Los equipos de cada candidato han hecho sus quinielas y acuden a la cita electoral de mañana con una idea más o menos clara sobre cuál será el resultado final de unos comicios que marcarán el futuro de Cepyme y de la propia CEOE. Las cartas están boca arriba tras los pronunciamientos de las patronales, aunque el voto es personal y secreto y mantendrá la incertidumbre hasta el final.Lo que sí está claro es que la victoria de Ángela de Miguel o de Gerardo Cuerva puede zanjar la guerra abierta en la patronal española o mantener una honda división en un momento de fuerte conflicto con el Gobierno y de ataques a la iniciativa privada sin precedentes. Está en juego el propio modelo de organización; la línea continuista que representa la candidata de Antonio Garamendi, o la que representa Cuerva, enfrentado a la organización por la estrategia seguida con el Gobierno, que entiende que perjudica a las pymes. Noticia Relacionada elecciones el día 20 estandar Si Carta de Ángela de Miguel: «Hemos estado seis años con una Cepyme ausente» Susana AlcelayEn la Asamblea Electoral de Cepyme están censados 505 vocales. 56 organizaciones territoriales tienen 230 votos y la norma general es que tengan cuatro votos por comunidad y otros cuatro por cada provincia, salvo excepciones como la patronal madrileña CEIM , la catalana Fomento del Trabajo o la valenciana CEV, con ocho vocales cada una. Los otros 275 votos se reparten entre 91 patronales sectoriales, con cuatro vocales cada una. También en este caso existen excepciones con patronales como construcción (CNC) o industria (Confemetal), con ocho cada una de ellos.Muchas de estas organizaciones ya se han pronunciado en apoyo a la empresaria vallisoletana. Entre las patronales que lo han hecho están la organización madrileña CEIM, también la vasca Confebask y la catalana Fomento del Trabajo. En la misma dirección se ha pronunciado la patronal de Valencia (CEV) y las territoriales de Canarias, La Rioja, Aragón, Baleares, Galicia, Castilla y León y Ceuta, entre otros.Autónomos y jóvenes empresariosLos autónomos de ATA dirigidos por Lorenzo Amor fueron de los primeros de hacer público su respaldo a De Miguel, igual que los jóvenes empresarios de Ceaje, el comercio (CEC), el transporte por carretera (Confebús), la cogeneración (Acogen) y la de patronal de alquiler de vehículos Feneval. La del metal, Confemetal, apoyará a la candidata, igual que la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), FIAB (alimentación y bebidas), Acade (educación privada) y FECE (comercio y electrodomésticos). Se sumarán sanidad, educación privada, automoción, perfumería y cosmética. Cepyme Aragón votará a Ángela de Miguel.Cuerva tiene el respaldo de varias organizaciones territoriales , entre ellas Castilla-La Mancha (Cecam); Cantabria; parte de Murcia (Croem), Extremadura (Creex); Sevilla (CES); y dos vicepresidentes de CEOE Castilla y León. Es llamativa la ausencia de la patronal de Andalucía , CEA, que no ha sido incluida ni en la lista de Cuerva ni en la de Ángela de Miguel. En el plano sectorial, Cuerva lleva en su candidatura a organizaciones más pequeñas que las de Ángela de Miguel. Entre ellas, están los gestores administrativos; el metal de Murcia, la siderometalurgia de Ciudad Real o la asociación de explotaciones frigoríficas.La gran incógnita de estas elecciones es el peso que pueda alcanzar tanto de voto delegado, que pretendió restringir sin éxito Cuerva, y el voto ‘desleal’, que podría sumar un puñado de apoyos e inclinar algo la balanza a uno u otro lado en función de los vocales que deleguen su voto y de los que puedan optar por la papeleta del candidato contrario al que ha anunciado su organización. Cuerva asegura que reserva cinco huecos para organizaciones que quieren estar en su candidatura pero no han podido por las «presiones» que han recibido desde la dirección de CEOE y de su presidente, Antonio Garamendi. La suya es «una candidatura de valientes», recalca el empresario granadino.Todo comenzó con el SMIEl que ha sido presidente de la patronal de las pymes desde 2019 nunca encajó en el aparato de CEOE. Poco después de acceder a la presidencia comenzaron las diferencias; fue con la subida del salario mínimo a los 950 euros, que la organización que dirige Antonio Garamendi pacto con el Gobierno. «Quiero reiterar que no es bueno para la pyme subir a 950 euros; es menos malo que 1.000», señaló entonces el presidente de Cepyme. Ese mismo día las cosas empezaron a cambiar.Pero la diferencia de criterios llegó mucho más lejos. Los motivos que habrían llevado al jefe de la patronal a tomar la decisión de intentar desalojar a Cuerva de la dirección de Cepyme por haber perdido su confianza son varios, pero dos de ellos supusieron un antes y un después en la relación de los dos presidentes: los desencuentros sobre la reforma laboral , que CEOE y también Cepyme firmaron en 2022 con el Gobierno y los sindicatos, y el manifiesto que la organización de pymes presentó el pasado julio para defender la libertad de empresa. Cuestiones como el posicionamiento de Garamendi sobre los indultos del ‘procés’ también pesaron.Un cóctel que desembocó en una ‘guerra abierta’ por el trono de Cepyme que ha llegado a un punto de no retorno. Las denuncias de «anomalías e injerencias» por parte del empresario vasco realizadas por Cuerva han echado más leña al fuego en un proceso que ha estado salpicado de descalificaciones por parte de la patronal de pymes hacia primeros ejecutivos de la CEOE. La unidad, el nexoEl único nexo que une a los candidatos es que los dos prometen unidad empresarial si ganan los elecciones. De Miguel ofrece a los electores una nueva etapa de compromiso con las pymes, en las que, dice, volcará todos sus esfuerzos para que estén en el centro del debate público y recuperar influencia. «Hemos asistido a seis años de una Cepyme ausente », denuncia la candidata. También defiende una reducción de las cargas burocráticas y fiscales y de la morosidad, y reivindica el papel de la negociación colectiva como «herramienta fundamental de participación en la actividad legislativa, del progreso empresarial y económico, y generadora de paz social.Para Cuerva, José María Cuevas como el «espejo en el que nos miramos quienes apostamos por fortalecer las empresas». Es la libertad de empresa el punto de partida para el candidato, que se queja de la «multitud de medidas impuestas» por las distintas administraciones, que dificultan la unidad de mercado, y de los elevados costes fiscales, laborales y burocráticos. Dice que Cepyme debe «acentuar su relevancia y defensa de las pymes», «siempre en el marco de la unidad con CEOE», pero «con voz propia, relevancia y autonomía».Ahora le toca hablar a las urnas.

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