La presidenta de Navarra, María Chivite, se ha enfrentado este jueves a la primera sesión de control en el Parlamento después de estallar el escándalo que afecta al ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. «Soy una presidenta honesta. No voy a huir porque no tengo nada que esconder» , ha dicho ante las peticiones de dimisión de PP, Unión del Pueblo Navarro (UPN) y Vox, que la vinculan con la presunta trama de cobro de mordidas cuyo epicentro la Guardia Civil localiza en la Comunidad Foral. Las informaciones que vinculan a Cerdán con Servinabar, empresa a la que el Ejecutivo regional adjudicó las obras de desdoblamiento en el túnel de Belate, se cobraron no sólo su dimisión, sino también la baja de Ramón Alzorriz, vicesecretario del Partido Socialista de Navarra (PSN) y portavoz en el Parlamento navarro. La mano derecha de Chivite, que mantiene su escaño, dejó sus cargos después de trasladar a la presidenta que su pareja había estado empleado en la mercantil. Un movimiento que ha producido relevos en las filas de los socialistas. Tras la salida de Alzórriz, Ainhoa Unzu que también está asociada a Koldo García al llevar en sus listas a una mujer que aparece en las conversaciones entre éste y Santos Cerdán , fue elevada a su puesto dejando su cargo como vicesecretaria primera de la Mesa del Parlamento. Vacante que desde hoy ocupará Maite Esporrín Las Heras al ser aprobado su nombramiento en la sesión plenaria. Noticia Relacionada estandar No Chivite se enroca asediada por los indicios del caso Cerdán Gerard Bono La presidenta navarra se niega a dimitir tras la salida de su mano derecha vinculado con la empresa ServinabarEste jueves, ante las exigencias de dimisión de los distintos grupos, a excepción de Bildu, Contigo-Zurekin (Podemos) y Geroa Bai, Chivite ha seguido con la estrategia marcada ya desde hace dos semanas: desmarcar los casos de su Gobierno y negar las presuntas irregularidades en la contratación de obra pública efectuadas por la administración navarra. «Sobre mi no pesa ninguna ilegalidad. En cuanto a las cuestiones de partido, son cosas de partido», ha dicho la líder del PSN. «No es una cuestión de partido, influye al propio Gobierno de Navarra. Hace sospechar que ni usted ni su tío (en referencia a Óscar Chivite, Consejero de Cohesión Territorial) supieran nada. Si lo sabía es muy grave, pero si no también lo es«, le ha reprochado el popular Javier García Jiménez , quien ha abierto el turno de preguntas con una petición de dimisión y de convocatoria de elecciones anticipadas. Misma línea seguida por José Javier Esparza, portavoz de UPN, quien la ha acusado de «robar la confianza a los navarros» . «Ha adjudicado a su jefe y amigo la mayor obra pública de Navarra. No puede adjudicar la obra una UTE donde está la persona a la que le debe usted toda su carrera política . […] Su amigo, su jefe está siendo investigado por el Supremo por pertenencia a organización criminal y cohecho«, ha afirmado sobre Santos Cerdán y las obras en el desdoblamiento de los túneles de Belate.Por su parte, EH Bildu, que fue clave con su abstención para la investidura de María Chivite como presidenta, ha puesto el foco en las empresas durante el pleno, sin mencionar siquiera a Santos Cerdán. «En cualquier relación hay dos partes», ha dicho Laura Aznal Sagasti . Geroa Bai, que gobierna en coalición con el PSN y Contigo-Zurekin (Podemos) en la región, ha mostrado su «máxima preocupación» para después consultar a Chivite sobre la auditoría interna que lleva a cambo el propio Gobierno navarro.
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