‘Vogue USA’ dedica su portada de agosto a Anne Hathaway , protagonista de ‘El diablo se viste de Prada’, película que dio a conocer al gran público, en clave de ficción, la figura de Anna Wintour , a quien dio vida Meryl Streep . Lo hace unos días después de que el ‘Wall Street Journal’ anunciase que la editora de moda más poderosa e influyente del planeta abandona el puesto de la revista tras 37 años de trabajo deslumbrante. Pero, como cuentan a ABC Álvaro Castejón y Arnaud Maillard , diseñadores y fundadores de la firma Alvarno, «afortunadamente la mejor directora de orquesta que ha tenido en mucho tiempo el mundo de la moda no se va del todo». A sus 75 años, seguirá al frente del contenido de Condé Nast y como directora editorial global de ‘Vogue’: «Tiene una capacidad innata para detectar, gestionar y potenciar el talento de cuantos formamos su equipo, una tarea en la que quiere centrarse mucho en esta nueva etapa», nos confirma Inés Lorenzo, Head of Editorial Content de Vogue España: «Desde que la conozco y trabajo con ella no ha dejado de sorprenderme su capacidad para leer el tiempo en el que vive, su habilidad para conectar las corrientes culturales, sociales y políticas con la moda, y viceversa». Pendientes de quién la sucederá y cuándo se hará oficial, llega al correo la carta mensual que escribe a los lectores. Parece que se refiere a ella misma cuando dice de Anne Hathaway que «continúa superándose y desafiándose a sí misma con resultados brillantes». En la película ‘El diablo se viste de Prada’ (2006), basada en la novela de Lauren Weisberger (2003), se describe a una editora ambiciosa, adicta al trabajo y, en muchos momentos, carente de escrúpulos. Sin embargo, no es lo que destacan quienes la conocen de cerca: «Como decía Karl Lagerfeld, son deportistas de élite y tienes que estar a la altura. Ella es tan exigente consigo misma, que todos los demás tienen que seguir su ritmo. Habrá cosas sacadas de contexto, pero hay que ponerse en sus zapatos y admirar que haya estado tantos años siempre al pie del cañón», apuntan los Alvarno: «Cuando trabajábamos con Karl, era un ritual que Anna pasase al ‘backstage’ antes de que comenzara el ‘show’. Era muy discreta, quería ser invisible y no molestar. Al terminar, era la primera en entrar a felicitar y se marchaba rápidamente». «Ha ejercido un liderazgo audaz, moderno y profundamente inspirador, capaz de anticipar tendencias y redefinir el gusto colectivo», señala Yolanda Sacristán, 16 años al frente de la edición española de la revista. Noticia Relacionada estandar No Anna Wintour deja Vogue: por qué su figura revolucionó el mundo de la moda Lola Agüero Los desfiles de moda son su gasolina creativa. Sentada en primera fila de las pasarelas de Milán o París, impresiona su forma de estar en el mundo: atenta, observadora, callada y escrutando todo a su alrededor a través de sus cristales oscuros. «Su presencia es silenciosa, pero absolutamente contundente. No necesita hablar mucho para imponer respeto. Su mirada, su manera de observar cada detalle, deja claro que estás delante de una mente brillante», asegura Sacristán. «Es como tener delante a Karl Lagerfeld , pero en versión mujer: puede atender una conversación y a la vez estar mirando con detalle un diseño», apuntan Álvaro y Arnaud, que estuvieron durante años en París a las órdenes del káiser de la moda. Anna Wintour habla con su trabajo y las portadas son su mejor arma de agitación. Son también el espejo de una época, de un momento. No da puntada sin hilo y antes de entrar en faena, deja sus prejuicios en el felpudo: «Ha sabido plasmar en la revista lo que pasa en el mundo dejando a un lado su gusto personal», cuentan los fundadores de la firma Alvarno. Por el escaparate de ‘Vogue USA’ han desfilado músicos, actores, estrellas del deporte, modelos, diseñadores y otras celebridades, desde Kim Kardashian hasta la ex primera dama de Estados Unidos Jill Biden . Fue la primera en inmortalizar en una portada unos pantalones vaqueros: era su estreno como directora y los combinó con una chaqueta de alta costura (1988). La de las tops de los 90, obra de Peter Lindbergh , ya es legendaria. Abrió las puertas a los hombres y lo hizo con Richard Gere , quien posó en noviembre de 1992 con su mujer de entonces, Cindy Crawford . Anna Wintour con la Reina Isabel II AFP 10 curiosidades de la dama fashion 1. No bebe nunca alcohol y prefiere el agua con gas a la natural. 2. Desayuna un café grande de Starbucks. 3. Luce el mismo corte de pelo desde los 14 años. 4. Siempre usa gafas de sol, son de Chanel. No recuerda cuántas tiene. 5. Ni playa y ni montaña, prefiere los jardines. 6. Es coleccionista de cerámica y una apasionada de la decoración Hablaba mucho de interiorismo con Karl Lagerfeld. 7. La vista de la Estatua de la Libertad desde su mesa de trabajo es lo que más le gusta de su despacho. 8. Novela favorita: ‘Orgullo y prejuicio’, de Jane Austen. 9. Adora ver y practicar tenis, disfruta como una niña en la grada de Wimbledon. Fui testigo de la fascinación por Federer en un restaurante de París donde cenaba con el tenista y su esposa. Wintour escuchaba al deportista con un gesto de admiración y actitud de esponja. 10. Se levanta a las cinco de la mañana y se somete antes de trabajar a una sesión diaria de peluquería y deporte.Madonna en la portada de mayo de 1989 marcó un antes y un después en la historia de la revista, porque logró reflejar la cultura juvenil de su tiempo. Entonces era una locura apostar por la cantante, pero Anna Wintour tuvo una epifanía. Lo cuenta en el documental ‘In Vogue: Los 90’s’ (Disney +): «En un avión, el señor de mi lado me preguntó dónde trabajaba, le respondí que en ‘Vogue’, él alabó la elegancia y el glamur de las portadas con Audrey Hepburn y Grace Kelly , y me dijo que ‘Vogue’ no tenía nada que ver con Madonna. Ahí se me encendió la luz y pensé que ‘Vogue’ tenía mucho que ver con Madonna, lo que suponía un cambio».Tras la noticia de su renuncia el pasado 26 de junio, la primera dama de la moda ha aparecido en la semana de la Alta Costura de París y nada ha cambiado: mismo pelo (corte bob y flequillo espeso), idénticas gafas de sol de Chanel, vestido recto con flores bordadas y sandalias de Manolo Blahnik , lista para sentarse en el ‘front row’ de la pasarela. Noticia Relacionada El fin de una era estandar No Anna Wintour dimite como directora de ‘Vogue’ tras casi cuatro décadas Permanecerá como directora de contenidos del grupo y directora editorial de la revista, supervisando todas las marcas a nivel mundialGran amiga de Gianni Versace , entusiasta del trabajo de Karl Lagerfeld y responsable de catapultar a la fama a John Galliano, siempre ha plasmado en la revista lo más destacado del momento. Los Alvarno lo corroboran con una anécdota de 2015, cuando acudió a dar una charla al Museo del Traje de Madrid, acompañada por el interiorista Michael S. Smith, marido del entonces embajador de Estados Unidos en España, James Costos. Los diseñadores habían vuelto a Madrid desde París para fundar Alvarno. Acababan de presentar en la pasarela madrileña una colección homenaje a Darth Vader (Star Wars). «Le llevamos una memoria USB con la característica careta del personaje, que contenía imágenes del desfile, le hizo mucha gracia y a los meses, uno de nuestros looks se publicó en ‘Vogue USA’. Fue impresionante, nos dejó en shock». Inés Lorenzo también recuerda con cariño aquella visita: «Fue la primera persona que, meses después de mi nombramiento, y cuando yo estaba inmersa en una auténtica vorágine profesional, se quiso asegurar de que estaba disfrutando del proceso».Gala del METEn 1995 le encomendaron presidir la Gala del Museo Metropolitano de Nueva York (MET), que, desde sus inicios en 1948, es un evento benéfico para recaudar fondos destinados al Instituto del Traje (Costume Institute), que depende del citado museo. «No podía seguir siendo una torre de marfil para las señoras de Upper East Side, era la oportunidad de enseñar el mundo de la moda al público en general», cuenta Wintour en la serie de Disney +. Dos décadas después, el evento no necesita presentación, es «la superbowl de la moda», como dice Tommy Hilfiger. En su segundo mandato a cargo del evento consiguió que Lady Di acudiera vestida con un modelo lencero de alta costura diseñado por John Galliano (1996), ya al frente de Dior. Sin embargo, el cambio a una difusión estratosférica sucedió en 1997, cuando el MET rindió homenaje a Gianni Versace tras ser asesinado. Ese año «empezó a cambiar la percepción que tenía la gente sobre la gala», recuerda Anna.Puede ser un diablo que se viste de Prada o la directora total del documental ‘September Issue’ (2009); no son suficientes las ’73 preguntas’ que respondió en dos ocasiones a la sección digital de la revista. Por eso, lo mejor es escucharla a ella en ‘In Vogue: Los 90’s’ (Disney +): «A veces hay que derribarlo todo y empezar de cero».

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