Con el cierre de las aulas escolares llega el comienzo de los campamentos de verano, que para muchas familias se han convertido en una necesidad para poder conciliar con la vida laboral. Así lo asegura Miguel Ángel López, profesor de EAE Business School -entidad que acaba de presentar el informe ‘Campamentos de verano en España’, al apuntar que dadas las características de las estructuras familiares actuales, los objetivos de desarrollo profesional y las necesidades económicas que obligan a trabajar a ambos cónyuges, «los campamentos son actualmente una vía fundamental para conciliar durante las vacaciones estivales. Permiten a los padres continuar con sus responsabilidades laborales y mantener a sus hijos vigilados y ocupados con actividades culturales, sociales, educativas, etc.».Su coste varía entre 200 y 2.000 euros y el informe apunta que es un coste que no todas las familias se pueden permitir y que 7 de cada 10 hogares se ven obligados a recortar en vacaciones para poder costearlos. ¿Por qué han aumentado su precio por encima de la inflación media?Son varios los factores que han provocado que aumenten el coste de los campamentos de verano. Por un lado, los alimentos han subido por encima de la inflación media, y los campamentos de verano suelen incluir toda la parte de la alimentación de los niños durante unos días o semanas.Noticias relacionadas estandar Si Alberto Soler, psicólogo: «Los padres no deben ser animadores de ludoteca de sus hijos» Laura Peraita estandar No La respuesta de un maestro al alumno que pregunta: «¿Para qué hago un resumen del libro si me lo hace la IA?» Laura PeraitaLa revisión de los objetivos a alcanzar por estas organizaciones y la demanda cada vez mayor de campamentos con actividades más específicas, que no solo mantengan ocupados a los niños, sino que les permitan desarrollar una serie de habilidades y contribuir a su desarrollo integral, hace más necesario contratar a personal más calificado para los campamentos, con mayores costos de personal.Además, la mayor duración, las instalaciones específicas que se necesitan, los transportes y la calidad de los campamentos, conllevan un incremento del precio. También hay que mencionar que el alto incremento de la demanda durante estos últimos años por considerar imprescindibles para muchas familias, frente a una oferta que crece ligeramente, permite que las empresas puedan subir los precios. Cada vez hay, además, más campamentos privados con actividades específicas de más calidad y con un costo superior.A esto se suma que, durante estos años, los salarios han subido algo menos que la inflación media, lo que lleva a que muchas familias no puedan permitirse llevar a sus hijos a los campamentos de verano o que tengan que recortar sus gastos de otras partidas.¿Cuáles serían las soluciones por parte de las administraciones?Las posibles soluciones pueden ser:-Para facilitar el acceso a los campamentos a todas las familias podrían dar subvenciones para que todas las familias puedan conciliar enviando a sus hijos a los campamentos de verano, y, especialmente a las familias vulnerables o con pocos recursos que no pueden acceder a los campamentos de verano.-Aumentar la oferta a través de la promoción de actividades:-La creación de campamentos urbanos en instalaciones educativas que están vacías durante el verano. Por ejemplo, los colegios. Algunas asociaciones de padres organizan actividades en los colegios junto con los ayuntamientos.-Organizando directamente actividades de forma individual o a través de alianzas con entes privados-Por medio de la difusión de la información.A través del desarrollo local. Durante el verano se puede ayudar al desarrollo local aprovechando instalaciones naturales en lugares cerca de las ciudades y ayudando a la economía local y familiar. Un ejemplo de organización exitosa es el campamento que se lleva desde 1985 en un pequeño pueblo cercano a Toledo, Layos . Allí, una empresa familiar, junto con el ayuntamiento de Layos y el gobierno regional, ha potenciado el desarrollo de este pequeño pueblo de menos de 1.000 habitantes durante estos años.-Garantizar la seguridad, higiene de las instalaciones y la calidad de los campamentos de verano a través de la regulación y control.Deberían las empresas tomar cartas en el asunto, ¿qué medidas serían las más adecuadas para una mejor conciliación durante las vacaciones escolares?Por supuesto, algunas ya lo hacen y otras deberían hacerlo. Algunas empresas organizan campamentos específicos para los hijos de los empleados, ocupándose de todo el proceso tanto de contratar a los monitores como las instalaciones, transporte, servicios de comidas, etc. Esto lo suelen hacer grandes empresas, pues hay que cumplir una regulación muy estricta y no todas las empresas están preparadas.También es importante que permitan el teletrabajo durante los meses de verano. Esto les da opción de estar con sus hijos en cualquier lugar y también alcanzar los objetivos en el trabajo. Que contemplen la jornada intensiva o cierta flexibilidad durante el verano, que ayuden a encontrar los campamentos adecuados para los niños e, incluso que los subvencionen parcialmente… Estas medidas pueden contribuir al desarrollo de una cultura basada en la confianza y la corresponsabilidad por parte de las empresas que contribuyen a su éxito.Las empresas son conscientes de que una política activa en el ámbito de la conciliación puede convertirse en las señales de identidad de la empresa. Además, las medidas que toman para mejorar la conciliación durante los meses estivales contribuyen a reducir el estrés y aumentar la productividad. Los padres están tranquilos al saber que los niños están ocupados, bien atendidos y desarrollándose física, emocional y socialmente.¿Qué alternativas tienen las familias?Muchas familias no tienen alternativas frente a los campamentos de verano. Pues la vida en las grandes ciudades, las estructuras familiares monoparentales, etc. hacen que no se pueda contar con otros miembros de la familia para cuidar a los niños en verano cuando los padres trabajan. En pueblos pequeños o medianos, este problema no existe, o no es tan relevante. Las estructuras familiares, los desplazamientos y el compromiso facilitan la conciliación.¿De qué manera condiciona la diversidad de estructuras familiares al acceso a estas actividades?La diversidad de las estructuras familiares condiciona el acceso a los campamentos de verano. Por un lado, aquellas estructuras familiares que cuentan con los dos progenitores y ambos trabajan, suelen disponer de más recursos económicos: Cuando tienen un solo niño en edad escolar suelen enviar a su hijo a campamentos de verano específicos para su desarrollo cognitivo, algunos incluso al extranjero. El costo no es tan importante como los objetivos en la formación integral. Cuando tiene varios niños en edad escolar, el campamento suele ser más genérico y el objetivo suele ser mantener vigilado y ocupado a los niños durante unos días que los padres no pueden ocuparse totalmente de ellos.Aquellas familias formadas por un solo progenitor, suelen enviar a su hijo a campamentos de verano porque no cuenta con otra alternativa. El progenitor necesita trabajar y, por lo menos, durante unas semanas, el niño debe ir a un campamento de verano. En la mayoría de las ocasiones, el costo del campamento se paga por ambos padres, pues en muchas ocasiones la custodia suele ser compartida y ambos trabajan.El 90% de las excedencias para el cuidado de hijos en verano las solicitan las mujeres, ¿de qué manera afecta a la brecha de género en materia laboral?Según el anuario de publicado por el INE en 2024 «estadística de nulidades, separaciones y divorcios», cuando se separan los padres, la madre obtiene la custodia exclusiva del o de los niños en el 47% de las ocasiones. La custodia compartida es en el 48% de las separaciones y al padre le corresponde la custodia exclusiva en un 5% de las ocasiones.Aunque en el 56% de los casos el padre debe pasar una pensión alimenticia, esta situación hace que en muchas ocasiones sea la madre la que pida el excedente para el cuidado de los niños en verano.Por otra parte, la media de los sueldos de las mujeres es inferiores a los de los hombres, por lo que, aunque los padres no estén separados ni divorciados, mayoritariamente acuerdan que sea la madre quien pida la excedencia.MÁS INFORMACIÓN noticia No Los mensajes erróneos que das a tu hijo cuando saca malas notas… ¡o buenas! noticia No «Hay mensajes que debemos evitar cuando nuestro hijo cambia de etapa escolar» noticia Si Final de curso: emociones a flor de pielAdemás, los hombres suelen aspirar más que las mujeres a un desarrollo profesional y, según un estudio realizado por Infojobs, el 35% de los trabajadores que han accedido a medidas de conciliación, han sufrido consecuencias negativas en su trabajo. El 10% de los trabajadores ni tan siquiera se plantea pedir ninguna medida de conciliación por miedo a posibles represalias. Lo que está en coherencia con otros estudios similares donde el 73% de los trabajadores cree que acogerse a las facilidades de conciliación podría perjudicar su desarrollo profesional.

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