El Mundial de Clubes, como cualquier cita mundialista, obliga a equipos de todo el mundo a viajar a tierras foráneas en busca de un sueño. Un recorrido para el que la mayoría de clubes, a excepción de los argentinos como Boca que siempre son bien acompañados, no tienen la suerte de contar con el aliento de su hinchada, ese empuje que hace rebrotar fuerzas que parecían extintas. Miami y Seattle son las dos únicas ciudades que podrán brindarle su apoyo al equipo local, un privilegio con el que no cuenta Los Ángeles. La entrada a última hora de LA FC debido a la descalificación del León provoca que el conjunto angelino deba jugar lejos de casa, entre Atlanta, Nashville y Orlando. Pero el Rose Bowl y la urbe californiana no quedarán huérfanos de localía, ya que ese hueco lo llenará con orgullo Rayados, sin importar los 2.000 kilómetros de distancia con Monterrey.Los Ángeles, como condado y como ciudad, es el territorio estadounidense que cuenta con mayor población mexicana. California, territorio del Imperio Español, se independizó junto con México y no formó parte de Estados Unidos hasta el siglo XIX. Una historia y una frontera común que ayuda a explicar los más de 3,5 millones presentes por todo el condado angelino y el millón ubicados en la ciudad. Una presencia que se hará notar en el estadio de la ciudad de Pasadena, donde Rayados disputará sus tres partidos de la fase de grupos. De hecho, es el único equipo junto al Seattle Sounders que no necesitará coger un avión para terminar la primera fase, una gracia ni siquiera concedida al Inter de Miami de Messi.Uno de esos mexicanos y aficionados de Rayados afincados en Los Ángeles es Santiago, que acudió con la camiseta de su equipo a la presentación de Casa Atleti, un espacio rojiblanco cercano a Hollywood que abre sus puertas a la parroquia colchonera durante la primera fase del Mundial. Santiago, entusiasmado con la idea de recibir la visita a su casa del conjunto regiomontano, acudirá al estreno de los suyos esta madrugada ante el Inter de Milán (03.00), pero aún no tiene claro si podrá estar presente en los partidos ante River Plate y el japonés Urawa Red Diamonds. «Estoy seguro de que seremos muchos los mexicanos que iremos al estadio para apoyar. En Los Ángeles somos muchos y además nos hacemos notar», asegura.Esta presencia, bien nutrida por todo el condado, tiene una de sus representaciones en los restaurantes mexicanos, locales donde la tradición de todo un país se traslada al plato a través de tacos, quesadillas o enchiladas. A escasas millas del Rose Bowl, en Alhambra, basta pasear por una de sus arterias principales para toparse con varios establecimientos de este tipo. En uno de ellos trabaja Natan, que se declara futbolero aunque no aficionado de un equipo concreto. Al ser preguntado por la presencia de Rayados en Los Ángeles, sin embargo, la cabeza de Natan se va a los complicados días que han atravesado sus paisanos. Incluso sostiene que afectará a la asistencia del partido. «No creo que vayan muchos mexicanos por todo lo que ha pasado estos días, el tema de las deportaciones. Han sido una semanas complicadas», en referencia a la política migratoria aplicada por la Administración Trump que ha provocado manifestaciones y disturbios constantes en la ciudad angelina.Con todo, Rayados confía en dar una alegría a sus aficionados en estos tiempos difíciles. Para ello, son varias las caras españolas presentes en el conjunto mexicano, comenzando por el banquillo. Martín Demichelis, que protagonizó un sonado enfrentamiento con Sergio Canales, fue destituido y su lugar fue ocupado por Doménec Torrent. El técnico, nacido en el municipio gerundense de Santa Coloma de Farnés, después de un carrera como futbolista y unos inicios como entrenador en el fútbol catalán, recaló en el Barcelona como analista de la mano de Guardiola, a quien acompañaría durante su estancia en Múnich y las dos primeras temporadas en Mánchester, ya como segundo técnico. Tras entrenar a New York City, Flamengo, Galatasaray y el Atlético de San Luis mexicano, su primera experiencia al frente de Rayados será, ni más ni menos, que en un Mundial de Clubes.Una cita en la que también estarán el citado Canales, Óliver Torres y Sergio Ramos, erigido como estandarte del equipo a pesar de sus pocos meses en el fútbol mexicano. El central, después de una larga y exitosa carrera, mantiene la ambición por conseguir nuevos retos y uno de ellos fue el hecho de saber que Rayados disputaría el Mundial de Clubes, entre las razones para recalar en Monterrey. «Mis últimos años en el fútbol quiero terminar ganando. Mi gen competitivo me hizo tomar la decisión de venir a un equipo que tiene esa facilidad de poder contribuir y jugar este tipo de competiciones», declaró el sevillano en una entrevista con FIFA, en la que también se mostró esperanzado por el apoyo ambiental del que gozaran. «Para nosotros es muy positivo saber que Los Ángeles tiene un aforo muy grande de mexicanos y de aficionados nuestros. Es fundamental sentir el cariño, el calor, el apoyo de nuestra afición en esos momentos, Es un plus que debemos de valorar y sentirnos como en casa». Una condición de local que el conjunto mexicano espera perder a partir de octavos de final, un objetivo cuyos escollos serán Inter de Milán, River y Urawa, tres equipos que verán el Rose Bowl convertido en la sede de Rayados en Los Ángeles.

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