Sanabria clama contra la supresión de paradas del AVE: «Es la España vaciada y la quieren vaciar más»

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Sanabria clama contra la supresión de paradas del AVE: «Es la España vaciada y la quieren vaciar más»

Ciudadanos «de tercera, por lo menos, si no de cuarta» . Así dicen sentirse en la zamorana Sanabria después de comprobar que la decisión de Renfe de suprimir paradas en este punto de la línea entre Madrid y Vigo se ha hecho realidad desde el 9 de junio, llevándose por delante los horarios de la mañana. Los que permitían «compatibilizar» con la vida laboral, estudiantil, ir a consultas médicas… claman desde este lugar en el que «estamos muy lejos de todo». Habían visto en la estación de alta velocidad abierta en 2021 en el pequeño Otero de Sanabria –para dar cobertura a la comarca sanabresa, la Carbelleda y hasta el norte de Portugal– una ventana al optimismo para el acceso y garantía de prestación de servicios. Y también, advierten, un sostén en la lucha contra la despoblación. Pero ahora en lo que califican como «vergonzoso, un sinsentido» ven un «paso atrás muy grande». «Pagamos impuestos como todo el mundo y tenemos los mismos derechos», asegura una mujer desde el interior de uno de los diversos bares-restaurantes que, entre calles empedradas, casas con balconeras de madera y tejados de pizarra, salpican Puebla de Sanabria. «Dicen que es la España vaciada y nos la quieren vaciar más» , se queja en un «cabreo» que va en aumento según avanza la conversación y las voces de queja se elevan. «Nos quieren dejar aislados», añade alguien, y una tercera persona no duda en asentir y afirmar que se sienten «la última mierda». Pero, se defienden apuntando con la mano a ese exterior rodeado de verde, «es verdad que aquí se vive muy bien y se tiene mejor calidad de vida». Es lo que a otra joven que entra fugazmente le hizo volverse a sus raíces tras estudiar en Madrid. La posibilidad de teletrabajar buena parte de la semana e ir a la capital uno o dos días en el tren de la mañana se lo permitía, «pero ahora nada», se limita a decir con el enfado grabado en el rostro. ¿La solución? «Tener una casa abierta en Sanabria y otra en Madrid» en la que pernoctar antes de ir a la oficina.También Rosa tiene posibilidad de teletrabajar el 49 por ciento de su jornada laboral y «única y exclusivamente por el tren» podía encender el ordenador desde Puebla de Sanabria, porque el convoy de la mañana le permitía llegar a reuniones. «Ahora, no», dice a kilómetros de distancia, con la pena de que otras actividades como el club de lectura que impulsó en el pueblo o ser una «vecina más que consume» allí están en riesgo. «Se legisla para la ciudad», censura. «Los derechos de igualdad no se están respetando», asevera a la vez que advierte de que esos horarios suprimidos son los que «dan acceso a otros servicios necesarios que no tenemos». En el punto de mira, el alcalde de Vigo, Abel Caballero , y su petición de agilizar trayectos ‘borrando’ paradas en Castilla y León. En Sanabria resoplan enfurecidos sólo con acordarse de la «insolidaria» reclamación «del de las luces». «¡Por diez minutos y estamos con 25 de retraso!», se queja Trini, vecina de Sagallos, en la Carballeda, aguardando la llegada del tren de las 14.01. Al filo de las 14.30, el convoy procedente de Galicia y destino Madrid para en la estación, en la que apenas está dos minutos. Un enfado que se escucha a distancia por «¡otro día de retraso!». Y que crece entre la casi veintena de pasajeros que a pie de andén, con más de treinta grados cayendo a plomo y apenas unos centímetros de sombra no alcanzan a entender «el sinsentido» de haber quitado la frecuencia «que más daño hace» . «¡No hay derecho!», clama al lado José, de Rosinos: «De poco vale que pase si no para». «Es un crimen a la población de la zona», se anima a decir Santos, unos metros más allá. Ve una «vergüenza» que aquellos que «defienden el progreso de la gente hagan esto» . Y todo, apunta, después de «haberse gastado un dineral» en la estación –más de cuatro millones–.El «monotema» Las quejas por la supresión de paradas del AVE en Sanabria en las horas que permiten compatibilizar la vida laboral, estudiantil… es el «monotema» en esta comarca, con parada de tren donde el malestar se acumula por ver que eliminan frecuencias para agilizar el trayecto entre Madrid y Galicia, pero los retrasos son diarios FOTOS: RUBÉN ORTEGA«Nos quitan el entorno tan bonito, y ahí os quedáis», resume Chelo el sentir. «Nos quitan todo», se queja mientras hace acopio de frutas y verduras en puesto del mercadillo semanal. No logra entender que por la queja de Vigo se hayan quedado sin «algo bueno» que habían logrado. Es «el monotema» de las conversaciones. Aseguran sentirse «engañados» por «políticos impresentables que sólo piensan en ellos sin conocer ni preocuparse de la vida de los demás», espeta José, en otro puesto. «Nos han fastidiado mucho» , añade Teresa. «No querían que se vaciaran los pueblos y los están vaciando ellos», apostilla, a la vez que otra mujer clama contra el «abandono» de la línea convencional de tren –en la que se quejan de los constantes retrasos y averías– como alternativa a la alta velocidad que también ven mancillada. «Rentable socialmente»Ahora, el primero en dirección Zamora y Madrid para a las 12.27. «Son horarios fuera de todo sentido», se queja también sin ocultar su malestar el alcalde de Puebla de Sanabria y senador del PSOE, José Fernández , quien puede entender los «ajustes», pero no en las frecuencias elegidas. Reconoce «que no es rentable», pero recuerda que cuando se hizo ya se debía conocer. «Económicamente, claro que no, pero es rentable socialmente», incide Fernández, quien pone el acento en que «casi nada» con beneficio a las personas sirve para lograr rendimientos monetarios. Pero, apostilla, «que cuarenta personas vengan aquí a dar servicios es importantísimo», tanto como que casi otras tantas puedan teletrabajar e ir a Madrid o Zamora algún día por semana. «Yo sé que esto no es Chamartín ni Atocha. Felizmente ya lo sabemos. Es una zona rural, un pueblo, necesitamos estar comunicados y queremos sobrevivir », subraya el regidor, quien como parlamentario nacional también está afectado por una decisión «errónea» que, por ahora sin éxito, ha trasladado al ministro de Transportes, Óscar Puente . «Tendré que hacer 120 kilómetros en una infame carretera –la nacional 631–, llena de bichos y una locura de accidentes, para coger en Zamora un tren que pasa por aquí. Es que es increíble», apunta. «Sé que no es Chamartín ni Atocha. Es una zona rural, un pueblo, necesitamos estar comunicados y queremos sobrevivir» José Fernández Alcalde de Puebla de Sanabria y senador del PSOEUn «problema de dignidad», dice en alusión a las palabras de su también colega de Vigo. «No puede haber más solidaridad que la nuestra , que dejamos que pasen por aquí por interés general» las vías del tren, autovías, líneas de alta tensión… en dirección noroeste, abriendo «una brecha en el territorio en nuestras mejores tierras». «Somos una zona absolutamente de paso muy solidaria. Y lo único que nos falta con el tren es que pasen ya todos y nos tiren cacahuetes », expresa Fernández. «Nosotros queremos sobrevivir, tener servicios, que la gente se quede aquí», defiende con el temor a que cambien de destino profesores, sanitarios… que habían encontrado en el tren veloz un aliciente para estas plazas complicadas de cubrir. Un temor que es una certeza. Con la posibilidad del tren, a Arturo y Benito, docentes en el instituto de Puebla de Sanabria, «se les abrió el cielo» y aseguran que estarían «más años» en un destino al que llegaron hace tres cursos. Pero así, «pedirán con más ahínco» otro centro: «Sanabria ya no es una prioridad» . Las ojeras ya se notan en este viernes de final de curso en el que a las 6.30 estaban en marcha, «puerta a puerta» para llenar el coche y viajar junto a Puri, Óscar y Miguel desde Zamora, por una carretera «en la que tienes que ir con los cinco sentidos a tope», pues «todos los días» se cruzan animales y cuando llega el invierno, la nieve, niebla y el hielo y buena parte del trayecto lo deberán cubrir «de noche». Y otra hora y media de vuelta. También enfermeros, médicos, veterinarios… Nelson, Alberto, Miguel Ángel, Rubén… entran en la «rueda» en la que cada día lleva uno el coche, y a la que Laura, apurando la baja por maternidad, asume con resignación que tendrá que entrar. «¡Con la maravilla!» que era el tren y el aliciente para esa plaza, dice. «Es mentira» que fueran ocho los usuarios habituales, como dijo el presidente de Renfe, denuncian a la vez que echan en falta «argumentos que nos convencieran». «Es parte de la frustración y el cabreo», dicen sobre lo que consideran unos cambios por «capricho» y «decisión política» . Noticia Relacionada estandar Si Planes de vida ‘descarrilados’ por la supresión de frecuencias del AVE ISABEL JIMENO En Sanabria, Zamora, Medina del Campo… crecen las voces en contra de los cambios en los horarios por parte de RenfeSe quejan por ellos y «preocupados por la gente de la comarca, a la que le perjudica muchísimo, la España vaciada con la que tanto se llenan la boca de hablar», pero se aplica «una discriminación negativa» . «Con una persona que pueda ir a darse una quimio y volver ya serviría», defiende una vecina. «Pagamos los mismos impuestos», inciden vecinos y quienes allí van a trabajar para reclamar que se mantengan los horarios de «un servicio público».

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