«Aquellos que no pueden recordar su pasado están condenados a repetirlo», aseguraba el filósofo y escritor español George Santayana en su primer libro ‘The Life of Reason’ (La vida de la razón). Y por si acaso alguien no recordaba lo que pasó aquel día, un lejano 4 de julio de 1954 (hoy hace 71 años), el mítico reloj Longines, punto de referencia del viejo Wankdorf Stadion y ahora ubicado en la plaza central, se encargaba de refrescarlo: el milagro de Berna. Así se bautizó a la final del Mundial de 1954, en la que Alemania Occidental, devastada aún tras la Segunda Guerra Mundial , derrotó de forma sorprendente e inesperada a la Hungría de los Czibor, Kocsis y Puskas (3-2). Montse Tomé y sus jugadoras supieron al pasar frente a ese reloj que ellas representaban a los ‘magiares mágicos’ y de ninguna de las maneras podían verse sorprendidas por la Portugal de Francisco Neto, muy inferior, como los alemanes aquel lluvioso y lejano día en Berna.España 5-0 Portugal Eurocopa femenina | Jornada 1 de la fase de grupos España: Nanclares; Ona Batlle (Jana Fernández, m.66), María Méndez, Laia Aleixandri, Olga Carmona; Patri Guijarro, Alexia Putellas, Vicky López (Aitana Bonmatí, m.81); Mariona (Martín-Prieto, m.77), Claudia Pina (Athenea, m.46) y Esther (Salma Paralluelo, m.66). Portugal: Inés Pereira, B. Fonseca (A. Borges, m.46), Diana Gomes, Carole Costa, Fátima Pinto, C. Amado; A. Jacinto (A. Seiça, m.46), A. Norton (D. Silva, m.73); Tatiana Pinto; Diana Silva (A. Faria, m.83) y Jéssica Silva (A. Capeta, m.68). Goles: 1-0. m.2: Esther. 2-0. m.7: Vicky. 3-0. m.41: Alexia. 4-0. m.43: Esther. 5-0. m. 90+3.: Martín Prieto Árbitra: I. Demetrescu (Rumanía). Amonestó a Laia Aleixandri.Ni las importantes bajas de Cata Coll bajo palos, Irene Paredes en el eje de la defensa y Aitana Bonmatí en el centro del campo alteraron la hoja de ruta de España, que a los dos minutos ya dominaba en el marcador tras un fogonazo de Esther , que ‘pinchó’ un balón aéreo dentro del área antes de ejecutar a Inés Pereira . Fátima Pinto aún está tratando de entender por dónde le escondió la bola la delantera del Gotham. Y para evitar sustos, Vicky López , que asumió el rol de Aitana, aprovechó un centro raso de Mariona para colocar el segundo. Siete minutos y la Roja dominaba sobre el césped y en el electrónico.Se resignaba Neto en la banda lusa y se desgañitaba Montse Tomé dando instrucciones a pesar de la aplastante superioridad. Contraste de actitudes, inspirada en la ovetense tal vez por el reguero de frases motivacionales que decoran el hotel y las instalaciones donde se entrenan. «La constancia es la virtud por las que todas las cosas dan su fruto», ilumina el cartel que preside una de las paredes del gimnasio. Y fruto de esa constancia llegaron los dos siguientes goles antes de que acabara la primera parte. Se desquitó Alexia Putellas con un auténtico golazo tras recortar a Diana Gomes . Tras perderse la última, ésta puede ser la Eurocopa de la estrella del Barcelona, acostumbrada a soportar sobre sus hombros la presión de tener que cumplir siempre con el gran lema de la selección: «Jugar, luchar y ganar». Esther volvió a marcar y colocó el cuarto rozando el descanso. Marcó sin querer, el balón le pegó a ella tras rebotar en el larguero después de un centro chut antológico de Claudia Pina .Con el partido decidido, los dos equipos comenzaron a pensar en el siguiente. Tomé, generosa con el esfuerzo, premió a Aitana, que hizo lo imposible por recuperarse de su meningitis vírica, con los últimos diez minutos para acabar con dos jugadoras con Balón de Oro sobre el terreno de juego y presentar las credenciales de la selección a un título en el que cumple con goleada su rol de favorita. A costa, eso sí, de una Portugal que, aunque lo soñó, se quedó sin milagro en Berna. Martín Prieto cerró el marcador en la prolongación.

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