El 70% de los jóvenes confiesa haber tenido sexo tras consumir alcohol

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El 70% de los jóvenes confiesa haber tenido sexo tras consumir alcohol

Casi un 70% de jóvenes entre 16 y 29 años ha mantenido relaciones sexuales bajo los efectos del alcohol en alguna ocasión, y un 28,6% lo ha hecho tras consumir otras sustancias como cannabis, cocaína, MDMA o popper . Sin embargo, su apreciación es que consumir este tipo de sustancias no mejora la experiencia sexual, tal y como señalan los resultados de los estudios «Consumos de sustancias y relaciones sexuales juveniles. Un estudio sobre las relaciones entre drogas y sexo en la juventud española» y de «Consumos de sustancias y relaciones sexuales juveniles. Un estudio sobre las relaciones entre drogas y sexo en la juventud madrileña», elaborados por el Centro Reina Sofía de Fad Juventud en colaboración con el Plan Nacional sobre Drogas y el Ayuntamiento de Madrid, respectivamente.En concreto, el 47,6% cree que el consumo empeora las relaciones sexuales, frente a un 24,5% que opina lo contrario. Además, uno de cada cinco jóvenes se ha arrepentido de haber mantenido relaciones sexuales bajo los efectos de sustancias, señalando motivos como no recordar bien lo ocurrido, sentir presión para tener sexo o haberlo hecho con alguien que realmente no deseaban.Noticias relacionadas estandar No Un experto en adicciones explica cómo lograr que tu hijo deje el peligroso gesto de vapear por estar de moda Laura Peraita estandar Si Eva Bach, pedagoga «Es más fácil culpar a otros de lo que sentimos que analizar lo que nos pasa» Laura PeraitaLas consecuencias más graves, sin embargo, aparecen entre quienes consumen sustancias con más frecuencia antes de mantener sexo. Un 33,3% de quienes consumen otras drogas diferentes al alcohol ha vivido embarazos no deseados, y un 30,2% ha tenido varias veces una Infección de Transmisión Sexual (ITS), frente a una media del 4,6% y 4,8% respectivamente en el conjunto de jóvenes.Anna Sanmartín , directora Centro Reina Sofía de Fad Juventud , puntualizó que estos datos son un punto de partida sobre la dimensión de este asunto en los adolescentes. «No podemos decir si es una buena o mala noticia que al 50% no les compense beber alcohol para mantener sexo, aunque el hecho de que no les compense ya es positivo».Beatriz Mesías , subdirectora de adicciones del Ayuntamiento de Madrid, aseguró que el alcohol no permite tener una buena relación sexual porque «ayuda a desinhibirse, pero la relación no es fructífera . Hay que seguir trabajando para que los jóvenes piensen que no les compensa. Son conductas de riesgo y experimentación propias de la adolescencia, pero que no les compense juega a nuestro favor».Graciela Silvosa, consejera Técnica del Plan Nacional sobre Drogas, señaló que no hay que perder de vista que los adultos son claros referentes en una sociedad donde el alcohol muy está normalizado y parece que no es una droga. «Hay campañas que diferencian entre alcohol y drogas, pero es que el alcohol también es una droga. En la adolescencia, los jóvenes tiene una percepción de la vida de inmunidad e inmortalidad y, claro, no es así. Hay que ser cautos. Ponemos el acento en las sustancias, pero deberíamos hacer una prevención más comunitaria y pensar también en las industrias del deseo que ven a través de redes sociales o campañas publicitarias que incitan a ello».Beatriz Mesías añadió que hay factores que incitan a los jóvenes a estos consumos, como son su propia vulnerabilidad por cuestión de edad, la necesidad de ser aprobados por el grupo de iguales; aspectos ambientales, porque no tienen gran motivación ni metas planteadas; y los familiares, puesto que en sus hogares no tienen buena comunicación o normas bien marcadas. «La prevención debe tener en cuenta estos factores para poder desarrollar una buena atención temprana cuanto antes que se base no solo en información, sino en aprendizajes como qué hacer ante la presión del grupo. Esto debe trabajarse mucho en la escuela y la familia . Es decir, tiene que ir más allá de la pura información y, sobre todo, tener en cuenta las diferencias de género porque hay matices diferenciadores».En este intento de ahondar en la prevención, Graciela Silvosa matizó que «contamos en la actualidad con una estrategia contra las adicciones y una iniciativa para estudiar las relaciones sexuales asociadas a consumos de drogas. La sexualidad y las drogas forman parte del ser humano y debemos hablar sobre ello, sobre todo de cara a los jóvenes. Dentro del Plan Nacional sobre Drogas estamos intentando fomentar políticas intersectoriales porque esto comportamientos inciden en otros asuntos como en la violencia, conductas de riesgo, etc. Es decir, no se puede trabajar este tipo de comportamientos y consumos de forma aislada . Hay una estrategia de salud sexual e iniciativas de sensibilización con dosieres monográficos muy sencillos que se pueden leer en nuestros canales. También trabajamos con grupos de expertos para ver qué se hace en las redes sociales , donde el cuerpo se presenta como un objeto de deseo. Y, más preocupante, vemos que a partir de los 12 años, los niños se inician en el porno . Esto requiere formación afectivo sexual en múltiples escenarios». En cuanto al consentimiento y la presencia del consumo de sustancias , el estudio concreta que el 66% de los jóvenes afirma que no intentaría tener relaciones con alguien que ha consumido, mientras que los chicos reconocen haberse aprovechado de estas situaciones en mayor medida que las chicas. Desde el enfoque cualitativo, las mujeres relatan mayor preocupación por situaciones de abuso o vulneración de límites, especialmente cuando hay sustancias de por medio, mientras que los hombres hablan del consentimiento como un proceso de prueba y error que rara vez tiene consecuencias para ellos.Percepción del riesgoAunque un 84,4% de jóvenes afirma sentirse satisfecho con sus relaciones sexuales, muchas de estas prácticas se producen sin la protección adecuada. La mitad de los y las jóvenes (51,5%) no utiliza métodos anticonceptivos de forma constante, principalmente por la búsqueda de mayor disfrute (36,2%) o por la confianza depositada en la pareja (31,6%).Las consecuencias, sin embargo, son claras. Un 19,8% de la juventud ha vivido al menos un embarazo no deseado, aunque esta cifra se eleva considerablemente entre quienes consumen sustancias antes del sexo. En el caso de quienes consumen alcohol de forma habitual, el porcentaje sube al 20,6%, mientras que entre quienes consumen otras drogas alcanza el 33,3%. Estas cifras contrastan con el 4,6% de embarazos no deseados registrado entre quienes no consumen.También se observan diferencias significativas en cuanto a infecciones de transmisión sexual. El 18,7% de quienes han mantenido sexo bajo los efectos del alcohol en muchas ocasiones ha contraído varias veces una ITS, y el porcentaje asciende al 30,2% entre quienes lo han hecho tras consumir otras drogas. En el conjunto de la juventud, solo un 4,8% declara haber pasado por esta situación.Sin embargo, esta realidad no siempre se percibe como un riesgo. El 73,8% de los y las jóvenes no considera que sus relaciones sexuales entrañen peligro de contraer ITS, y el 67,9% no cree que haya un nivel alto de riesgo de embarazo no deseado. De hecho, el 61% afirma que el riesgo de embarazo en sus relaciones es nulo o muy bajo. Aun así, las chicas muestran una mayor conciencia de estos riesgos , especialmente cuando las relaciones sexuales están mediadas por el consumo de sustancias, y expresan con mayor frecuencia su preocupación por las consecuencias físicas y emocionales derivadas de estas experiencias.Fuentes de informaciónAunque el 90,3% de los jóvenes cree tener un buen nivel de información sobre sexualidad, esa seguridad no siempre se basa en una educación estructurada. La mayoría aprende por su cuenta, recurriendo a amistades, redes sociales o internet. Solo la mitad dice haber recibido una educación sexual adecuada en casa (50,1%) o en su centro educativo (45,9%).En temas como la relación entre consumo y sexo, un 54% se siente informado, pero un 28,4% reconoce que no lo está y un 12,8% afirma no tener ninguna información. Desde el análisis cualitativo, jóvenes y profesionales coinciden en que la educación sexual suele centrarse en lo biológico y deja fuera aspectos clave como el consentimiento.MÁS INFORMACIÓN noticia No La ocurrente técnica de una sexóloga para que hables de sexo con tu hijo noticia No «La pornografía se usa de antídoto ante la soledad, tristeza y aburrimiento» noticia No Tiempo de pantallas: «Los padres están desbordados y no tienen ni ganas ni hoja de ruta para mediar con sus hijos»También destacan que esta formación choca con dos realidades muy presentes: por un lado, la presión de un modelo de amor romántico; por otro, la hipersexualización de la juventud y el fácil acceso a la pornografía. Todo ello influye en cómo se viven las relaciones, los roles de género y las expectativas.—–Nombres y cargos—-Los resultados han sido presentados en el HAVAS Village Madrid. Los principales hallazgos de la investigación han sido compartidos por la directora de investigación de Fad Juventud, Anna Sanmartín.Durante la jornada también han intervenido Eulalia Alemany, directora técnica de Fad Juventud, Graciela, Consejera Técnica del Plan Nacional sobre Drogas y Beatriz Mesías, subdirectora de adicciones del Ayuntamiento de Madrid a través de Madrid Salud.

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