Esther y Silvia son dos cerebritos, con una excelente nota en el MIR –por debajo de las 1.000 mejores, entre 13.500–, que podrían haber elegido casi cualquier especialidad, pero han optado por Medicina de Famili a. Quieren trabajar en un centro de salud madrileño, y allí se van a formar a partir de hoy. Este año, se han cubierto las 244 plazas que se ofertaban en esta especialidad; Madrid ha sido la primera región en adjudicar todas sus plazas de MIR.Quienes eligen ser médicos de familia, pasan ahora por el proceso de elección del centro donde quieren formarse. En no más de cuatro días estarán ya en sus consultas. «Sois una hoja en blanco; ser mediocres o excelentes será cosa vuestra», les conminaba Silvia Pulido, jefe de estudios de la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de la zona norte.Silvia Sánchez Vázquez es una de las MIR que han elegido ser médico de familia en Madrid. Ella, número 880 en esta durísima prueba, va a ir al centro V Centenario, de Alcobendas. «Esta especialidad fue la que más me gustó en las rotaciones», confiesa. Sobre todo, le convenció que «no te cierras en una parcela y deja fuera el resto de la medicina» sino todo lo contrario: por una consulta de Primaria puede pasar absolutamente de todo.Noticia Relacionada estandar No El MIR cubre todas sus plazas por primera vez desde la pandemia Elena Calvo Los médicos de familia lo celebran, pero se mantienen escépticos por si hay renunciasReconoce que esta especialidad no tiene buena fama: desde fuera «se piensa que las condiciones eran malas, que había peor calidad de vida, menos sueldo» pero luego resulta que no, sobre todo tras los acuerdos que se alcanzaron en 2023, que incluyó importantes incrementos salariales. A su modo de ver, «la Medicina de Familia es como la niña fea, tal vez por desconocimiento». Lo que más le gusta de esta especialidad, además de su amplitud, es que «el trato es más familiar; en el centro de salud notabas que le habías solucionado el problema al paciente».En parecidos términos se expresa su compañera de aula en la Universidad Autónoma, Esther González Llorente, número 785 del MIR, que se va a formar como médico de familia en el Hospital de La Paz y en el centro de salud Barrio del Pilar. «Me gusta la consulta, el seguimiento del crónico, conocer al paciente… pero lo que me terminó de convencer fue que dos señores mayores, cuando hacía una rotación en el centro de salud, se acercaron a preguntarme qué era una colonoscopia, porque a uno se la iban a hacer. A nosotras nos cuesta cinco minutos explicárselo; es esa atención, esa confianza del médico de toda la vida», explica. Conoce los fallos de que adolece el sistema, pero desprende una ilusión que se contagia: «El paciente agradecería más tiempo con nosotros; con buenas condiciones, se puede hacer un trabajo precioso». «El trato con el paciente es mucho más familiar; existe esa confianza del médico de toda la vida» Silvia Sánchez Vázquez MIR número 880Ahora, comienzan cuatro años en los que compaginarán la formación en el centro de salud con la del hospital. Esther lo tiene claro: «Nos toca ser esponjas, y pasar por cardio, neumo, medicina interna, pediatría, urgencias…» El último año de rotación, el cuarto, lo pasan íntegro en el centro de salud.Silvia Sánchez, MIR con el número 880 entre 13.500, que ha elegido también formarse como médico de familia josé ramón ladraUn tutor las supervisa durante todo el proceso. El de Esther se llama Juan Vicente Ruiz, es alergólogo y médico de familia, y se conocieron ayer. «Es un orgullo que con ese número de MIR haya cogido esta especialidad, que te da un amplio espectro de lo que es la medicina», señalaba Vicente. Los tutores apoyan en «la formación profesional y en la ética» y les llevan de la mano para «que tengan el primer contacto con el sistema sanitario». «Aquí pasamos por todo: cardio, neuro, neumo, medicina interna, pediatría, urgencias…» Esther González Llorente MIR número 785También ayer despegaban las nuevas enfermeras que inician su periodo de especialización, el EIR, de dos años de duración. Inés, Irene, Cristina y Andrea han elegido esta opción porque «al paciente en hospitales le ves poco, y aquí tienes más contacto directo, y más autonomía: son tus pacientes. Y ves a personas de todas las edades». Pero sobre todo, les convence que «puedes incidir en la vida del paciente, hacer realmente cambios en su salud». Tras cuatro años de MIR, ya tienen la especialidad y deben elegir si se quedan en Madrid o se van a otra comunidad a trabajar. María José Sánchez Rodríguez está en ese caso: en julio termina su formación. Es el momento de decidir, y ella tiene claro que se quiere quedar en Madrid.Ya tenía experiencia previa en Atención Primaria: esta doctora fue antes enfermera en centros de salud. Está encantada con su elección; en su resumen, la Medicina de Familia «es super completa; puedes hacer lo que quieras, tú te pones los límites: quedarte en la consulta o también hacer cirugía menor, ecografías, técnicas, urgencias…». Y «haces seguimiento del paciente, algo que no tienen otras especialidades». «Tratan enfermedades, prevención, urgencias, paliativos, salud mental… el médico de familia es el más formado de todos» Silvia Pulido Jefe de Estudios Atención Primaria zona norteSilvia Pulido , la jefe de estudios, destaca que los médicos de familia hacen «de todo: tratan enfermedades, promoción de la salud, prevención, urgencias, atención en los últimos días, salud mental… rotan por todo, paliativos, otorrino, cirugía… el médico de familia es el que está más formado de todos. Y un 95 por ciento de las cosas que se consultan se solucionan aquí».Aún valorando el hecho de que personas con excelentes expedientes opten por la Medicina de Familia y Comunitaria, Pulido insiste en que «para nosotros no es importante el número que hayan sacado; lo importante es que conecten con el enfermo, tengan empatía, reconozcan en el paciente las dolencias y sean eficientes».

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