España pasa del llanto a la alegría y aún sueña con el podio

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España pasa del llanto a la alegría y aún sueña con el podio

Salta de alegría Xènia Benach. Llora de rabia Daniela Fra. David González no reprime el gesto de sorpresa tras mejorar su marca en el salto de altura, mientras Jesús David Delgado agoniza reventado, suplicando aire de un abanico tras dejarlo todo en el 400 vallas. El atletismo proporciona un cóctel desmesurado de emociones en Vallehermoso, en una larga y asfixiante segunda jornada del Campeonato de Europa por equipos. El resultado no es tan bueno para España como el del primer día, con solo el 4×100 femenino en posiciones de ‘medalla’. Pero ese histórico puesto de podio que se persigue en esta competición aún parece posible ante la ronda final. La selección es ahora sexta con 249 puntos, a 7,5 de la tercera plaza que ocupa Polonia (256,5). Por delante, lidera destacada Italia (290), seguida por Alemania (266). Países Bajos (253,5) y Gran Bretaña (252) también aparecen por delante a falta de doce pruebas.Noticia Relacionada Desde el tartán opinion Si Femke Bol ilumina el verde kiwi de Vallehermoso Ignacio Romo «Dio una lección en Vallehermoso. De clase, de elegancia y de suavidad sobre la pista»El gran estallido llegó al final, cayendo ya la noche sobre un estadio que presentó un aspecto más que aceptable pese a que nada invitaba a pasar la tarde sentado al sol. El 4×100 femenino, con la misma alineación que sumó hace poco más de un mes el subcampeonato mundial en los World Relays, logró la segunda plaza tras batir de nuevo el récord nacional y dejarlo en 42.11. Fue otro ejercicio perfecto de coordinación y velocidad, iniciado por Esperança Cladera y continuado por Jael Bestué y Paula Sevilla , antes de que Maribel Pérez se jugara la victoria en la última posta con la neerlandesa Van Hunenstijn, que acabó llevándose el gato al agua, también con récord nacional: 42.02.Noticia Relacionada Entrevista ABC estandar Si Jael Bestué: «Hubo casos de dopaje que no salieron; ahora las trampas sí salen a la luz» Ignacio Romo La velocista forma parte de este fenómeno surgido en el atletismo español que este sábado vuelve a la pista en el 4×100, y también habla con ABC sobre dopaje, sus hábitos de comida y entrenamientoLa ‘plata’ se celebra como una victoria, porque sus 15 puntos son el mayor botín del día. Y cada logro cuenta. Que se lo digan a Benach, representante en los 100 vallas. En el global de la competición fue octava, pero lo logró corriendo y ganando en la serie B, la reservada, a priori, para las peores marcas de cada disciplina. La catalana lo hizo, además, mejorando su marca personal y bajando por primera vez de los 13 segundos: 12.94. Hacía diez años que no se lograba una marca así en España, y el registro la coloca en el quinto lugar del ranking nacional histórico. Su celebración estuvo a la altura. Jaleada por el público, recorrió media pista para abrazarse con su entrenador, que pasaba calor en la contrarrecta. «Llevaba tres años sin hacer marca y es muy frustrante entrenar, competir, tropezar… Hacía mucho que no competía con la selección, y hacerlo en casa es un plus. Vallehermoso no era mi pista favorita, pero igual ahora pasa a serlo».Algo de eso vive también David González, saltador de altura, 21 años, uno de los más jóvenes del equipo, que se estrena como internacional rebelándose contra el orden establecido. Su salto a la primera sobre 2,21, marca personal, lo eleva hasta una inesperada sexta plaza. También sonríe Diego Casas, cuarto en el disco. O Delgado, que cruzó quinto la meta en el 400 vallas, que sufre después la gran pájara de su vida.En el otro lado, impresionan las lágrimas de Daniela Fra, que en esa misma prueba se lleva el chasco de su vida tras tropezar en el último obstáculo. A la madrileña le puede el ansia. Entró en la recta de meta tercera, en disposición de luchar por la victoria y de bajar por primera vez en su vida de los 55 segundos. Al acabar, está destrozada. Pide perdón y busca en la grada a los suyos. Solo quiere mimos y abrazos de aquellos que más la quieren. Luego le echa valor para atender a los medios: «Me da muchísima pena. He tocado la valla y he pensado en levantarme lo más rápido posible. Pero es que me he caído por completo al suelo». Aun así, se levantó para cruzar la meta y sumar dos puntos. «Quedarme en el suelo no era una opción», lanza antes de derrumbarse de nuevo.Abrasaba la pista de Vallehermoso, y aun así la gente se quedó fría con el cuarto puesto de Quique Llopis en los 110 vallas. El valenciano debía jugarse la victoria con el italiano Simonelli, doble campeón continental, y el suizo Joseph, el segundo mejor europeo del curso (13.07). Acabó superado por ambos, y también por el británico Tade Ojora. Lo peor es que ninguno hizo un tiempo fuera del alcance del español, que no tuvo su mejor día. «No he tenido buenas sensaciones. Sentía que no controlaba la carrera. No sé si por el calor… Hay que ver cuál ha sido el error».Lo cierto es que Llopis salió bien, el segundo en reaccionar desde los tacos tras el alemán Mordi. Pero al pasar la segunda valla y mirar a los lados, ya vio por delante a Simonelli y Joseph. «No se piensa mucho ahí, solo en engancharte como puedas y sacar el máximo número de puntos. Pero cuando no se da la situación…». Llopis, más crispado de lo habitual, sobre todo en alguien tan templado como él, tropezó en tres de las últimas cuatro vallas, y ahí se esfumaron sus opciones.Joseph cruzó la meta en 13.24 y Simonelli en 13.27. Quizás lo peor es que ninguno hubiera sido imbatible para el Llopis que, hace una semana, en la Diamond League de París, paró el crono en 13.16. Pero el valenciano se quedó esta vez en 13.40, lejos de su mejor nivel.No lo tenía fácil Lester Lescay, protagonista en el que tal vez fuera el concurso con mayor nivel, con el doble campeón olímpico Miltiadis Tentoglou —estelar, con dos saltos por encima de 8,40— y el vigente campeón del mundo indoor, Mattia Furlani, como indiscutibles figuras. Pero el hispano-cubano aspiraba a mucho más que el noveno puesto con el que cerró su participación. Se equivocó al forzar en sus dos primeros saltos, nulos, lo que le obligó a pecar de conservador en el tercero para no quedarse fuera de la mejora. El 7,80 con el que cerró le valió hasta que lo superó el penúltimo de los participantes, el checo Petr Meindlschmid (7.82). Lescay ya no pudo saltar más. Cogió su mochila y se encaminó, junto al resto de eliminados, a rumiar su decepción. «Han faltado dos centímetros, pero tenía claro que no me podía ir con un cero. Había que pensar en el equipo».Hay focos también para María González en el triple salto. La sustituta de última hora de Ana Peleteiro hace un concurso discreto: dos nulos y un único salto válido de 12,85 que le da para ser duodécima. España se dejó ahí otra buena cantidad de puntos.

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