Con motivo de la visita de Estado de Emmanuel Macron al Reino Unido , la primera de un mandatario europeo desde el Brexit , y en el contexto de la 37ª cumbre bilateral entre Londres y París, los mandatarios británico y francés anunciaron este jueves en una rueda de prensa conjunta la puesta en marcha de un nuevo mecanismo migratorio de alto perfil que ha sido calificado como un «gran trueque» entre expulsiones y acogida de solicitantes de asilo.Bajo el conocido como plan «uno dentro, uno fuera», el Reino Unido se compromete así a aceptar a solicitantes de asilo con vínculos personales, familiares o históricos con el país, a cambio de poder devolver a Francia a parte de los migrantes que hayan cruzado de forma irregular el canal de la Mancha en embarcaciones precarias.El primer ministro británico, Keir Starmer , lo describió como un «acuerdo pionero y necesario» que tiene como objetivo «romper el modelo de negocio de las mafias, asegurar nuestras fronteras y dejar claro que quien intente llegar al Reino Unido por mar acabará siendo detenido y devuelto».Noticia Relacionada estandar Si Macron califica el Brexit de «desafortunado» y llama al Reino Unido a «proteger juntos» el orden mundial de la posguerra Ivannia Salazar La intervención del presidente francés se centró en la necesidad de una mayor autonomía estratégica europea, el compromiso con la paz en Gaza y el apoyo inquebrantable a UcraniaSegún el diseño inicial del plan, hasta 50 personas por semana serán enviadas en cada dirección, lo que equivale a unos 2.600 traslados al año. «Los migrantes que lleguen en pequeñas embarcaciones serán detenidos y devueltos a Francia en poco tiempo», explicó el ‘premier’. «A cambio, se permitirá que otra persona llegue al Reino Unido por una vía controlada, segura y legal» y «esto estará sujeto a estrictos controles de seguridad y solo se aplicará a personas que no hayan intentado entrar al país ilegalmente».Aunque la cifra representa una fracción menor del total de llegadas irregulares, Starmer defendió que se trata de «una fase piloto, cuyo propósito es modificar el patrón de comportamiento», y que, si funciona, se ampliará. «La migración ilegal es una crisis global y europea. Nos enfrentamos a un negocio que se extiende ampliamente, dirigido por bandas criminales, y estamos decididos a acabar con él», advirtió.Keir Starmer y Emmanuel Macron, reunidos este jueves en una base militar al noroeste de Londres AfpEn la rueda de prensa, Macron subrayó por su parte que «la situación actual no puede continuar» y que ambos países comparten «una misma determinación para combatir las redes criminales». El presidente francés agregó que «en los últimos años, se ha producido un aumento preocupante de los intentos de cruce con embarcaciones sobrecargadas y cada vez más peligrosas» y que «es necesario reforzar los controles conjuntos en ambos lados del Canal».Los datos respaldan la urgencia. Según el ministerio del Interior británico y la Border Force, más de 21.000 personas han cruzado el Canal en pequeñas embarcaciones en lo que va de 2025, un aumento del 55% respecto al mismo período del año anterior. Desde que se comenzó a registrar esta modalidad en 2018, se han contabilizado ya más de 172.000 llegadas.37.000 cruces del canal de la Mancha en 2024Este mismo jueves, según cifras recogidas por la BBC, más de 220 personas llegaron a las costas de Dover en balsas inflables provenientes de las costas galas, sólo horas antes de que se anunciara el acuerdo. La tendencia no cesa: en 2024 se reportaron 37.000 cruces, y en algunos días se han llegado a registrar más de 500 desembarcos en una sola jornada.El promedio de personas por bote también ha aumentado, pasando de 48 en 2023 a 58 en 2025, lo que incrementa sensiblemente los riesgos de accidentes y naufragios . El año 2024 fue el más letal desde que existen registros, con 73 personas fallecidas durante la travesía. En lo que va de 2025, al menos nueve migrantes han perdido la vida en el mar. Francia, por su parte, ha interceptado a más de 33.000 personas en su costa en el último año, con un promedio de unas 2.300 interceptaciones mensuales.Pese a su diseño aparentemente simétrico, el acuerdo fue recibido con escepticismo por sectores políticos y organizaciones de derechos humanos tanto en Francia como en el Reino Unido. Los críticos señalan que el volumen de retornos previsto, de 2.600 al año, apenas alcanzaría al 6% o 7% del total de llegadas por vía marítima, por lo que su impacto disuasorio sería limitado. Además, advierten sobre la posible judicialización del proceso, dado que los criterios de vinculación con el Reino Unido para ser aceptado bajo el programa aún no han sido definidos en detalle. Organizaciones como el Refugee Council han alertado de que «sin rutas seguras amplias y claras, los solicitantes de asilo seguirán recurriendo a las mafias y los trayectos peligrosos».El acuerdo marca un paso estratégico en el Partido Laborista , que tras asumir el poder el año pasado dejó sin efecto el polémico plan de deportaciones a Ruanda impulsado por el anterior Gobierno conservador, una iniciativa que costó más de 700 millones de libras y fue detenida por los tribunales. Starmer defendió que su plan es una forma más eficaz de proteger el derecho de asilo , sin renunciar al control fronterizo. «Algunos se preguntan por qué aceptar a alguien. Lo hacemos porque el Reino Unido siempre ha ofrecido refugio a quienes de verdad lo necesitan. Pero esto no puede resolverse actuando solos», sostuvo.Desde el lado francés, Macron no ahorró críticas al Brexit , al que acusó de haber generado un vacío legal que agravó el problema migratorio: «Muchas personas» en el Reino Unido «dijeron que el Brexit permitiría luchar más eficazmente contra la inmigración ilegal, pero en realidad, desde el Brexit, el Reino Unido no tiene un acuerdo migratorio con la UE ni un mecanismo de readmisión… Precisamente lo contrario de lo que se prometió», dijo, y añadió que «lo que se vendió a los británicos fue una mentira, y es ahora, por primera vez en nueve años, cuando estamos ofreciendo una respuesta concreta».En respuesta a las acusaciones de inacción francesa, Macron recordó que «hace unos años, los intentos de cruce por tren o carretera eran diarios, y hemos logrado cerrar esas rutas». Añadió que «los traficantes se adaptan, y nosotros también debemos adaptar nuestra respuesta».Aunque la atención mediática se centró en el acuerdo migratorio, ambos gobiernos confirmaron que durante la cumbre se alcanzaron también importantes compromisos en materia de defensa, como la firma de la Declaración de Northwood , que por primera vez establece la coordinación operativa de las disuasiones nucleares británica y francesa . Además, se anunciaron acuerdos para impulsar el desarrollo conjunto de inteligencia artificial, conectividad espacial y armamento de nueva generación. El Reino Unido y Francia también encabezarán, desde París, una nueva fuerza multinacional de apoyo a Ucrania, como parte de la llamada «coalición de los dispuestos».Reconocimiento del Estado palestinoLa cumbre concluyó con un apartado dedicado a Oriente Próximo, cuando Emmanuel Macron volvió a pedir el reconocimiento del Estado palestino como paso necesario para lograr la paz. «La deshumanización de los gazatíes es algo que nada puede justificar. Creo que ha llegado el momento de unir nuestras voces, en París, en Londres y en otros lugares, para reconocer a Palestina y lanzar una iniciativa política creíble». Starmer respondió con prudencia, reiterando que el Reino Unido apoya una solución de dos Estados, pero que el reconocimiento se producirá «cuando llegue el momento adecuado». Macron concluyó su intervención con una declaración de intenciones al dirigirse a Starmer diciéndole: «Te agradezco sinceramente, Keir, por esta cumbre de tres días. Es una renovación de la confianza después del Brexit: confianza entre nuestros gobiernos, nuestras naciones y entre nosotros dos».

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