El olor a podrido se apreciaba desde la calle. En el interior de una nave, decenas de kilos de carne en estado de descomposición. La Policía Nacional ha detenido a un empresario en Leganés que vendía carne podrida tras mezclarla con productos químicos para que pareciera estar fresca. Entre los productos usados había sulfitos y un blanqueante que normalmente se usa para aislar paredes en obras, lo que permitía que la carne pareciera buena durante unos cinco o seis días más, ocultando su mal olor y el color de la descomposición.Además, empleaba a personas extranjeras que estaban en España sin papeles, a las que obligaba a trabajar hasta 26 horas seguidas por sueldos muy bajos, y a veces, ni siquiera les pagaba. Si se quejaban, las amenazaba con denunciarlas por su situación irregular. La investigación comenzó tras recibir una denuncia de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Madrid en la que se daba cuenta de la contratación de personas en situación irregular en una empresa del sector cárnico de la localidad de Leganés.Noticia Relacionada Barrio de Usera (Madrid) estandar No 300 kilos de comida podrida en el almacén del nuevo restaurante chino Carlos Hidalgo La Policía Municipal descubre tras un sofá de un nuevo local recién abierto en Usera y sin seguro un escondite con mejillones, carne y setas caducados hace añosAl investigar, la Policía descubrió también que el empresario tenía a los trabajadores entrenados para esconderse por si llegaban los agentes. Incluso les decía que escaparan por una trampilla o escalera secreta. Conexión eléctrica ilegalEl pasado 26 de junio, la Policía y la Consejería de Sanidad entraron en la nave y encontraron gran cantidad de carne en muy mal estado, junto con otros productos químicos que usaba para tratarla. También, descubrieron que el empresario tenía una conexión eléctrica ilegal con la que robaban la luz. La empresa solo tenía permiso para trabajar con carne de cerdo, pero allí se encontró también de pollo y otras sin ningún control sanitario. Por eso, las autoridades decidieron cerrar y precintar el local. Durante el registro, el empresario fue encontrado escondido dentro de la nave y fue detenido. Se le acusa de varios delitos: poner en peligro la salud pública, explotar a los trabajadores, robar electricidad y defraudar impuestos. Ya ha pasado ha disposición judicial. Las autoridades están revisando los documentos incautados para saber a qué lugar pudo ser enviada la carne adulterada y evitar que llegue a los consumidores.

Leave a Reply