Un soltero huye despavorido de ‘First Dates’ ante la peor cita de su vida: «No lo querría ni a 500 metros»

Home People Un soltero huye despavorido de ‘First Dates’ ante la peor cita de su vida: «No lo querría ni a 500 metros»
Un soltero huye despavorido de ‘First Dates’ ante la peor cita de su vida: «No lo querría ni a 500 metros»

Desde el minuto uno la cita de Marco (37) y Luis (33) en ‘First Dates’ estuvo abocada al fracaso absoluto, pero el equipo del programa de Cuatro no se imaginaron ni por asomo que las personalidades de los dos solteros acabarían colisionando hasta el punto de no ser capaces de soportar la velada con un mínimo de cordialidad. Luis , dependiente y estudiante alicantino, ya puso sobre aviso a la audiencia de que aunque es una persona extrovertida, cuando no está cómodo «puedo decir cosas y cagarla». Y lo cierto es que nada más ver aparecer a Marco se llevó una enorme decepción. «Me he quedado un poco en shock. Si me gustara una tía, sí me gustaría que tuviera el pelo largo. No es por ser clasista pero no me pone el pelo largo. No me pone ni su pelo ni su forma de vestir, nada. Muy delgado», expuso, incluso llegando a amenazar con irse. Noticia Relacionada First Dates estandar No Una soltera arremete contra lo que considera una ‘guarrería’ que le gusta a su cita: «Es de ser cochino» María Robert «Una segunda cita, ni muerta». Así de tajante se mostró Lidia, una mujer muy tradicional, cuando supo que Cristian no rechaza las relaciones abiertasEl mismo pensamiento pasó por la mente de su cita, modelo originario del municipio toledano de Villasequilla. Sería lo único en lo que se pusieron de acuerdo durante la cena. Ninguno se atrevió a marcharse, aunque casi hubiera sido mejor… La tensión se cortó con un cuchillo durante toa la cita. Y si bien Marco intentó entablar al menos una conversación educada, Luis no paró de mofarse de su pretendiente, a quien comparó despectivamente con Jesucristo Superstar , cada vez que tuvo oportunidad. Los desafortunados comentarios de Luis Para romper el hielo, el modelo le hablaba de su profesión y este con retintín espetaba un cortante «¿de pasarela?». «¡Ojo! Que tiemble Naomi Campbell », añadía por detrás con malicia. «Yo no soy Naomi Campbel l, pero para lo que llevo de año, mi carrera está disparada», le respondía sin saberlo también ante el equipo de ‘First Dates ‘. Escudándose en el sarcasmo y la ironía, Luis soltó unas cuantas barbaridades, como insinuar que para progresar en el mundo del espectáculo o la moda recurren a favores sexuales. Fue la gota que colmó el vaso para Marco , que lógicamente reaccionaba con indignación. «Que tenga una mente tan retrógrada en la que en pleno siglo XXI piense que para conseguir algo tienes que meterte debajo de la mesa de un despacho… Eso lo harás tú, yo no lo hago. No sé qué vivencias ha tenido. Una persona que piense así, no la quiero en mi vida». Encima, el alicantino lo criticaba por haberse molestado acusándolo de tener poco sentido del humor. De hecho, pese a saber que tanto comentario maleducado disfrazado de gracietas, el dependiente siguió hasta que Marco se plantó y lo llamó directamente cansino. «Si eres Brad Pitt y te metes con el físico de alguien lo entendería, pero tú…». La tensa decisión final de Marco y Luis CuatroEn ese punto de la velada, el modelo ponía las cartas sobre la mesa. «Dime la verdad. Cuando yo he entrado, tú te hubieras ido, hubieras salido de la banqueta por este lado y te hubieras ido», señaló. Él mismo admitió que pensó que era un cani. Luis confesaba que le había recordado a Jesucristo Superstar y que en la primera impresión «he dicho, ‘no se le puede soportar». Todo dicho. Sin perder un segundo más, el toledano pedía la cuenta antes de acabar la cena. Ni corto ni perezoso, Luis le pedía que lo invitara, pero como era lógico, no coló. «Creo que ha sido la peor cita de mi vida. Esto lo voy a recordar por los siglos de los siglos», lamentaba Marco en los totales en los momentos previos a la decisión final. Tampoco entonces se cortaba en expresar su más sincera opinión sobre el dependiente. «No tendría una segunda cita con Luis. Ni una ni ninguna. No querría a Luis ni a 500 metros de mí. No he visto persona más ofensiva en mi vida. No la tendría ni como amigo, no me ha parecido ni buena persona». «Yo tampoco tendría una segunda cita. Creo que de ofensivo nada, pero no sabe ni qué decir. Para lo que le ha interesado, me ha seguido el rollo y para lo que no…», contraatacaba Luis, indignando todavía más a Marco , que se levantaba ipso facto y se marchaba dejándolo allí plantado. «Me hubieras hecho un favor si te hubieras ido a tu casa al principio. De hecho, me voy ya a mi casa. Aquí te quedas», sentenciaba justo antes de abandonar el restaurante.

Leave a Reply

Your email address will not be published.