El Tenerife pisó el parqué del Santiago Martín con la determinación del que sabe lo que tiene que hacer para seguir vivo. Se trataba de ganar o de irse de vacaciones, así que los canarios salieron dispuestos a darse otra oportunidad. Agresivos y precisos a la vez, siempre con el colchón de seguridad que te da el contar con un fuera de serie como Marcelinho para los momentos de debilidad, la energía del conjunto de La Laguna sorprendió al Valencia en un primer cuarto pletórico.Noticia Relacionada estandar No Pau Gasol, sobre ser presidente del COI: «Ahora no lo contemplo ni lo valoro» EP El exjugador de baloncesto se centra en su labor como miembro de la comisión de atletas y en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028Tras encajar ese animoso golpe inicial, los hombres de Pedro Martínez apretaron los dientes dispuestos a sobreponerse. El equipo valenciano ha alcanzado una madurez tan interesante como peligrosa para los rivales. Sin nervios, subiendo las prestaciones paulatinamente, los visitantes emplearon el segundo cuarto para arañar tres puntitos e irse al descanso a planificar el asalto definitivo.El Valencia volvió del intermedio con toda la artillería cargada. Y con un pistolero, Badio, especialmente afinado. Volaron triples, canastas de dos y cualquier cosa que sumara puntos. Resultado, un abrumador parcial de 15-33 que volteó el marcador y hundió a los canarios.Todavía tuvo arrestos el Tenerife para encender de nuevo el partido, pero cada vez que amagaba con acercarse aparecía Badio. El bombero senegalés apagó el fuego a base de triples y propició el tercer triunfo consecutivo del Valencia que le mete en la final de Liga.

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