Ni la muerte está a salvo del expolio. En 1906, el banquero Agustí Santesmases vendió al anticuario y ‘cazafortunas’ Luis Ruiz cuatro sepulcros tallados en roca caliza de una extrema belleza. Creados a principios del siglo XIV, albergaban los restos de los ilustres Condes de Urgel. El anticuario pagó 15.000 pesetas de aquel entonces para llevárselos a una casa de subastas de Nueva York . Un ejército de peones aterrizó en el monasterio para arrancar los sepulcros de sus paredes. Dejó los restos, o lo que quedó de ellos, y se llevó los sepulcros a 15.000 kilómetros de distancia, a Estados Unidos. Acabaron en el museo The Cloisters, parte del Metropolitan Museum de Nueva York. Otra nefasta historia del expolio patrimonial ‘yankee`.A pesar de los múltiples intentos de recuperar estas piezas, el Monasterio de Santa María de Bellpuig de las Avellanas (Lérida), lugar originario de los sepulcros, no pudo más que conformarse con levantar una réplicas perfectas de los originales. En 2023 se presentó los primeros resultados y ahora ya está todo listo para dejar descansar a los Condes de Urgel donde siempre quisieron estar. No en balde, el Monasterio de Santa María de Bellpuig fue levantado por Ermengol VII y su esposa, Dolça de Foix, en el año 1166, Dos siglos después, en el 1303, Ermengol X lo convirtió en mausoleo familiar, preparado para guardar los restos de sus progenitores, así como los suyos y los de su hermano Àlvar de Cabrera.Lo que parecía un imposible hace 120 años, ahora está a punto de cumplirse. Este lunes, un grupo de conservadores y restauradores patrimoniales abrieron los osarios donde hasta ahora se conservaban los restos de los condes de Urgel y han iniciado un estudio antropológico en profundidad para conocer con mayor rigor la genealogía de este importante linaje catalán . Los restos que albergaban estos osarios serían del mismo Ermengol X, que convirtió al monasterio en mausoleo, a sus padres Álvar y Cecilia de Foix, y de su hermano Álvar II, vizconde de Áger.Un análisis completo de radiocarbonoSegún el director del monasterio de Santa Maria de Bellpuig, Robert Porta, este estudio permitirá profundizar en la historia de la célebre estirpe Urgel y que no haya mayores especulaciones sobre la identidad real de los restos enterrados en el monasterio. «Certificaremos que son condes de Urgel, y entonces seremos el único lugar donde sabremos a ciencia cierta que está enterrado los restos de miembros de este importante linaje que duró más de cuatro siglos».Entre las diferentes pruebas que se realizarán a los restos destaca una analítica de radiocarbono para dejar un registro cronológico de los diferentes restos y saber de cuántas personas estarían enterradas en el mausoleo. Este tipo de pruebas pueden tardar meses en asegurar un resultado fiable, así que habrá que esperar un poco más para cerrar este capítulo.La historia de estos restos es casi de una película de enredo o un vodevil. Tras el expolio de los sarcófagos, un obispo mandó la orden de que los restos fueron trasladados por un párroco al municipio vecino de Vilanova de la Sal, quien los enterró en la iglesia de la localidad. El problema es que los hombres que arrancaron los sepulcros no tuvieron mucho reparo en mancillar los restos allí encontrados y lo que se recuperó no puede ser completo. No fue hasta 1967 que el Monasterio de Santa María de Bellpuig de las Avellanas recuperó los restos y los enterró en los osarios que se han abierto hoy. Cuando finalicen los estudios antropológicos de dichos restos, los condes de Urgell podrán descansar finalmente en las réplicas de los sepulcros originales.Los sepulcros se exponen en Nueva York desde 1928. En 2010, la Generalitat pensó en comprar dichas obras de gran importancia histórica y patrimonial, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto y el interés desapareció . En 2023, con la ayuda de la nueva tecnología de escáners láser de alta resolución se pudo realizar la copia perfecta del original. En total, se capturaron 40 millones de puntos de la tumba, permitiendo construir modelos digitales extremadamente precisos de los moldes originales.Noticia Relacionada estandar No Encuentran un diente de cachalote de la Edad del Cobre en Valencina ABC de Sevilla Se trata de la «primera pieza» de esta naturaleza «jamás encontrada» en la Península Ibérica con relación a la Edad del CobreParalelamente a estos estudios, el medievalista Stefano Maria Cingolani realizará una exhaustiva investigación documental para esclarecer el papel de los Urgel en Cataluña . A su vez, el Museo Etnológico del Montseny, situado en Arbúcies (La Selva), está impulsando un proyecto sobre la estirpe Cabrera.

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