Dicta el tópico de los mentideros políticos que nada como una guerra para tapar una crisis doméstica. Era el argumento de la película ‘La Cortina de humo’, que hizo fortuna a finales de los noventa, en pleno escándalo Lewinsky durante la Presidencia de Bill Clinton, y ‘mutatis mutandis’ es lo que parece estar ahora en la caja de herramientas de la Moncloa para superar otro escándalo de naturaleza distinta. Se trata del caso Cerdán, que ha puesto como nunca antes en entredicho al PSOE y a su líder, Pedro Sánchez , con sus dos secretarios de Organización en el partido señalados en la cúspide de una organización corrupta que investiga la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y que ya está judicializada en el Tribunal Supremo (TS), donde este lunes prestó declaración el primero de ellos, el exministro José Luis Ábalos. El ataque de Estados Unidos a Irán el fin de semana, en la llamada operación Martillo de Medianoche, coincidiendo con la Cumbre de la OTAN que se celebra esta semana en La Haya (Países Bajos), y ante la que Sánchez se ha descolgado con una petición para que España no tenga que subir al 5% del PIB su gasto en defensa, permite al presidente girar radicalmente la conversación pública. Y a ello se suma el Orgullo Gay, que este año llega con el veinte aniversario de la ley de José Luis Rodríguez Zapatero que permitió el matrimonio entre personas del mismo sexo, y que ayer fue objeto de un acto especial de conmemoración en Madrid, con la presencia del expresidente del Gobierno junto al actual inquilino de la Moncloa y la ministra de Igualdad, Ana Redondo. Noticia Relacionada estandar Si La base española de Morón, clave en la Operación Martillo de Medianoche David Alandete Las aeronaves americanas despegaron desde bases en EE.UU. la noche del 15 al 16 de junio, cruzaron el Atlántico y comenzaron a aterrizar en bases clave europeas, incluidas las dos españolas de Rota y Morón de la FronteraLa implicación personal de Sánchez en la primera de las materias le ha llevado a sostener una enorme hiperactividad los últimos días. El jueves, la primera de las dos jornadas en que despejó totalmente su agenda, remitió al secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, una carta planteándole esa propuesta de no llegar al 5% en gasto militar o de seguridad. El domingo por la tarde protagonizó una extemporánea comparecencia sin preguntas ni periodistas en la sala de prensa del complejo presidencial para anunciar el acuerdo con Rutte –«Mi amigo», señaló– y tuvo tiempo para hacer algo más insólito aún, entrar en el cuerpo a cuerpo en las redes sociales con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo . Después de que el presidente del Partido Popular (PP) hubiese mostrado sus dudas sobre el acuerdo con la OTAN, el presidente le contestó compartiendo la carta en inglés de Rutte y espetándole: «Toma, Alberto. Que alguien te la traduzca. A ver si eso clara tus dudas». Aludía así de manera hiriente, una vez más, a una de las lagunas de Feijóo, su escaso manejo del inglés. Ganar tiempo El presidente afrontó en primer lugar el escándalo sobre Santos Cerdán, su ex mano derecha en Ferraz, tratando de ganar tiempo. Tras conocerse el pasado 12 de junio el demoledor informe de la UCO –en cuyas quinientas páginas se describe el funcionamiento presuntamente delictivo de Cerdán, Ábalos y Koldo García para repartirse mordidas a cambio de adjudicaciones de obra pública–, se apartó a Cerdán. Y se pospuso hasta el Comité Federal del próximo 5 de julio el nombramiento del sustituto del secretario de Organización, dentro de una Ejecutiva Federal del PSOE que será profundamente renovada.Para más adelante aún han quedado las explicaciones en el Congreso de los Diputados sobre el escándalo. Será el 9 de julio cuando el jefe del Ejecutivo comparezca ante el pleno parlamentario, aunque en un formato en el que mezclará la corrupción con las explicaciones debidas a la cámara sobre el último Consejo Europeo antes de vacaciones, que tendrá lugar esta misma semana en Bruselas. Y desde luego mucho más tarde de lo que pidieron, esta vez al alimón, la oposición y los socios, que reclamaron una comparecencia urgente que el PSOE rechazó. La agenda internacional le va a permitir al presidente, durante las dos próximas semanas, huir incluso físicamente de Madrid, el escenario donde se cuecen los grandes asuntos de la política nacional, y evitar dar la impresión de estar recluido de la semana pasada. Casi sin solución de continuidad encadenará sus estancias en La Haya (Cumbre de la OTAN), Bruselas y Sevilla, donde la semana que viene albergará como jefe del Gobierno español la cumbre sobre el desarrollo de la ONU. Justo antes del Comité Federal del PSOE que le devolverá a la dura realidad del escándalo que ha sacudido a su formación política.

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