Optimistas y difíciles de esperar. Así ha definido este miércoles la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) las proyecciones económicas remitidas hace quince días por el Gobierno a la Comisión Europea en el marco del seguimiento del Plan de Ajuste Estructural a siete años al que el Reino de España se ha comprometido con la Comisión Europea. Las previsiones elaboradas por el Ministerio de Economía parten de la premisa de que la economía española va a ser capaz de absorber en su totalidad el impacto, que por otra parte considera tenue, de las turbulencias comerciales, económicas y financieras causadas por la ofensiva arancelaria de la Administración Trump, gracias a su buen comportamiento en 2024 y sobre todo a una mayor pujanza de la demanda interna de la economía, es decir, de hogares, empresas y administraciones públicas domésticas, como si el marco de inestabilidad mundial no fuera a afectar a sus decisiones.Noticia Relacionada estandar Si El Gobierno desdeña el impacto de la guerra comercial y mantiene su previsión de crecimiento en el 2,6% Bruno Pérez Economía entiende que las turbulencias arancelarias apenas restarán una décima a la aportación del sector exterior que será compensada por el mayor consumo de los hogaresLa Autoridad Fiscal considera que ese escenario así dibujado es difícil de esperar y que una situación que como ya ha avanzado el Fondo Monetario Internacional (FMI) va a provocar una sensible caída del comercio mundial no puede no afectar a la economía española, principalmente por «los elevados niveles de incertidumbre actuales y el alto grado de apertura de la economía española, así como por la elevada inserción en las cadenas de valor de algunos sectores productivos afectados por los aranceles, como el automóvil».El resultado de esta discrepancia no es menor. La Autoridad Fiscal, que en principio es el organismo llamado a avalar o corregir los presupuestos macroeconómicos que sirven de base para la política presupuestaria y fiscal del Reino de España, ha propinado un severo recorte a la previsión oficial del Gobierno respecto al comportamiento esperado de la economía española en los próximos años. Para empezar ha rebajado al 2,3% su expectativa de crecimiento del PIB para este año, que antes situaba en el 2,5% y que el Gobierno ha decidido mantener en el 2,6% pese a la amenaza de las turbulencias comerciales. Para 2026 el recorte es aún mayor, del 2% al 1,7%, mientras que el Ministerio de Economía está convencido de que la economía puede crecer un 2,2%; y para los dos ejercicios siguientes, 2027 y 2028, prevé un crecimiento del 1,7% frente al 2,1% en que el Gobierno está convencido que se estabilizará el crecimiento económico. En total, una discrepancia de más de 1,5 puntos de PIB en los próximos cuatro años.El asunto es relevante por cuanto la Autoridad Fiscal es el organismo que debe velar por la adecuada gestión de las cuentas públicas españolas y con semejante brecha es improbable que la Airef y el Gobierno puedan tener una visión similar sobre la evolución de las cuentas públicas en los próximos años.Margen fiscal para no hacer recortes…hasta 2027De hecho, así es. Mientras que el Gobierno comprometió con Bruselas que el gesto neto de medidas de ingresos -la nueva métrica que Europa ha decidido observar para garantizar el rigor fiscal de los países miembro- evolucionaría apenas un 3,4% en el periodo 2025-2029, la Autoridad Fiscal considera que en ausencia de otras medidas de ajuste, ya sea en forma de mayores ingresos o de menores gastos, ese indicador crecerá un 4,1%.La Airef subraya, no obstante, que esa desviación no obligará al Gobierno a hacer nuevos esfuerzos fiscales , al menos hasta el año 2027. El fenomenal comportamiento de los ingresos fiscales al calor del mayor crecimiento experimentado por la economía en 2024 ha dado un margen extra a la política presupuestaria del Gobierno, que incluso cumpliendo con el objetivo de elevar hasta el 2% el gasto en defensa no tendría que adoptar medidas de ajuste presupuestario ni este año ni el que viene. Cosa distinta será el año 2027, cuando no le quedará más remedio que actuar si quiere seguir cumpliendo los objetivos comprometidos con Bruselas.Gobierno y Airef también discrepan respecto a la evolución de los principales parámetros fiscales en los próximos años. El Ejecutivo espera una reducción consistente del déficit público hasta el 0,8% en 2030, que solo después repuntaría de manera suave hasta consolidarse en el 2% del PIB. La Autoridad Fiscal es mucho más pesimista. Cree que, en efecto, España logrará reducir su déficit público tanto este año como en 2026, cuando tocará suelo en el 2,6% y luego empezará a subir como la espuma como consecuencia de los costes del envejecimiento de la población, la factura de las pensiones y otros factores hasta situarse en el 5,2% a la altura de 2040.Algo similar ocurre con la deuda pública. Las previsiones de Gobierno y Airef coinciden hasta 2026, pero mientras que el Ejecutivo descuenta que el endeudamiento público continuará bajando a partir de entonces, la Autoridad Fiscal espera un repunte a partir de 2027 a no ser que se adopten medidas de contención adicionales.

Leave a Reply