Los socios del Gobierno sólo amagan con el fin de la legislatura

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Los socios del Gobierno sólo amagan con el fin de la legislatura

Siete días antes, apenas siete, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián , se preguntaba retóricamente justo antes de entrar al hemiciclo delante de la prensa: «El señor Santos Cerdán, ¿qué tipo de causa judicial tiene encima?». Y añadía: «Defender a Cerdán… ¿de qué?». Este miércoles, una semana después de aquello, lograba noquear a Pedro Sánchez en la sesión de control al Gobierno tras pedirle que «jurase y perjurase» que el escándalo destapado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sobre su secretario de Organización no es «la Gürtel del PSOE». En su respuesta, el jefe del Ejecutivo llegaba a referirse al caso como «anécdota» y provocaba la indignación de su socio apenas una hora antes de reunirse en La Moncloa. Un encuentro al que el republicano amagó incluso con no acudir, algo que rectificó en apenas minutos. El recorrido de Rufián desde la negación del escándalo, confiado en la palabra del PSOE, hasta poner contra las cuerdas al líder de los socialistas y empezar a alentar el cambio de ciclo, como hizo este miércoles, es casi idéntico al del resto de socios parlamentarios. Sánchez cerró este miércoles la ronda con ellos que anunció en el complejo presidencial sin encontrar el apoyo que esperaba de los mismos. Las cosas tampoco están mejor con el socio de coalición, Sumar, que decidió soltarle la mano en el peor momento. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, no acudió al pleno, como tampoco el titular de Cultura, Ernest Urtasun; o la de Infancia y Juventud, Sira Rego. Sí lo hicieron la ministra de Sanidad, Mónica García, y el de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, pero solo porque tenían preguntas que contestar de los grupos. Y su actitud, cabizbaja en todo momento y sin sumarse a uno solo de los aplausos de la bancada socialista a Sánchez, dejó claro que secundaban el plante de los suyos. Los socios ven a un presidente incapaz de remontar el escándalo y no esconden su alerta ante «lo que quede por salir», como explican distintas fuentes a ABC.MÁS INFORMACIÓNNoticia Relacionada estandar Si La corrupción del PSOE acelera la escisión de Compromís: Més, dispuesto a abandonar Sumar sin Iniciativa Patricia Romero Los de Baldoví someterán el próximo lunes a votación de sus bases la decisión de romper con Yolanda DíazEl problema se agranda porque Moncloa tampoco está en disposición de negar que pueda haber novedades y más implicados. Lo verbalizó el martes la portavoz Pilar Alegría , cuando contestó con un inequívoco «no lo sé» a la pregunta de si las revelaciones podrían salpicar a más miembros del Ejecutivo. Algunos socios que visitaron a Sánchez en La Moncloa confirmaban que, en privado, el presidente mantenía esa imposibilidad de garantizar nada. «Es como si nadie supiera lo que pueda llegar a ocurrir» , se lamentaba un aliado habitual del Gobierno.Alegría también aseguró que el caso estaba circunscrito al «triángulo tóxico» -así lo definió- de Cerdán, Ábalos y Koldo García. Pero en cualquier caso la intervención de Rufián escoció profundamente al presidente. Fuentes de su entorno consideran incluso «insultante» el contenido de su pregunta parlamentaria, como cuando le interrogó si podía asegurar que en alguna fase del escándalo no saliese un «P. Sánchez», a imagen y semejanza del M. Rajoy en tiempos de Gürtel. «Rufián sabe que eso no va a salir», sentencian al respecto. Aunque sí admiten que saldrán más cosas, aunque dan por hecho que no tendrán que ver con dirigentes importantes. «Es una debilidad con la que tendremos que aprender a vivir», asumen, mientras en el PSOE, poco a poco, se van quemando las etapas de lo que sería un duelo, según la analogía más gráfica que comparten varios dirigentes. Aislar al presidentePrimero la negación, luego la pesada digestión y, por último, la asunción de lo que realmente ha pasado. Y esto permite a algunos, poco a poco, recomponer el pasado con lo que ahora se sabe, o se va sabiendo. «Pero si yo he visto amenazar a Koldo a gente que acudía al ministerio», explica una persona importante en la dirección; « Cerdán siempre trataba de aislar al presidente de todo , te decía que cualquier cosa, sobre todo en cuestiones orgánicas, había que tratarla con él, era como un cuello de botella que él creaba», recuerda un antiguo alcalde con mando en plaza en una importante federación autonómica del partido; «entiendo el cabreo de los socios, pero ellos están como nosotros, totalmente perplejos», explica un tercer dirigente muy veterano, y con pasadas responsabilidades ejecutivas, precisamente en Organización en una muy potente federación. MÁS INFORMACIÓNNoticia Relacionada Entrevista estandar Si Javier Lambán: «Lo de Santos es la gota que colma el vaso; hay que ir a elecciones ya» Érika MontañésLas piezas encajan para muchos tras el escándalo. Todo ello con la resaca de las durísimas declaraciones de la ex número dos, Adriana Lastra , quien denunció una operación de «acoso y derribo» de Cerdán, del que no dudó en denunciar su «machismo», el que a su juicio le llevaba a no entender que ella estuviera en rango por encima en la Ejecutiva Federal. La actual delegada del Gobierno en Asturias dijo que «todo el partido» estaba al tanto. «Me hizo de todo», exclamó, «hasta que dimití enferma y embarazada» , remató. A finales de 2019 ella misma y el hoy vicepresidente del Congreso de los Diputados, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis , alertaron a Cerdán de las conductas de la vida privada de Ábalos que, según le relataron al que entonces era su número dos en el partido, les habían llegado incluso por parte de mujeres periodistas. Sánchez, sin embargo, que ya entonces estaba en La Moncloa, sostiene en público haberse enterado ahora del proceder de su antiguo colaborador, cuyos audios con Koldo sobre mujeres tachó el lunes de «repugnantes». En noviembre de 2021, como se refleja en un wasap publicado por ‘El Mundo’, el presidente escribió a Ábalos, tras meses sin contacto después de su salida del Gobierno, para solidarizarse con él ante una primera información en ‘The Objective’ sobre la conducta de Ábalos. «Te escribo para trasladarte mi solidaridad ante los infundios que, por desgracia, estamos viendo en los medios», le dijo el presidente. «El plan es esperar»Además de la bronca sesión de control, la sensación generalizada con la que acabaron la jornada los socios del Ejecutivo fue la de que el presidente está totalmente «tocado». Consideran, con cierta perplejidad, según relatan a ABC, que «el plan es esperar y que no pase nada». «El problema es que puede pasar perfectamente», insisten, sin dejar de poner el foco en la ansiedad que produce estar «a ciegas» sin saber lo que puede ocurrir mañana. En ERC hablaron abiertamente de que no saben «cuánto va a durar la legislatura» e incluso insistieron en que aprovecharán el tiempo «para avanzar en la agenda progresista» el tiempo «que quede». «Que no sabemos cuánto va a ser», remataron.MÁS INFORMACIÓNNoticia Relacionada Críticas internas estandar No Page se arrepiente de apoyar a Sánchez en las primarias de 2014: «Lo llevo en mi conciencia» María José Muñoz El barón socialista más crítico con el presidente del Gobierno opina que este «no tiene una salida digna»onada en Linea]En el PNV no fueron mucho más optimistas. Tras los recados de Aitor Esteban el día anterior, los nacionalistas vascos siguen considerando una línea roja -también el resto de socios- que no aparezcan pruebas que apunten a una financiación irregular. Sobre eso Sánchez ha sido tajante. Ya lo fue el lunes en Ferraz cuando dijo que el PSOE «es una organización limpia». El problema, volvían a coincidir algunos de los socios, es que casi «hace falta rezar» para que no haya novedades que echen por tierra todo. «Si me preguntan si esto se acaba aquí, yo creo que no», se sinceraba uno de los actores clave de la legislatura.De la situación del Gobierno en general, y del presidente en particular, da cuenta un hecho elocuente que remite de nuevo a la sesión de control de este miércoles. Y es que las duras preguntas de Alberto Núñez Feijóo -«la realidad es que usted está profundamente atrapado en un caso de corrupción», le espetó- y de Santiago Abascal, quien incluso abandonó sonadamente el hemiciclo tras decirle que «los españoles pagan impuestos muy elevados para que se los gasten en putas», no fueron lo que más desequilibró al presidente. Sino que fue la intervención de un socio lo que provocó el descontento del resto. Y ni quiera a todos les convenció la estrategia del ‘y tú más’ aludiendo a escándalos del PP.

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