El punto final a la peligrosa barra libre de los influencers financieros

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El punto final a la peligrosa barra libre de los influencers financieros

En el enorme caladero de visualizaciones, likes y comentarios que conforman las redes sociales, el fenómeno de los influencers financieros se ha consolidado como una de las tendencias al alza en los últimos años. Estos creadores de contenido han democratizado el acceso a la información económica con un lenguaje entendible para no avezados, atrayendo a millones de seguidores ávidos de consejos para mejorar la gestión de su dinero e interesados en combatir su ignorancia en la materia. Plataformas como Instagram, YouTube o TikTok son los nuevos púlpitos para estos perfiles que con su carisma y cercanía ofrecen desde tutoriales básicos para potenciar el ahorro hasta análisis de mercado o recomendaciones para dar los primeros pasos como inversor. Es un ecosistema digital en el que conviven voces solventes, a menudo con trayectorias académicas o laborales sólidas, que abordan las finanzas desde una perspectiva holística y comunican con rigor, con otras cuyos conocimientos son cuestionables y que, impulsadas por la búsqueda de la monetización, lanzan mensajes sin el debido criterio, lo que atenta incluso contra la normativa.La línea entre la divulgación didáctica y el asesoramiento irresponsable se vuelve difusa, lo que ha puesto en alerta a las entidades reguladoras, conscientes de que la ausencia de formación acreditada de algunos de estos prescriptores online o la escasa transparencia con la que operan exponen a las audiencias a caer en decisiones arriesgadas de las que pueden arrepentirse. La CNMV ha manifestado en reiteradas ocasiones que cualquiera que emita recomendaciones de inversión ha de cumplir unas mínimas obligaciones , entre las que se incluye hacerlo de manera objetiva y revelar conflictos de intereses, como haber cobrado por sus afirmaciones. Sin embargo, para el usuario medio distinguir a quienes actúan como es debido y son fiables de aquellos que hablan sin fundamentos y dejando la ética a un lado no siempre resulta sencillo. «En las redes sociales hay de todo, desde estafadores hasta gente profesional, pero como al ser humano le atrae el dinero fácil y rápido , sin esfuerzo, al final el que capta su atención es el que vende mejor, no el que sabe más», lamenta Elisabet Ruiz Dotras, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC. Ahí radica el peligro, en construir la confianza sobre el magnetismo del influencer en vez de sobre la consistencia de sus argumentos.Noticia Relacionada Redes sociales estandar No La Generación Z recurre a los ‘finfluencers’ para tomar decisiones sobre inversión Blanca Martínez Mingo Un 36% de las publicaciones incluye promociones, mientras que en el 32% de los casos los creadores de contenido realizan recomendaciones de inversiónUna de las ‘banderas rojas’ que, a juicio de la docente, deben hacernos levantar sospechas es que el discurso lo monopolice una alternativa de inversión. «Si aboga solo por las acciones, aboca a sus seguidores a asumir un riesgo muy alto. Nunca se debe poner el 100% de la cartera en estos activos , sino contemplar una parte de renta fija para diversificar», pone como ejemplo. Para más inri, los internautas no responden a ningún cuestionario detallado sobre su conocimiento y experiencia previa en los mercados financieros, sus objetivos de inversión, etc. Cabe recordar que los asesores financieros sí están obligados por la normativa MiFID II a realizar un test de idoneidad a sus clientes antes de recomendar cualquier producto de inversión para garantizar que es adecuado. «Casi nadie sale que puede comprar acciones y la mayoría se queda en depósitos o fondos de inversión, es decir, opciones conservadoras», dice. En el caso de las publicaciones orientadas a la mera divulgación, que tienen como propósito explicar de forma comprensible conceptos técnicos, la experta saca una lectura positiva. «En el contexto actual, caracterizado por tipos de interés muy bajos y una inflación elevada, donde los depósitos bancarios apenas ofrecen rendimientos superiores al 2%, es bueno que la población esté al tanto de todas las posibilidades de inversión disponibles», justifica. Lo cierto es que, a pesar de que impacta directamente en la vida cotidiana, el ámbito financiero continúa como uno de los pilares más descuidados en el andamiaje formativo de la sociedad. Solo el 18% de los ciudadanos europeos presenta un alto nivel de conocimientos. El 64% se mueve en un nivel medio y el 18% restante obtiene una nota baja , según el Eurobarómetro publicado por la Comisión Europea a finales de 2023. Por su parte, la última Encuesta de Competencias Financieras del Banco de España pone de manifiesto que solo el 52,83% de los españoles es capaz de responder correctamente a tres preguntas básicas sobre conceptos como la inflación, el interés compuesto y la diversificación del riesgo.El déficit se observa desde el instituto y no muestra signos alentadores a futuro. No, al menos, en nuestro país. La última entrega del Informe PISA, que evalúa las competencias de alumnos de 15 años, concluye que los estudiantes españoles han empeorado en este terreno respecto a la edición anterior, al situarse doce puntos por debajo de la media de la OCDE cuando hace cuatro años la distancia era de ocho puntos, ocupando el lugar 12 de un ranking de 20.Consejos a la ligeraPero Francisco Rodríguez, director de Estudios Financieros de Funcas, considera que el camino para ‘subir nota’ en esta asignatura no pasa por los conocidos como ‘finfluencers’: «Soy bastante crítico y me cuesta verle un ángulo positivo». Destaca, por un lado, que la salud financiera es de suma importancia «y la mayoría de ellos carece de cualificación para asesorar, rayando la legalidad o traspasándola». Por otro lado, tampoco cree que contribuyan a la educación financiera en general, ya que con frecuencia confunden el haber tenido una experiencia puntual exitosa con entender de economía. «En Funcas hemos comprobado que los que más recomiendan criptomonedas son los que tienen un mayor sesgo de educación financiera, o sea, una diferencia mayor entre lo que dicen saber y lo que un test objetivo evidencia que saben», comenta. Rodríguez, que además es catedrático de Economía de la Universidad de Granada, piensa que en el universo de los influencers se dan situaciones disparatadas: «Si un graduado en Finanzas y Contabilidad necesita estar acreditado por la CNMV para ofrecer consejos de inversión, es absurdo que lo haga alguien que abre un canal de YouTube por las bravas». Subraya que un asesoramiento profesional se rige por tres reglas básicas : no gastar el dinero que se necesita, diversificar y no tener prisa. «Justo lo contrario a lo que ellos defienden», alerta. Bajo su punto de vista, estas figuras se nutren de la coyuntura adversa para lanzar consignas del tipo «todo está fatal, no podrás acceder a una vivienda, no seas tonto y aprovecha la oportunidad de hacer dinero de forma fácil». Bajo lemas de esta índole, recuerda Rodríguez, ha habido redes en España que, a través de supuestas academias de formación online , captaban a jóvenes con la promesa de convertirlos en los próximos lobos de Wall Street.Miedo a perderse algo«Utilizan mucho lo que en finanzas conductuales se denomina FOMO o miedo a perderse algo. Y eso se mezcla –continúa– con dinámicas como el ‘scrolling’ en redes sociales, que permite que los usuarios visualicen una gran cantidad de vídeos en poco tiempo, creando una percepción distorsionada de la realidad . Piensan que eso es el mundo y, en ese mundo, así son las finanzas». Por este motivo, antes de tomar una determinación que pueda comprometer su bolsillo, Rodríguez insiste en que los fieles a estas cuentas pasen por las manos de un experto, pregunten cómo funcionan las ofertas, consulten el registro de la CNMV…La idea del supervisor nacional es trabajar en diversos frentes para poner coto a la mala praxis de los creadores de contenido . Hace un año y medio revisó recomendaciones de inversión emitidas por más de 50 influencers y contactó con las personas inicialmente identificadas como ‘expertos’ para solicitar aclaraciones sobre su actividad y comprobar si cumplían la normativa. «A los que no lo hacían, se les informó sobre ello y se les instó a adaptar sus prácticas a la normativa. Posteriormente se comprobó dicha adaptación», indican a este periódico. Esa fue una primera actuación preventiva e informativa.El presidente de la CNMV, Carlos San Basilio, abordó la cuestión de los influencers financieros en su reciente comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso EFEEste año han anunciado en su Plan de Actividades que llevarán a cabo una nueva supervisión para ver el cumplimiento de dichas exigencias. «Si comprobamos que no las respetan, podremos llegar a abrir expedientes y sancionar», advierten desde la CNMV. Si bien hay que analizar cada caso concreto, la ley recoge sanciones que pueden alcanzar los 500.000 euros para las personas físicas y un millón de euros para las jurídicas.Y es que, como enfatizan desde el organismo presidido por Carlos San Basilio, aunque los consejos sean emitidos por no profesionales, la normativa financiera europea ( Reglamento de Abuso de Mercado ) los considera recomendaciones de inversión y, por ello, están sometidos a una serie de condicionantes de obligado cumplimiento.Principios a respetar«Cuando alguien ofrezca a través de redes sociales un consejo de inversión, este deberá presentarse de forma clara, exacta y objetiva . También deberá informar de si recibe algún pago o contraprestación a cambio del mismo. Y debe desvelar los conflictos de intereses que tenga la persona que emite la recomendación sobre los instrumentos financieros a los que se refiera, es decir, si opera o posee las acciones o productos que recomienda», detallan.Pensando en los consumidores de redes sociales, la CNMV va a elaborar este curso una guía de influencers para enseñar a los inversores a reconocer a estos prescriptores y ayudarles a identificar a los que se atienen a los estándares del marco jurídico para que así puedan diferenciar los que son confiables de los que no . «La guía –aclaran– es un complemento a las labores de supervisión que la CNMV realiza en cuanto al abuso de mercado y que seguirá desarrollando». Asimismo, cuando el organismo detecta que un influencer está efectuando su labor de forma fraudulenta lanza una advertencia al público para que sepa que está haciendo su trabajo sin ajustarse a lo que marca la normativa del mercado de valores y que en esos casos no tiene ninguna garantía ni protección frente a una posible estafa o pérdida de dinero.La normativa financiera aplica a los influencers que dan pautas de inversión, pero tanto estos como los que se limitan a la divulgación, siempre y cuando reúnan una serie de criterios, también están sujetos al Real Decreto 444/2024, de 30 de abril, que fija los requisitos para ser considerado usuario de especial relevancia de los servicios de intercambio de vídeos a través de plataforma.¿Quién entra en esta categoría? Su actividad tendrá que generar ingresos brutos, durante un año natural, de al menos 300.000 euros o su contenido alcanzar a una audiencia social significativa, lo cual se traduce en lograr, en algún momento durante un año natural, la cantidad de 1 millón de seguidores en una plataforma, o 2 millones de seguidores en total entre todas las plataformas donde esté presente. Por último, deberá haber compartido un número de vídeos igual o superior a 24 en el año natural anterior.Todas las personas que no estén establecidas en España, o no cumplan con el resto de criterios para que se considere que su servicio se encuentra dirigido al mercado de nuestro país, quedan exentas.Las recomendaciones que dan algunos perfiles exponen a la audiencia a decisiones muy arriesgadasLos creadores de contenido que sí reúnan las condiciones mencionadas han de inscribirse en el Registro Estatal de Prestadores del Servicio de Comunicación Audiovisual y, a partir de ese momento, quedan bajo las mismas reglas del juego que afectan al resto de agentes audiovisuales. Entre los imperativos se incluye marcar el contenido publicitario mediante, por ejemplo, una etiqueta de #publi, #ad o cualquier nomenclatura que sea claramente diferenciada del contenido editorial, o etiquetar el contenido por edades.La transgresión puede resultar en infracciones leves, graves y muy graves, con distintas consecuencias. En los peores casos, se estipulan sanciones económicas relevantes , que pueden alcanzar los 1.500.000 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción y los ingresos generados por la publicidad ilícita.Se acabó la impunidad. El crecimiento exponencial del mercado de los influencers y su impacto en el público, peligroso cuando se trata de decisiones de inversión, ha motivado que las autoridades intensifiquen la vigilancia, lo que, sin duda, supondrá un antes y un después en el vasto universo de las redes sociales.

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