El jefe de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la Comunidad Valenciana, José Ángel Núñez, ha defendido este lunes la actuación del organismo durante la catastrófica dana del 29 de octubre. Ante la juez que instruye la causa penal, ha asegurado que propuso a los miembros del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) la posibilidad de confinar a la población -de forma sectorizada y casi masiva para evitar desplazamientos- durante la reunión que mantuvieron aquella fatídica tarde. No obstante, sus competencias en ese encuentro se circunscribían a actualizar la situación meteorológica.Nuñez ha declarado, en calidad de testigo, ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Catarroja, que investiga presuntos homicidios y lesiones por imprudencia durante la tragedia con 228 muertos. Fuentes presentes en la comparecencia -que se ha prolongado durante varias horas- afirman a ABC que ha indicado que todos los datos apuntaban a que la situación era muy grave -incluso desde nueve días antes – y que así lo trasladaron a los organismos competentes.Responsable de Aemet desde 2002 y con cuatro décadas de experiencia en la Administración pública, ha explicado que los primeros signos de formación de la dana se observaron el domingo 20 de octubre y el jueves 24 ya se pudo especificar que las zonas más afectadas por las precipitaciones intensas y abundantes serían la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia. El sábado 26 advirtieron de que el día con más complicaciones sería el martes siguiente.La incertidumbre sobre el lugar exacto en el que se iban a producir las lluvias torrenciales y los daños que se podían producir les obligó a activar el aviso rojo -por primera vez en 2024- en tres cuartas partes de la provincia de Valencia a las 7.36 horas del 29 de octubre. Así se trasladó a Emergencias de la Generalitat, con quien la agencia tuvo una comunicación constante -24 llamadas o intentos de llamada- y a quien se advirtió de que lo peor iba a ocurrir a partir de las 15 horas, ha defendido el testigo, según las fuentes consultadas.Núñez ha incidido en que no sabían cuánto iba a llover, pero sí que la situación era de riesgo extremo. Ese nivel de alerta se activa cuando se espera que se vaya a superar el umbral de 180 litros por metro cuadrado. La acumulación, además, podía darse en dos o tres horas. Por ello, estuvo informando los días anteriores y esa misma jornada -incluso excediéndose de sus competencias, ha afirmado- puntualmente sobre lo que iba sucediendo a través de la cuenta de Twitter de Aemet. También en À Punt.Por ello, no entendía, ha aseverado, los mensajes tranquilizadores que se estaban lanzando desde el Gobierno valenciano . De hecho, ha calificado como incomprensible que pese a las inundaciones que ya se habían producido en municipios y carreteras, el consejo que se trasladara fuera que no se circulara si no era necesario, cuando el escenario ya era de máxima gravedad.En ese sentido, Núñez se ha referido a la comparecencia ante los medios del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, a las 11.48 horas de aquella jornada. «Según las previsiones, el temporal se desplaza hacia la Serranía de Cuenca en estos momentos por lo que se espera que en torno a las 18 horas disminuya su intensidad en todo el resto de la Comunitat Valenciana», dijo el jefe del Ejecutivo autonómico.Unas declaraciones que se produjeron, ha dicho, cuando quedaban muchas horas de aviso todavía. A las 11.52 horas, en la televisión de Á Punt, el jefe de Climatología de Aemet señaló que el temporal se iba a desplazar hacia el norte, pero lanzaba una advertencia : «En el litoral no está lloviendo y eso puede hacer confiarte y tomar riesgos innecesarios. Estas situaciones de gota fría como las que estamos viendo hoy son las más peligrosas porque cuando llueve en sierras y montañas, todos los ríos, ramblas y barrancos llegan muy crecidos a zonas donde no está lloviendo y podemos minimizar el riesgo». «En principio los avisos finalizan a las seis de la tarde, pero en estas situaciones hay que estar informados», subrayó. Critica el contenido del ES-AlertNúñez ha sostenido que siguió la reunión del Cecopi -el órgano que dirigía la emergencia- de forma telemática a partir de las cinco de la tarde, cuando fue interviniendo de forma breve para actualizar la información meteorológica. Era demasiado tarde, ha recalcado, pues media provincia de Valencia estaba inundada e iban detrás de los acontecimientos. Estuvo en contacto telefónico con Jorge Tamayo, delegado territorial de Aemet, y continuó publicando en las redes sociales del organismo estatal.En ese encuentro, con toda la atención sobre la posible rotura de la presa de Forata, se produjo un parón -la pantalla se fue a negro- entre las 18 y las 19h. Periodo en el que recibió una llamada de la Delegación del Gobierno y pidió que se cortara la línea del AVE para evitar un accidente ferroviario. La situación era muy preocupante en Chiva. Al volver a conectarse la reunión, se les informó de que se iba a enviar un mensaje ES-Alert , que no llegó a los móviles de la población a las 20.11h y que recomendaba evitar desplazamientos.Según su versión, se barajó desalojar Montroi y Real por Forata, aunque la caída de las comunicaciones impedía contactar con los alcaldes. También se habló de un posible confinamiento y de prohibir la circulación. A las 20.57h se emitió una segunda alerta a los teléfonos que aconsejaba permanecer en casa. «En viviendas y zonas próximas a ríos, cauces, barrancos o ramblas permanezcan alejados y en zonas elevadas», rezaba el texto. De acuerdo con las fuentes consultadas, Núñez ha comentado que ese mensaje era más importante que el primero y nadie explicó por qué se había enviado casi cincuenta minutos después.MÁS INFORMACIÓN noticia No Los ‘whatsapps’ internos de la dana reflejan la falta de menciones al barranco del PoyoEl testigo ha indicado que se sintió señalado cuando Mazón le citó expresamente durante su comparecencia el 15 de noviembre en las Cortes Valencianas. Días después, acudió a una comisaría de Policía para denunciar las amenazas que estaba sufriendo en redes sociales. Un relato que han interrumpido algunos los abogados al entender que no era relevante para el objeto de la causa.En declaraciones a los medios a su llegada a la Ciudad de la Justicia de Valencia, sede provisional del juzgado de Catarroja, Núñez ha asegurado que iba a trasladar un «discurso estructurado» de lo que ocurrió el 29 de octubre -«de lo que fui testigo y nada más»- con documentación y capturas de WhatsApp.Preguntado por si considera que las alertas de Aemet fueron suficientes y por si se mandaron a tiempo, ha dicho: «Desde luego, sí. Bueno, lo que he comentado varias veces». Interpelado por los litros por metro cuadrado registrados el día de la riada y el riesgo, ha dicho: «La gestión del riesgo se hace en base al umbral o a la probabilidad de ocurrencia, y eso es así siempre, no solo en meteorología, sino que en cualquier toma de decisiones el riesgo se gestiona en base a la probabilidad de ocurrencia». Y ha apostillado: «Pensar que se puede gestionar el riesgo con cantidades exactas o con valores exactos es una fantasía».

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