La ausencia de Sánchez no rebaja la tensión en otra bronca sesión marcada por la corrupción

Home People La ausencia de Sánchez no rebaja la tensión en otra bronca sesión marcada por la corrupción
La ausencia de Sánchez no rebaja la tensión en otra bronca sesión marcada por la corrupción

La corrupción monopoliza las sesiones de control. Apenas hay dos o tres preguntas que se desvían de un tema que lo contamina todo. Desde la caída de Santos Cerdán como secretario de Organización del PSOE, hace casi dos semanas, en el Congreso de los Diputados no se habla de otra cosa. Ni siquiera la ausencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en La Haya (Países Bajos) por la Cumbre de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), ha restado un ápice de intensidad al pleno de este miércoles. Ya no son solo PP y Vox quienes cuestionan al Ejecutivo por este asunto, también varios de sus socios, con la tensión disparada a máximos.La presidenta del Congreso, Francina Armengol , ha intervenido en varias ocasiones para reclamar respeto y decoro. Pero la indignación por la corrupción que rodea al Gobierno y al PSOE, que ha escalado con el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que implica a Cerdán en una trama de mordidas, junto al exministro José Luis Ábalos y el exasesor de este Koldo García, a cambio de amañar la adjudicación de contratos de obra pública, se impone. «Cómplice, cómplice», coreaba la bancada del PP tras las preguntas a la vicepresidenta segunda del Ejecutivo y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (Sumar), y a la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego (Izquierda Unida). «Dimisión, dimisión», cantaban los diputados populares a ministros como Félix Bolaños y Fernando Grande-Marlaska.Armengol ha llamado al orden en dos ocasiones a los populares Alma Alfonso y Rafael Hernando. «Dejen de insultar, dejen de patalear, dejen de faltar al respeto a los ciudadanos», les ha llegado a decir a los populares. Nada ha apuntado cuando el que ha proferido gritos desde su escaño ha sido Enrique Santiago, de Izquierda Unida. Tras las preguntas a María Jesús Montero y a Yolanda Díaz, el foco se ha posado sobre el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, quien ha contestado cinco cuestiones dirigidas a él.Noticia Relacionada estandar No Rutte ampara el ataque de EE.UU. contra Irán y asegura que se ajusta al Derecho Internacional La existencia o no de un marco legal que ampare a los bombardeos divide a los líderes europeos en la OTANSin Sánchez y el día después de que el juez Juan Carlos Peinado, que investiga la causa por tráfico de influencia y corrupción en los negocios contra la mujer del presidente, Begoña Gómez, haya pedido al Tribunal Supremo que impute a Bolaños por falso testimonio y malversación , las miradas se dirigían a él. El ministro, muy tranquilo y tirando de su habitual sorna, como en cualquier sesión de control, ha recetado «paciencia» a PP y Vox y ha augurado que no tiene «ninguna responsabilidad» en la contratación de la asesora de la Moncloa que realizaba gestiones privadas para la esposa del jefe del Ejecutivo. La diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo le ha señalado que ella ya auguró que iba a acabar así, al borde de la imputación, pero él ha repuesto: «Deje pasar unos días, porque la bola de cristal le funcionó, por lo que sea, pero esto se va a aclarar en las próximas semanas». El ministro asegura que con la resolución de Peinado contra él se ha cometido una «injusticia» que quedará en nada. «Señor Bolaños, le hemos visto poner la mano en el fuego por el señor Ábalos. Hace diez días, por un tal Santos Cerdán. Ahora el que está en apuros es usted (…). En la ‘omertà’ sanchista todos están pringados», le ha dedicado el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Miguel Tellado.«Dimisión, dimisión», gritaban desde el PP. «Maravilloso espectáculo», suspiraba Armengol. La portavoz del Grupo Parlamentario Vox, Pepa Millán, ha insistido en la misma línea: «Va a usted a formar parte del clan del Peugeot. Será el siguiente y pasará a ser identificado en su bancada como ‘esa persona de la que usted me habla’». «¿Veremos su nombre en la lista de imputados?», preguntaba Millán. Bolaños, impertérrito, contestaba: «He sabido que los ultras disfrutan de las injusticias y por tanto ayer fue un gran día para ustedes, pero tenga paciencia».Mensajes de los sociosJosep Pagès, de Junts, ha advertido que si el PP y Vox llegan a gobernar, será por la corrupción socialista, y Oskar Matute, de Bildu, le ha exigido medidas más contundentes contra esta lacra. «De toda la corrupción padecida en España, la más terrible fue la presión o el tiro en la nuca a empresarios ejercida por ETA», ha dicho el portavoz del PP, Borja Sémper, después de que el titular de Justicia se limitase a pedirle propuestas al diputado aberzale.Antes, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha acusado a la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de «atrincherarse para protegerse»: «Sánchez lo sabía desde el principio y lo tapó. O bien daba las órdenes o bien miraba hacia otro lado porque se beneficiaba». «Son un Gobierno en psicosis», ha sentenciado. Montero, haciendo gala de argumentario y vestida de blanco impoluto, ha defendido la reacción del PSOE frente a la corrupción, expulsando a Ábalos y a Cerdán, frente a la del PP, que le puso «sueldo, chófer y coche oficial» a su extesorero Luis Bárcenas.«¿Por qué no dejan de robar, de saquear a los españoles, y convocan de una vez elecciones?», le ha preguntado directamente José María Figaredo, de Vox, a María Jesús Montero. «El partido de Vox no puede hablar de nada que tenga que hablar de la corrupción. Si tiene dudas, pregunte a Abascal», ha repuesto, misteriosamente, la vicepresidenta, quien ha tenido después un cruento enfrentamiento con la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, pero esta vez a cuenta del gasto en defensa.«Señora Díaz, no se haga la ofendida, es cómplice y encubridora de la corrupción» Miguel Tellado Portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el CongresoEl popular Elías Bendodo, que parecía abonado a la pregunta a Montero, esta vez la ha dirigido a Díaz para cuestionar por qué Sumar sigue «abrazado» a «un Gobierno corrupto y con ministros que mercadean con prostitutas». «Yo no robo, soy una persona limpia, nuestros ministros no roban, nuestro espacio político no roba», ha contestado la vicepresidenta segunda, también de blanco, quien ha puesto en duda los resultados electorales en Galicia en el pasado. «Cómplice, cómplice», ha arrancado la bancada popular. «La de ustedes se llama ética del golpismo, en la que llevan instalados desde el pasado 23 de julio», ha aseverado Díaz.Estaba al quite, para responder, la también popular Ester Muñoz: «Ética es no permitir que con dinero público se contraten prostitutas en empresas públicas. Es más valiente con el micrófono del Congreso que con los corruptos y puteros que la rodean». «A ustedes la corrupción no les importa nada, si les importara, estarían presentando propuestas para acabar con ella», se defendía Díaz. «Cómplice, cómplice», regresaba la bancada del PP. «Lo siento, señor Tellado, pero sus compañeros no se portan como deben», amonestaba Armengol. «Limítese a cumplir el Reglamento y nos iría muchísimo mejor, presidenta. Señora Díaz, no se haga la ofendida, es cómplice y encubridora de la corrupción», apostillaba este. Por ahí ha discurrido el resto de la sesión de control, incluidas sendas interpelaciones de Vox y PP a Montero. La corrupción, al menos en las sesiones de control, ha llegado para quedarse.

Leave a Reply

Your email address will not be published.