En colaboración con la Universidad de Bagdad, Enrique Jiménez, profesor de Literaturas del Antiguo Oriente Próximo del Instituto de Asiriología de la Universidad Ludwig-Maximilians de Múnich, ha logrado recomponer y traducir el texto de un himno de Babilonia perdido durante mil años, que ofrece una visión excepcional de cómo era la vida de la antigua metrópoli mesopotámica. Los textos babilónicos se escribieron en escritura cuneiforme sobre tablillas de arcilla, de las que solo se conservan fragmentos dispersos en colecciones por todo el mundo. Con ayuda de la inteligencia artificial, Jiménez y su equipo los digitalizan, analizan, correlacionan y descifran a través de la Plataforma de la Biblioteca Electrónica Babilónica (eBL). «El proyecto comenzó en el 2018 y ahora está siendo desarrollado en el marco de ‘Cuneiform Artefacts of Iraq in Context’ (Objetos cuneiformes de Irak en contexto), en la Academia Bávara de las Ciencias (2022–2046)», explica a ABC Jiménez. El objetivo es documentar, editar y analizar aproximadamente 17.000 tablillas cuneiformes . Muchas de ellas proceden de la Biblioteca de Sippar, que compite en calidad y en cantidad con la de Nínive .Noticia Relacionada Hallan restos del siglo I d.C. reportaje Si Las excavaciones que recuperan la historia de Belén y Nazaret Mónica Arrizabalaga ¿Cómo eran los escenarios de la Navidad en tiempos de Jesús? Diversas excavaciones han sacado a la luz restos y materiales del siglo I d.C.Ahí detectaron una de mayor tamaño del habitual, aunque le faltaban numerosas partes. «Contar con ella es como tener la caja de un puzle : sabemos cómo tiene que ser el puzle, y es sólo cuestión de encontrar las piezas con la plataforma eBL y ponerlas en el orden correcto», señala el investigador.Una de las primeras líneas que descifraron fue ‘Su muralla se llama Imgur-Enlil’ . «Eso nos hizo darnos cuenta inmediatamente de que se hablaba de la ciudad de Babilonia», indica Jiménez. A partir de aquí, «muy rápidamente -prosigue el experto-, con la ayuda de la plataforma eBL, pudimos encontrar tablillas escritas por estudiantes con extractos del texto. Estas tablillas se copiaban de memoria, como parte del proceso de memorizar el texto. Es bastante poco común que un texto se copie en estas tablillas, hay sólo un puñado de textos que se copiaban en tablillas de este tipo, y todos ellos se conservan no en uno sino en muchos manuscritos».La tabla cuneiforme con el himno recuperado Anmar A. Fadhil, Departamento de Arqueología de la Universidad de BagdadLos investigadores pudieron identificar 30 manuscritos adicionales (muchos de ellos procedían de la Biblioteca de Sippar y están datados desde el siglo VII hasta el siglo II-I a.C.) en los que está presente el himno, lo que sugiere que estaba muy extendido en aquella época. Por ello, Jiménez no tiene duda de que quedan muchos más por identificar: «Sólo hemos recuperado dos tercios del texto original, el tercio que nos falta está, seguro, esperando ser identificado. Hemos comenzado un proyecto de fotografía en el Museo Británico hace unas semanas, en el marco del cual queremos digitalizar unas treinta mil tablillas. Estoy seguro de que podremos identificar más fragmentos del texto entre las mismas».Extracto traducido del himno Las siguientes líneas pertenecen al himno recién descubierto. Describen el río Éufrates, a cuyas orillas se encontraba Babilonia en aquella época: «El Éufrates es su río, creado por el sabio señor Nudimmud. / Satura los prados, empapa los cañaverales, / vierte sus aguas en lagunas y mares, Sus campos brotan con hierbas y flores, / sus prados, en brillante floración, brotan cebada, / de la cual, una vez cosechada, se apilan las gavillas / los rebaños y las manadas yacen en pastos verdes. / Riqueza y esplendor, lo que corresponde a la humanidad, / Son otorgados, multiplicados y concedidos majestuosamente». Con todos los identificados hasta ahora, los investigadores reconstruyeron esos dos tercios del contenido en mucho menos tiempo del que se habría tardado sin usar inteligencia artificial y han podido descifrarlos . El himno consta de 250 versos que celebran al dios Marduk , el templo de Esagil (la puerta al inframundo, construida con un arte misterioso y sutil) y la vibrante vida de los ciudadanos de Babilonia y data de principios del primer milenio a. C. Fue escrito por un babilonio que quería alabar su ciudad. El autor describe los edificios de Babilonia, pero también cómo las aguas del Éufrates traen la primavera y reverdecen los campos. A Jiménez le sorprendió «la perfección poética del texto y la abundancia de detalles precisos: nos dice quién es el rey (mítico) de Babilonia, cómo se llama su río, cómo se llama su estrella, la función que tiene su templo, qué tipo de sacerdotes hay, qué tipo de sacerdotisas … Es un verdadero tesoro de datos, con una formulación muy acabada». Uno de los pasajes más destacados es precisamente el de las sacerdotisas y las tareas que llevaban a cabo, ya que hasta ahora no se conocíann textos que describieran estos aspectos previamente. El himno estipula distintas clases de sacerdotisas: ugbakkātu, nadâtu y qašdātu . Las sacerdotisas son particularmente virtuosas pero, en contraste con el rol activo de los hombres en la protección de los desvalidos, la principal virtud elogiada en las mujeres es la devoción y la discreción.Tras el himno, Jiménez y su equipo continuarán estudiando los textos de la Biblioteca de Sippar. «El siguiente en el que estamos trabajando es la Epopeya del Diluvio Universal , de la que tenemos varias versiones mesopotámicas, y que influyó directamente en el relato de la Biblia . En la Biblioteca de Sippar hay varios manuscritos de la misma más o menos grandes, y con nuestra tecnología hemos ya encontrado varios fragmentos que contienen el mismo texto. Esperamos poder publicarlo en los próximos meses», adelanta.

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