La afición de Boca revienta Miami

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La afición de Boca revienta Miami

Si no tenemos ya la afición del torneo, a pesar de que solo se llevan tres días de campeonato, poco le falta. La hinchada de Boca Juniors fue la primera explosión de color de este Mundial de Clubes. Y lo que le queda. Si estos días era Miami Beach la que estaba inundada de aficionados bosteros, este lunes tarde fue el Hard Rock Stadium el que se convirtió en Bombonera. Alrededor de 40.000 aficionados bosteros para un total de 55.000 en la grada.Noticia Relacionada Mundial de Clubes estandar Si Otamendi silencia ‘La Bombonera’ de Miami Rubén Cañizares Boca pierde una oportunidad única de ganar al Benfica y haber puesto pie y medio en octavos. En el 84, con 2-1 y un jugador más para los bosteros, el defensa criado en River empató en un córnerTodo comenzó dos horas antes del partido ante el Benfica. Ya en ese momento uno de los dos fondos del estadio de los Miami Dolphins se había convertido en un trozo del mítico estadio de Boca. «Dale Booo, y dale Booo, dale Bo, dale Bo, dale Boca ale» se repetía una y otra vez en la grada mientras los aficionados bosteros saltaban, bailaban y cantaban, muchos de ellos con el torso como Dios los trajo al mundo. La seguridad privada del estadio, que tiene unas conductas de comportamiento muy rígidas y bien marcadas en muchos puntos del estadio, intentaba que los hinchas de Boca sin camiseta se la volvieran a poner. Lo hacían, pero en cuanto desaparecía el vigía, volvían a mostrar tableta. O barriga. Había de todo.Los dos goles de Boca en la primera mitad aumentaron el delirio de la hinchada xeneize , que ha llegado a este torneo sabedora que su equipo pasa por un delicado momento deportivo y que el año 2025 apunta a año en blanco, como fue el pasado. Veremos si Russo evita eso, pero lo que es (casi) seguro es que en el Mundial de Clubes no tocará metal. Boca va a ser el mejor en la grada, pero sobre la hierba sería un milagro que ganara el torneo. Y hasta que se metiera en octavos. Tiene lo que tiene.Pero su gente siempre está, en las buenas y en las malas, es el mayor patrimonio de Boca. La 12, la barra que lidera y maneja a Boca, se vio sorprendida en el banderazo del domingo en Miami Beach, cuando una avioneta voló sobre ellos con un mensaje de River que le recordaba la final de la Libertadores perdida en 2018 en Madrid, la única jugada entre los dos grandes de Argentina. Pero el enfado y el pique ahí se quedó. Nada que no sepan ya ambas aficiones. Tocaba animar a su Boca en su debut este lunes, y así fue.Ni siquiera el 2-2 del Otamendi, fan declarado de River, que les mandó callar en la celebración, evitó una salida del Hard Rock Stadium que asustó una vez más a la seguridad privada del estadio, absolutos ignorantes de cómo se vive el fútbol en Argentina. Ellos están acostumbrados a eventos deportivos mucho más serios y aburridos, con aficionados de coca cola y hot dog en las gradas con menos pasión que un grillo.Por suerte, se dieron cuenta que no buscaban pelea, sino seguir animando en el camino de vuelta hacia sus respectivos hoteles y casas de alquiler. Toca coger fuerzas que el viernes vuelven a la acción en el mismo lugar y delante tendrán un grande de Europa como el Bayern. La afición de Boca revienta Miami.

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