La ocasión de oro para Álex Palou

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La ocasión de oro para Álex Palou

De todos los templos del automovilismo mundial no hay ninguno que iguale el rugido de Indianápolis en día de carrera. 300.000 gargantas a pleno rendimiento volverán a recibir a un exclusivo grupo de pilotos este domingo para la disputa de la 108ª edición de las 500 Millas, uno de los tres grandes ‘majors’ del motorsport junto a Le Mans y Mónaco, al que por primera vez llega como máximo favorito un español. El único español.Porque Indianápolis encuentra en plena forma a Álex Palou (San Antonio Vilamajor, 1997), líder del campeonato de la Indycar, con cuatro victorias en las cinco primeras carreras del año y lanzado a por su cuarto campeonato absoluto. Pero en Indianápolis incluso los gigantes tropiezan. Aquí no gana quien llega mejor, sino quien sobrevive mejor.Palou llega con todo a favor. Y sin embargo, sabe que no basta. En Indy, el palmarés vale menos que los rebufos y la correcta lectura de carrera. Con tres títulos en su haber, convertido ya en ídolo de los particularísimos aficionados estadounidenses, su asignatura pendiente sigue siendo esta: vencer la carrera más simbólica del automovilismo norteamericano. La que transforma a los campeones en mitos.Noticia Relacionada Fórmula 1 estandar No El acoso de los fans de Franco Colapinto al piloto al que sustituyó provoca un serio problema a Alpine y a la Fórmula 1 David Sánchez de Castro Jack Doohan ha salido al paso a denunciar los mensajes que está recibiendo tanto él como su padre, el legendario piloto de motociclismo Mick DoohanEn 2023 rozó el cielo. Salía desde la pole y lideró buena parte de la prueba hasta que un toque en boxes con Rinus VeeKay lo envió al fondo del pelotón. Reemprendió desde la última posición y firmó una remontada hasta el cuarto puesto. «Fue durísimo», admitió entonces. Este año vuelve con menos urgencias y más recursos.La sensación en el paddock es unánime: Palou ha alcanzado una madurez competitiva que lo coloca en otra categoría. Su forma de trabajar con los ingenieros, de absorber información, de mantener la calma… Todo habla de un piloto hecho. «Intento no complicarlo todo. Me levanto, me tomo un café negro, juego un rato con mi hija, desayuno y luego me encierro a trabajar con el equipo. Al final, solo es una carrera», explicaba esta semana. Una carrera, eso sí, de 500 millas, 200 vueltas, y donde todo puede pasar.El circuito de Indianápolis no perdona. Es un óvalo con cuatro curvas peraltadas, separadas por dos rectas cortas y otras dos más largas. Pero ningún viraje es igual. A casi 400 kilómetros por hora, un pequeño cambio de viento puede mandar al piloto contra el muro. La configuración del coche, el rebufo y la estrategia de paradas son determinantes. Incluso los mejores, como Will Power y Scott Dixon, han aprendido a golpes.Por ahora, Palou ha cumplido con nota en el particular calendario de las 500 Millas, de dos semanas, con seis días de test y dos de clasificación. Este año, la sorpresa ha sido el debutante israelí Robert Shwartzman, que nunca había corrido en óvalos y ha conseguido la pole en su primera participación. No practicó la última sesión. «Es lo más difícil que he hecho en mi vida», dijo después. Su equipo, Prema Racing, también debuta en la Indycar. El resultado: un hito que no se veía desde hace 43 años.Palou llegó hasta la última ronda de clasificación y saldrá desde la sexta plaza. Un buen lugar para afrontar una carrera en la que cada decisión cuenta y en la que necesitará echar mano de todo su talento, pero también del acierto del muro y hasta de la suerte. «La Indy500 chupa mucha energía mental», decía Palou en una entrevista reciente. «Cuando termina una edición, el equipo ya está pensando en la siguiente. Es otra escala de preparación». Por eso, vive en el circuito durante el mes de mayo. Se instala con su familia y ajusta sus horarios al ritmo de la pista. Es parte del proceso.Entre los rivales, nombres ilustres: Scott Dixon, Takuma Sato, Josef Newgarden y el propio O’Ward. Todos conocen el valor de esta carrera. Ganarla no es solo una medalla. Es un antes y un después. Palou necesita ese golpe sobre la mesa para cerrar el círculo.Si vence, no será solo el mejor piloto de la temporada. Será el primer español en conquistar las 500 Millas, algo que ni Fernando Alonso logró en sus tres intentos. También le esperaría un suculento cheque de dos millones de dólares. Pero para eso, antes, hay que sobrevivir a doscientas vueltas.

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