La tradición tibetana establece que el alma del Dalái Lama se reencarna en el cuerpo de un recién nacido tras su muerte. El proceso de localizar a dicho niño es altamente complejo y solo se inicia tras el fallecimiento de su predecesor , por lo que puede tardar años en completarse.El 13º Dalái Lama, por ejemplo, falleció el 17 de diciembre de 1933. Su sucesor no nació hasta el 6 de julio de 1935: el quinto de los siete hijos que sobrevivieron a la infancia en una familia campesina de la actual provincia china de Qinghai, de nombre Tenzin Gyatso . Tenía dos años cuando, siguiendo instrucciones astrales, el comité dio con su casa. El niño reconoció objetos personales pertenecientes al difunto, evidencia de una supuesta conexión celestial , y el método de la urna dorada confirmó la elección.Noticia Relacionada estandar Si Dalai Lama confirma que tendrá un sucesor después de su muerteEste último objeto es clave en las exigencias de China para controlar el proceso, por más que la República Popular se considere un régimen ateo. El ritual de la urna dorada se remonta al año 1793, durante la dinastía Qing, y según las autoridades chinas simboliza la necesidad de que el poder político estatal aprobara la sucesión. El rito, insiste, debe ejecutarse de acuerdo con la legislación nacional, convenientemente fijada por el Reglamento de Asuntos Religiosos aprobado en 2004, que exige el uso de la urna dorada y el nacimiento del candidato en suelo chino .El Partido Comunista ya tiene experiencia entrometiéndose en las sucesiones del budismo tibetano. En 1995 las autoridades secuestraron al niño nombrado Panchen Lama , la segunda autoridad del credo, y colocaron en su lugar a un sucesor propio. Entonces dotaron también de un barniz histórico al recurrir a un método de selección empleado durante la dinastía Qing, que consistía en escribir los nombres de los candidatos en granos de cebada e introducirlos en una urna de oro, de la que se extraía solo uno.Mantener bajo control al Panchen Lama, que el pasado mes de junio juró lealtad al régimen ante Xi Jinping , era importante pues uno de sus funciones esenciales consiste en dirigir la búsqueda de la reencarnación del Dalái Lama . De este modo, el régimen aumentaba su legitimidad a la hora de monopolizar la elección del próximo líder tibetano, asegurando su fidelidad sin romper con la tradición.

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