos dirigentes siguen pensando que Pedro Sánchez intentará aguantar hasta el final, pero también admiten que nada está escrito y que no pueden correr el riesgo de no estar preparados si hubiera adelanto electoral.En este contexto, todos los dirigentes consultados, también presidentes autonómicos y cargos de distintos niveles, siguen pensando que Feijóo necesita un gran cambio de caras y responsabilidades. En marzo de 2023, justo antes de las elecciones autonómicas y municipales, el líder del PP amplió su Comité de Dirección, apostando por más mujeres –una de sus obsesiones– y lo rejuveneció. Pero nadie termina de ver que los objetivos se cumplieran salvo alguna excepción como la diputada Ester Muñoz, valor al alza y a la que muchos sitúan en una portavocía más adelante. Otras apuestas no han terminado de cuajar igual.Los recientes cambios a nivel europeo –Dolors Montserrat deja ya la jefatura de la delegación española en el Parlamento Europeo al asumir la secretaría general del PP comunitario y será sustituida como portavoz por Esteban González Pons– no van a conllevar decisiones inminentes como algunos esperaban en el partido. Feijóo reúne hoy al Comité Ejecutivo Nacional y lo previsto es que solo comunicará que Montserrat se mantendrá en los ‘maitines’ de los lunes a pesar de que deja formalmente la dirección. Pons compaginará por ahora la portavocía europea con su vicesecretaría Institucional, aunque desde hace tiempo da señales de no tenerle apego.Noticia Relacionada estandar No El PP forzará la revisión de las subvenciones a Bildu por incluir a etarras en sus listas del 28-M Juan Casillas Bayo «Eran terroristas y estaban ahí. No pueden recibir ni un euro público», dice Cuca GamarraEn el equipo más cercano a Feijóo insisten en que todavía no se acometerá la reforma interna. Pero si hay un nuevo responsable del área institucional, reflexionan en la cúpula, «lo lógico» será que se produzcan el resto de cambios en cascada. Tanto en Génova como en los grupos parlamentarios .Por eso todos los consultados apuntan al verano, una vez haya terminado el curso. No tendría sentido, recalcan, lanzar relevos en pleno periodo de sesiones. La idea sería empezar el nuevo curso en septiembre con toda la maquinaria engrasada. Hay quinielas que llevan tiempo encima de la mesa, pero la realidad es que nadie aporta certezas. «Todo son especulaciones porque los cambios que vaya a hacer Feijóo solo los sabe él», coinciden colaboradores cercanos y otros cargos de peso en el partido, repitiendo lo metódico y lo poco partidario que es el líder popular de airear decisiones o adelantarlas antes de tiempo.La reflexión que se repite desde hace tiempo en todos los sectores del partido es la de que faltan referentes en la dirección nacional. Sugieren que Feijóo necesita incorporar perfiles «que sean reconocibles» dentro y fuera de la organización. También hay críticas internas a los grupos parlamentarios. En el Senado el PP exhibe muy a menudo la fuerza de su mayoría absoluta, impulsando, por ejemplo, comisiones de investigación sobre los asuntos más complicados que afectan al Gobierno. En cambio, muchos dirigentes consideran que faltan voces con más peso político. En la Cámara Alta la persona que sigue manejando los hilos del grupo y toma las grandes decisiones, con el beneplácito de Feijóo, sigue siendo el veterano Javier Arenas.Tellado cuenta con la confianza de Feijóo, pero algunos le ven más en la parte orgánicaEl caso del Congreso es bastante más difícil de gestionar. Feijóo entregó a su hombre de confianza en Galicia, Miguel Tellado, las llaves de la portavocía para que ejerciera una oposición muy dura contra el Gobierno. Pero también le encargó la administración del grupo más numeroso de la cámara (el PP ganó las elecciones) y las negociaciones parlamentarias en una legislatura convulsa donde cada semana se juega una partida casi nueva. Tellado ha seguido las órdenes de su jefe de filas, pero muchos dirigentes consideran que su vocación sigue siendo la orgánica y que tendría sentido que volviera a funciones de ese tipo.Aunque la voluntad del partido pasa por un gran revulsivo –que dan por hecho que se producirá– muchos recuerdan que Feijóo no es un amante de las revoluciones. Y dan por hecho que habrá renovación, pero «coherente».La otra gran asignatura pendiente es un Congreso nacional –el último ordinario se celebró en 2017– en el que el PP actualice, por fin y con muchos años de retraso, el debate político de las ideas. Hasta el momento Feijóo ha evitado convocarlo. No lo hizo antes de las generales, pero nadie concibe ya un retraso mucho más amplio.Claves Refuerzo preelectoral El partido espera una renovación de caras y responsabilidades para afrontar el final de la legislatura y creen que deben estar preparados si surge un adelanto electoral. Comité de Dirección Dolors Montserrat seguirá en los ‘maitines’ de los lunes a pesar de dejar la portavocía europea. Pons mantiene por ahora sus funciones de vicesecretario. Congreso y Senado La renovación llegará a los grupos parlamentarios y por eso se esperan en verano, cuando haya terminado el periodo de sesiones. El debate ideológico El último congreso ordinario se celebró en 2017. Desde entonces no ha habido una actualización ideológica ni se han confrontando ideas entre las distintas sensibilidades del partido.En el equipo más cercano a Feijóo han terminado asumiendo, siempre con cierto malestar, los «recados» que reciben de tanto en cuanto sobre el tipo de oposición que su jefe de filas debería hacer. Es decir, si se pasa ofreciendo pactos de Estado a Pedro Sánchez o se equivoca al no apoyar planes como el de los aranceles; si debería endurecer el tono con Vox o simplemente ignorarlo; si debería incorporar caras nuevas y cambiar a todo su Comité de Dirección… Y, sobre todo, la duda más repetida es la de si realmente le ha tomado la medida al socialista, sabe de lo que es capaz y lo difícil que será tumbarle por muchos escándalos que se acumulen. «Todo el mundo sabe lo que Feijóo debería hacer. Lo increíble es que no se pongan ellos a hacerlo», ironizan sus más cercanos para cortar la presión de raíz.En lo que también coinciden dirigentes de peso es que la legislatura «se está haciendo muy larga» porque el presidente resiste a todo lo que le ponen por delante. Las causas judiciales contra su mujer y su hermano, el caso Ábalos, la falta de presupuestos, el debate incierto sobre el aumento del gasto en defensa, los pactos con los independentistas que han llegado hasta las fronteras de Cataluña; y ahora, recientemente, el apagón o el caos ferroviario, dos asuntos que interpelan directamente a la gestión. «Pero Sánchez ahí sigue. Y va al Congreso y vende un milagro económico», dicen con tono de impotencia veteranos del partido.

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