El hotel Vivamar de Benalmádena ha sido precintado al no figurar en el registro de alojamientos turísticos y hoteleros la Junta de Andalucía. Los agentes de la Policía Local han colocado cuatro hilos de acero este martes en la puerta principal del establecimiento hotelero y han cerrado la mayoría de entradas y salidas, aunque hay 200 huéspedes alojados . Y es que, en plena temporada alta, el hotel está lleno. Este miércoles, en la puerta principal del establecimiento puede leerse, en un folio sin membrete, con letras grandes y en mayúsculas, que el hotel está cerrado al público. Al lado, otro cartel, que termina con un «disculpen las molestias» , explica a los clientes que el acceso lo tendrán que realizar por el aparcamiento.Según ha afirmado el concejal de Comercio, Consumo y Aperturas del Ayuntamiento de Benalmádena, Raúl Campos, el motivo de esta decisión responde a que, tras una inspección, la empresa que explota el hotel no aportó los documentos necesarios en el registro de alojamientos turísticos de la Junta de Andalucía, algo imprescindible para que cualquier negocio de estas características pueda funcionar de manera legal. Campos ha asegurado que el anuncio del precinto se le notificó a la empresa que gestiona el hotel a finales de marzo.Por su parte, la dirección del completo turístico ha asegurado que se trata de un error administrativo , que esperan que se arregle lo antes posible, ya que sí disponen de toda la documentación en regla. Así, han subrayado que esta situación se debe a una «laguna administrativa». La empresa Vive Resort Management SL asumió la explotación del hotel en junio de 2024 mediante un contrato de subarriendo. Sin embargo, usaban el registro del anterior explotador. La Junta envió una solicitud de documentación al antiguo gestor y, como no la aportó, revocó el registro. Pero según aseguran fuentes de Vivemar, ya han presentado el contrato de subarriendo y han pagado las tasas pertinentes. De hecho, como han indicado, durante todo el invierno han tenido un contrato en vigor con el Imserso y han alojado a 45.000 personas.En cuanto a los clientes alojados, podrán continuar en el hotel y sus trabajadores intentarán atenderlos lo mejor posible, aunque no podrán entrar y salir por las puertas habituales y tendrán que hacerlo por el aparcamiento. Además, la Policía Local ha precintado zonas comunes como la piscina, que tampoco podrán utilizar. Otros cierresPero esta no ha sido la primera ocasión que la policía ha precintado el hotel Vivemar de Benamádena. El 20 de junio de 2023 , de hecho, el Ayuntamiento ordenó su cierre porque entonces no contaba con la documentación reglamentaria sobre el control de legionela y la limpieza de los aljibes de agua. El director del establecimiento, Ali Rahamian, lo negó y aseguró que sí contaban con toda la documentación exigida pero que el consistorio les dio solo un día para entregar los papeles y que, después, se han negado a recogerlos. De hecho, afirmó que los inspectores que analizaron el hotel no comprendían la situación ya que comprobaron que todo estaba el regla . En aquel año 24 personas trabajaban en ese momento en el hotel. Cuando el Ayuntamiento ordenó que el establecimiento se precintara y se cerrara el hotel, también había clientes alojados. Y en esa ocasión tuvieron que marcharse .Cesiones y denunciasSegún ha informado Diario Sur, la versión de la propiedad del hotel es diferente . Su propietaria, María José García Vargas, detalló que el año 2015 firmaron un contrato con una empresa para el alquiler de las instalaciones. Pero dos años después se dieron cuenta de que esa empresa le había «cedido» el negocio a otra. Por ello, presentaron en 2018 una denuncia en el Juzgado y comenzaron un proceso judicial civil. Los propietarios lo han ganado en primera y segunda instancia y están a la espera de una resolución definitiva por parte del Tribunal Supremo. Es algo que esperan que ocurra en estos próximos días.Así, si el Supremo les termina dando la razón, quedará claro que la situación actual no es de subarriendo sino de cesión y podrán, entonces, rescindir el contrato. Además, en paralelo a esta denuncia, los propietarios también han iniciado un proceso penal , que está en fase de apertura de juicio oral. «Nuestros antiguos arrendatarios están en paradero desconocido y los que están ahora falsificaron un contrato y con ese contrato falso el Ayuntamiento les permitió abrir, pese a no tener autorización de la Junta de Andalucía», afirmó a Sur García Vargas, quien también arremetió contra el Ayuntamiento por no haber atendido sus peticiones.En cualquier caso, la situación actual del hotel es incierta. Los clientes hacen vida casi normal en el hotel, aunque no pueden usar varias zonas comunes. Todo dependerá de si regularizan la situación o si, por el contrario, el Ayuntamiento opta por medidas más contundentes.

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