Un informe preliminar de la Inteligencia de EE.UU. apunta a que los ataques ordenados por Donald Trump contra tres instalaciones nucleares de Irán no las han destruido al completo y solo han conseguido retrasar el programa nuclear iraní en unos meses.Esas conclusiones contradicen en buena parte la versión que ha mantenido el propio Trump desde el momento en el que anunció la ejecución de los ataques el pasado sábado por la noche (en la madrugada del domingo en España). Desde entonces, el presidente de EE.UU. ha insistido y ha repetido hasta la saciedad que la operación militar estadounidense «ha destrozado completamente» el programa nuclear iraní.Antes Después Vista satélite, antes y después, del ataque en el Centro de enriquecimiento de Natanz, en Irán ReutersEl informe ha sido elaborado por la Agencia de Inteligencia de Defensa y ha sido obtenido por varios medios estadounidenses, como la cadena CNN y ‘The New York Times’.En él se detalla que los bombardeos sellaron las entradas a dos de las instalaciones nucleares, pero no lograron derrumbar sus estructuras subterráneas . El ataque estadounidense utilizó por primera vez una bomba anti-búnker, que solo tiene el ejército de la primera potencia mundial, con un peso de unos 15.000 kilos y que se creía que podría destruir el complejo bajo tierra.Antes de que Trump diera luz verde al ataque, las agencias de inteligencia de EE.UU. consideraban que Irán podía conseguir un arma nuclear en un periodo de tres meses si aceleraba los procesos para lograrlo. Tras el ataque, este informe preliminar apunta a que el retraso al programa nuclear iraní sería de menos de seis meses.El informe también apunta a que buena parte del uranio enriquecido que estaba en esas instalaciones había sido trasladado a otros lugares , algo que ya se había sospechado antes.Las conclusiones son preliminares y podrían cambiar con el paso de los días, cuando haya más información y más completa sobre el resultado de los ataques. Pero añaden combustible a la batalla emprendida por Trump para imponer la narrativa de que el ataque a Irán fue un éxito total, sin paliativos.«Las instalaciones que atacamos en Irán fueron totalmente destruidas y todo el mundo lo sabe», escribió Trump en su red social el lunes, cuando crecía el debate en los medios sobre cuál sería el alcance real de los daños. «Solo las ‘fake news’ dicen otra cosa para menospreciar todo lo posible», añadió. Más tarde, aseguró a la prensa: «Esas instalaciones están completamente demolidas, ese lugar está enterrado en rocas».La Casa Blanca salió al paso de estas informaciones a través de un comunicado de la portavoz de Trump, Karoline Leavitt. «Este supuesto análisis se equivoca de llena y había sido clasificado como ‘top secret’ pero aún así fue filtrado a la CNN por un perdedor anónimo y de bajo nivel de la comunidad de inteligencia», criticó Leavitt, que calificó la filtración como un «intento de menospreciar al presidente Trump y desacreditar a los valientes piloto que llevaron a cabo una misión ejecutada a la perfección».Pero las visiones menos triunfalistas sobre el impacto del ataque no son solo las de este informe. En la primera rueda de prensa para detallar la operación militar, el jefe del Estado Mayor, Dan Caine, renunció a sumarse a la idea de la «destrucción total» que abanderó Trump y a la que sí se sumó su secretario de Defensa, Pete Hegseth.La opinión mayoritaria es que es demasiado pronto para determinar el impacto . Así lo expresó este domingo en Nueva York el director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Rafael Grossi. En la reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU, Grossi aseguró que «nadie, tampoco la AIEA, está en posición de determinar el daño causado».Estaba previsto que los legisladores del Congreso recibieran este martes a altos cargos de la Administración Trump para una reunión informativa sobre los ataques, su impacto y sus consecuencias. Pero, a última hora, la reunión fue pospuesta.
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